"Tu cuerpo escucha todo lo que tu mente dice" - Naomi Judd

Cómo marcan las etiquetas "positivas"

Ramón Soler, psicólogo: “La frase ‘eres muy bueno’ es una de las peores que se le puede decir a un niño”

Los traumas no siempre están causados por malos tratos o por malas palabras. Una de las frases más perniciosas que puede recibir un niño en la infancia es la de “eres muy bueno”. Este tipo de juicios morales atrapa a los niños en una red de mandatos dañinos como la obediencia ciega, la sumisión o la inacción.

Ramón Soler – Psicólogo

A veces, ciertas expresiones usadas continuamente por los adultos, sin aparente carga negativa, pueden dejar huella en los niños y crearles unos patrones dañinos que les afectan negativamente tanto en su infancia como en su vida adulta.

Los adultos tenemos que descartar frases como la de “eres un niño muy bueno” o la de “tienes que ser un niño bueno” porque tal vez sean de las más perniciosas que pueda recibir una persona en la infancia. Hoy traigo el ejemplo de uno de mis pacientes, Víctor, a quien este mensaje recibido durante años le impedía expresar sus opiniones libremente.

Cómo nos marcan las etiquetas “positivas”

Destacar el buen comportamiento de los niños con frases como “Es muy bueno, no hace ruido” o “Es el mejor de la clase, siempre hace lo que le pido”, le otorga un valor especial al concepto que los adultos tienen de que “el niño bueno” es el que obedece y no molesta.

Estos comentarios, como ocurre con el caso de hoy, no están hechos con mala intención o con afán de manipular, pero sí que proceden de un desconocimiento sobre la psicología y la sensibilidad infantil. Por este motivo, he considerado necesario escribir este artículo para que las familias presten atención a los mensajes que envían a sus hijos.

El peligro del mensaje de “es un niño muy bueno” es que, además de ser un juicio moral impuesto arbitrariamente, refuerza una única forma de ser aceptado por los adultos: portarse como ellos quieren o, lo que es lo mismo, obedecer sus órdenes, normas, imposiciones, etc., sin rechistar

Sentirse valorado y querido es un gran reforzador que va moldeando la conducta de los niños a lo largo de su infancia, por lo que, los pequeños asumen con este tipo de frases recibidas constantemente, que deben portarse bien (es decir, como quieren los adultos) para ganarse la atención de sus padres, familiares o profesores.

La cara más oscura de esta coletilla es que el niño, poco a poco, aprende a reprimir inconscientemente otras actitudes que él, desde su mente infantil, interpreta que pueden no ser bien recibidas por los mayores. Para no dejar de ser “un niño bueno”, preferirá quedarse sentado antes que jugar a algo que pueda hacer ruido y molestar, reprimirá sus opiniones —si estas van en contra de lo que piensan los mayores— o evitará armar grandes escándalos porque eso no lo hacen los niños buenos.

Y, de esta forma, él mismo se convierte en su mayor juez. Cuando sea adulto, ya no necesitará que nadie le diga cómo debe comportarse, porque tendrá muy interiorizado el ser bueno, silencioso y obediente. Además, la sociedad se encargará de seguir reforzando el mensaje de que lo bueno es no protestar y no salirse de la norma.

Los peligros de ser “el niño bueno”

Para ejemplificar este artículo, podemos analizar la historia de Víctor, un chico que acudió a terapia tras tener una visión reveladora de un patrón enormemente limitante en su vida. En nuestra primera sesión, me explicó que, cada vez que no estaba de acuerdo con alguien y lo quería expresar, sentía un nudo enorme en la garganta y tenía que realizar un enorme esfuerzo para poder tragar y hablar.

Se había dado cuenta de que esto le ocurría, no solo con su jefe, sino también con su pareja, con sus amigos y con su familia. Sentía de manera muy física que, cuando sus emociones luchaban por expresarse, su garganta las bloqueaba y las obligaba a permanecer ocultas.

Al comienzo de una terapia, siempre me gusta conocer la historia de la persona para saber cómo enfocar el trabajo. Una de las preguntas que siempre hago es “¿Cómo te veían tus padres? ¿Qué decían de ti cuando eras pequeño?”

En este caso, Víctor lo tenía muy claro: “Todos decían que era un niño muy bueno”. Le pregunté qué significaba eso de ser un niño bueno y me respondió que su familia y sus profesores siempre hablaban muy bien de él por lo bien que se portaba. No era un niño ruidoso ni follonero, siempre estaba dispuesto a ayudar y nunca tenía un mal gesto cuando los mayores le pedían algo. Como hemos visto, el resumen de ser un niño bueno es ser sumiso, callado y obediente.

El pequeño Víctor era un niño de carácter tranquilo y esto no tiene nada de malo. Sin embargo, al favorecer únicamente los momentos en los que los adultos consideraban que se portaba bien y reprimir las ocasiones en las que el niño protestaba o llevaba la contraria a los mayores, se fue potenciando este rasgo de su personalidad por encima de todo lo demás.

Ya adulto, Víctor no era capaz de expresar sus opiniones, ni de quejarse cuando algo no le gustaba, ni de defenderse si le atacaban o intentaban aprovecharse de él. Había asumido que su único rasgo de personalidad válido era el de mostrase, en todo momento, tranquilo y sosegado. Si algún otro aspecto quería expresarse, era reprimido inmediatamente.

Cómo liberarse de la etiqueta de niño bueno

Tras 40 años de programación de “niño bueno”, Víctor comenzó a entender la toxicidad implícita en este mensaje. Aunque sus mayores no tuvieran mala intención al alabarle, el efecto que produjo en él fue el de impedirle experimentar y desarrollar otros aspectos de su personalidad.

En terapia, trabajamos para reprogramar el mensaje de “ser un niño bueno” y cambiarlo por el de “puedes ser tú mismo”.

El carácter general de Víctor era tranquilo y sosegado, pero comenzó a permitirse expresar alguna opinión diferente de los demás. Comprobó que, no solo no pasaba nada, sino que se sentía muy bien consigo mismo cuando lo hacía.

 

Cuanto más lo practicaba, más fácil le resultaba hablar y más conectado estaba con sus propias emociones y opiniones. El nudo de su garganta fue desapareciendo y sus emociones comenzaron a fluir. Ya no tenía que interpretar más el papel del niño bueno para contentar a nadie, ya podía ser como él quería, en cada momento.

Cómo bajar los niveles de cortisol rápido y de forma natural

Raúl González Pérez

El cortisol, como bien sabemos, es una hormona glucocorticoide que se produce en la corteza de las glándulas suprarrenales y, más tarde, se libera a la sangre, siendo así transportada por todo el cuerpo. Su medición es importante para diagnosticar y manejar trastornos relacionados con las glándulas suprarrenales y el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal.

Entre otras cosas, el análisis de cortisol mide la cantidad de cortisol en la sangre, orina o saliva. De ahí que los profesionales de la salud y los expertos lo recomienden cuando existen síntomas que sugieren un desequilibrio en el nivel de cortisol, tales como fatiga extrema, debilidad muscular, peso corporal cambiante o presión arterial alta.

 ¿Y cuáles son las funciones principales del cortisol? A continuación, la lista completa:

– Desarrollo fetal.

– Control de la presión arterial.

– Regulación de las horas de sueño y vigilia.

– Regulación de la respuesta al estrés.

– Acción antiinflamatoria.

– Control de los niveles de azúcares en sangre.

– Metabolismo de hidratos de carbono, proteínas y grasas.

Aunque los niveles de cortisol en el cuerpo varían considerablemente a lo largo del día, generalmente son más altos por la mañana al despertarse y van disminuyendo a medida que pasan las horas. Su secreción está modulada por tres sistemas muy bien interconectados, que son la glándula pituitaria, el hipotálamo y las glándulas adrenales.

Pese a que el cortisol es una hormona que se activa para protegernos de situaciones amenazantes, no significa que cuanto más cortisol tenga nuestro cuerpo, mejor. Ante este panorama, muchos españoles y españolas se preguntan cómo reducirlo. Pues bien, ahí van una serie de recomendaciones, según ‘Neoactives’:

  1. Tener sueños reparadores

Un sueño profundo y reparador permite que el cuerpo libere hormonas como la melatonina y la serotonina, que ayudan a reducir los niveles de cortisol.

  1. Hacer ejercicio regularmente

El ejercicio, en especial de intensidad moderada, puede ayudar a equilibrar los niveles de cortisol y promover una sensación de calma y bienestar.

 

 

  1. Mantener unas relaciones sociales saludables

Las interacciones sociales positivas, más concretamente con amigos y familiares, pueden reducir la percepción de estrés y aumentar la producción de oxitocina, una hormona que contrarresta los efectos negativos del cortisol.

  1. Aprender a limitar el estrés y conductas que favorezcan estados estresados con terapia psicológica

Es fundamental adoptar un estilo de vida saludable y aprender a gestionar el estrés de forma efectiva. Esto incluye practicar técnicas de relajación como meditación o yoga.

  1. Seguir una alimentación saludable, equilibrada y variada

 La alimentación influye en los niveles de cortisol, y una dieta balanceada, rica en alimentos integrales y baja en procesados, puede ayudar a mantener estos niveles en un rango saludable.

 

 

"Escribir a mano es más que poner palabras en el papel´´

Graham Lee, educador digital

La dependencia de la tecnología ha tenido un impacto profundo en nuestras habilidades como seres humanos. ¿Qué podemos hacer al respecto? A medida que la tecnología avanza y se entreteje cada vez más en nuestras vidas, dependemos cada vez menos de nuestras propias capacidades. Nuestra dependencia de las máquinas ha crecido, mientras que nuestra autosuficiencia y habilidades se han visto mermadas.

Este impacto ha sido inmenso, pero la transición ha ocurrido de manera tan rápida y silenciosa que nadie nos ha enseñado a enfrentarnos a los efectos de esta creciente dependencia de los algoritmos y la inteligencia artificial.

El investigador inglés, Graham Lee, educador especializado en competencias digitales, fundador, CEO y propietario de Lydian Stone, una empresa internacional de formación en competencias y habilidades digitales, ha escrito un interesante libro sobre el tema. Sigamos siendo humanos (editorial Diana) analiza doce habilidades fundamentales que estamos en peligro de perder, mostrando cómo la tecnología las ha erosionado y ofreciendo una visión práctica y esperanzadora para recuperarlas. Charlamos con él para ver cómo podemos revertir estas pérdidas y recuperar nuestras cualidades humanas esenciales.

-Perdemos habilidades, pero ganamos otras, ¿no crees?

En Sigamos siendo humanos explico que, a medida que la tecnología se hace cargo de muchas de nuestras tareas tradicionales, tendemos a perder algunas de las habilidades naturales de las que antes dependíamos (como la navegación innata, la escritura a mano y la memoria profunda), al mismo tiempo que desarrollamos nuevas capacidades digitales. Es una evolución natural, aunque tiene sus propias desventajas.

-Exacto, de eso trata la evolución. Nuestros abuelos tenían que trabajar la tierra con sus manos, el trabajo era más exigente físicamente. ¿No crees?

Absolutamente. El trabajo físicamente exigente de las generaciones anteriores ayudó a forjar la resiliencia, la destreza manual y una profunda conexión con la tierra. Las comodidades de hoy, aunque beneficiosas, significan que a veces perdemos ese compromiso físico y las habilidades que lo acompañan.

– ¿Cómo llegas a estas 12 habilidades? ¿Podrías contarnos un poco sobre ellas brevemente?

Llegué a las 12 habilidades a través de una combinación de investigación histórica y reflexión personal sobre cómo las actividades cotidianas han cambiado con el tiempo. Entre ellas, se encuentran la navegación, el movimiento, la conversación, la soledad, la lectura, la escritura, el arte, la artesanía, la memoria, los sueños, el pensamiento y la gestión del tiempo. Cada una representa un aspecto fundamental del ser humano que la tecnología está transformando gradualmente.

 

-Una de las habilidades de las que hablas en el libro es la orientación. El uso del GPS ha disminuido esa capacidad. ¿Es tan sencillo como dejar de usarlo para ejercitar la memoria?

No es tan sencillo. Si bien reducir el uso del GPS puede ayudar a reactivar nuestro sentido natural de la orientación, también requiere un poco de práctica: prestar más atención a nuestro entorno, formar mapas mentales y usar nuestros recuerdos de manera más activa es clave. Es un reentrenamiento suave de nuestro cerebro, más que una solución instantánea.

-Somos la generación más sedentaria hasta ahora. El precio a pagar es alto. ¿Por qué necesitamos caminar más?

Caminar no solo nos mantiene en forma, también es una forma brillante de ejercitar nuestra mente. Cuando caminamos, nos conectamos con nuestro entorno, notamos pequeños detalles y desarrollamos nuestra conciencia espacial. Es una hermosa combinación de ejercicio físico y mental que ayuda a mantener el cuerpo y la mente en sintonía.

-¿Cómo ha influido WhatsApp en la forma en que nos relacionamos? Aunque es más complicado, debemos priorizar más las relaciones/conversaciones cara a cara. ¿Por qué?

WhatsApp y otras aplicaciones similares han hecho que sea increíblemente fácil estar en contacto, pero a menudo hacen que nuestras conversaciones carezcan de la riqueza de las interacciones en persona. Los chats cara a cara ofrecen importantes señales no verbales y un nivel de calidez que los mensajes digitales simplemente no pueden igualar, ayudándonos a forjar conexiones más profundas y significativas.

-Leer en pantallas o leer en papel. Hay estudios que indican que la capacidad de comprensión aumenta en el segundo caso. Parece una tontería, pero es mejor leer en papel. ¿Qué beneficios tiene?

Leer en papel involucra a tus sentidos de una manera más inmersiva. La sensación física de un libro y la ausencia de distracciones digitales pueden mejorar la comprensión y la retención, lo que permite un compromiso más profundo y reflexivo.

-Lo mismo ocurre con la escritura: hemos perdido la capacidad de coger un bolígrafo y un papel. ¿Qué perdemos cuando dejamos de hacerlo?

Escribir a mano es más que simplemente poner palabras en el papel: es un proceso que realmente involucra nuestra mente. Ayuda a la memoria, estimula la creatividad y nos permite reflexionar más profundamente sobre nuestros pensamientos. Depender únicamente de la información digital puede significar perder esa valiosa conexión táctil con nuestras ideas.

-También hemos perdido la capacidad de descansar en los últimos años. ¿Qué sucede cuando estamos en Internet y por qué afecta al sueño?

La conectividad constante puede mantenernos sobreestimulados y dificultar la relajación al final del día. La luz azul de las pantallas altera nuestros ciclos naturales de sueño, mientras que el flujo interminable de información hace que a nuestras mentes les resulte difícil desconectarse. Esto no solo afecta la calidad de nuestro sueño, sino también nuestra capacidad general para relajarnos y recuperarnos. Cuerpomente

HOLA, SOY TU SÍNTOMA

Yo tengo muchos nombres: dolor de rodilla,  dolor de estómago, asma, mucosidad, gripe, dolor de espalda, ciática, alergia, depresión, migraña, tos, dolor de garganta, y la lista sigue y sigue

¡Hola!

 Yo tengo muchos nombres: dolor de rodilla,  dolor de estómago, reumatismo, asma, mucosidad, gripe, dolor de espalda, ciática, alergia, depresión, migraña, tos, dolor de garganta, insuficiencia renal, diabetes, hemorroides, y la lista sigue y sigue.

Me he ofrecido como voluntario para el peor trabajo posible: ser el portador de noticias poco gratas para ti. Tú no me comprendes, nadie me comprende. Tú piensas que quiero fastidiarte, echar a perder tus planes de vida, todos piensan que quiero entorpecerles, hacerles daño o limitarles. Y no, eso sería un completo disparate. Yo, el síntoma, simplemente intento hablarte en un lenguaje que comprendas. Que entiendas.

A ver, dime algo, ¿Tú irías a negociar con terroristas, tocando a su puerta con una flor en la mano y una camiseta con el símbolo de “paz” impreso en la espalda? ¿No verdad?

Entonces, por qué no comprendes que yo, el síntoma, no puedo ser “sutil” y “suavecito” cuando debo darte el mensaje. Me golpeas, me odias, con todo el mundo te quejas de mí, de mi presencia en tu cuerpo, pero no te tomas ni un segundo en razonar y tratar de comprender el motivo de mi presencia en tu cuerpo.
Sólo te escucho decirme: “Cállate”, “vete”, “te odio”, “maldita la hora en que apareciste”, y mil frases que me hacen impotente para hacerte comprender. Pero yo debo mantenerme firme y constante, porque debo hacerte entender el mensaje.

¿Qué haces tú?

Me mandas a dormir con medicinas. Me mandas callar con tranquilizantes, me suplicas desaparecer con antiinflamatorios. Intentas días tras  día, taparme, sellarme, callarme. Y yo, cuando mi única intención es darte un mensaje, soy totalmente ignorado.

Imagínate que soy esa alarma con sirena en el Titanic, esa que intenta de mil formas decirte que de frente hay un Iceberg con el que vas chocar y hundirte. Sueno y sueno por horas, por días, por semanas, por meses, por años, intentando salvar tu vida, y tú te quejas porque no te dejo dormir, porque no te dejo caminar, porque no te dejo trabajar, pero sigues sin escucharme…

¿Vas comprendiendo?

Para ti, yo el síntoma, soy “La Enfermedad”. Qué cosa más absurda. No confundas las cosas. Y vas al médico, y pagas por docenas de consultas médicas. Gastas dinero que no tienes en medicamento tras medicamento. Y sólo para callarme. Yo no soy la enfermedad, soy el síntoma.

¿Por qué me callas, cuando soy la única alarma que está intentando salvarte?

La enfermedad, “eres tú”, “es tu estilo de vida”, “son tus emociones contenidas”, eso sí es la enfermedad.  Lo único que hacen es combatirme, combatir el síntoma. Callarme, silenciarme, desaparecerme. Ponerme un maquillaje invisible para que tú no me veas.

Y sí, está bien si ahora que lees esto, te sientes un poco molesto sí. Esto debe ser algo como un “golpazo a tu inteligencia”. Está bien si por ahora te sientes un poco molesto o frustrado. Pero yo puedo manejar tus procesos bastante bien y los entiendo. De hecho, es parte de mi trabajo, no te preocupes. La buena noticia es que depende de ti no necesitarme más. Depende totalmente de ti, analizar lo que trato de decirte, lo que trato de prevenir.

Cuando yo, “el síntoma”, aparezco en tu vida, no es para saludarte, no. Es para avisarte que una emoción que contuviste dentro de tu cuerpo, debe ser analizada y resuelta para no enfermarte.

Deberías darte la oportunidad de preguntarte a ti mismo: ¿por qué apareció este síntoma en mi vida?, ¿qué querrá decirme? ¿Por qué está apareciendo este síntoma ahora? ¿Qué debo cambiar en mí para ya no necesitar de este síntoma?

Si dejas este trabajo de investigación, sólo a tu mente, la respuesta no te llevará más allá de lo que has hecho años atrás. Debes consultar también con tu inconsciente, con tu corazón, con tus emociones.

Por favor, cuando yo aparezca en tu cuerpo, antes de correr al doctor para que me duerma, analiza lo que trato de decirte, de verdad que por una vez en la vida, me gustaría ser reconocido por mi trabajo, por mi excelente trabajo. Y entre más rápido hagas conciencia del porqué de mi aparición en tu cuerpo, más rápido me iré.

Poco a poco descubrirás, que entre mejor investigador seas, menos veces vendré a visitarte. Y te aseguro que llegará el día en que no me vuelvas a ver ni a sentir. Al mismo tiempo que logres ese equilibrio y perfección como “observador” de tu vida, tus emociones, tus reacciones, tu coherencia, te garantizo que jamás volverás a consultar a un médico ni a comprar medicinas.

Por favor, déjame sin trabajo. O ¿piensas de verdad que yo disfruto lo que hago? Te invito a que reflexiones, cada que me veas aparecer, el motivo de mi visita. Te invito, a que dejes de presumirme con tus amigos y familia como si yo fuera un trofeo.

Estoy harto de que digas: “Ay pues yo sigo con mi diabetes, ya ves que soy diabético”. “y pues ya no aguanto el dolor en mis rodillas, ya no puedo caminar”. “Siempre yo con mis migrañas”. Me presumes como si yo fuera un tesoro del cual no piensas desprenderte jamás.

Mi trabajo es vergonzoso. Y te debería dar vergüenza presumirme ante los demás. Cada que me presumes, realmente estás diciendo: “Miren que débil soy, no soy capaz de analizar ni comprender mi propio cuerpo y mis propias emociones, no vivo en coherencia, ¡mírenme, mírenme!. Por favor, haz conciencia, reflexiona y actúa. Entre más pronto lo hagas, más rápido me iré de tu vida.

Si dejas el trabajo sólo a tu mente, la respuesta no te llevará más allá de lo que lo ha hecho años atrás. Sin embargo, si preguntas a tu subconsciente, a tu corazón, obtendrás respuestas muy claras que verdaderamente te ayudarán a continuar adelante.

ATTE. El síntoma

20 frases de Don Quijote

Don Quijote de la Mancha es una joya de la literatura española y universal. Hemos recopilado 20 de sus mejores frases

 

Diana Llorens

Redactora especializada en bienestar y nutrición

La trascendencia de El Quijote

Don Quijote de la Mancha es la obra maestra de Miguel de Cervantes y una obra maestra de la literatura universal. El genio literario nacido en el año 1547 en Alcalá de Henares lo publicó en dos partes (1605 y 1615) y lo concibió como una parodia de las novelas de caballerías, tan de moda en la época.

Considerada la primera novela moderna, rompió con las estructuras narrativas de su tiempo. La historia sigue a Alonso Quijano, un hidalgo que, obsesionado con los libros de caballerías, decide convertirse en caballero andante bajo el nombre de Don Quijote. Acompañado por su fiel escudero Sancho Panza, que espera gobernar una isla como recompensa, emprende aventuras para restaurar la justicia y revivir los ideales caballerescos.

Más allá de las divertidas aventuras de Don Quijote y Sancho Panza, la obra es también una exploración filosófica sobre la realidad, la locura, el amor, la justicia y la condición humana.

20 frases ingeniosas de El Quijote

Don Quijote de la Mancha combina humor, tragedia y reflexiones profundas, y buena prueba de ello son las 20 frases que verás a continuación. Encontrarás frases de Don Quijote a Sancho y frases de Sancho a Don Quijote sobre la vida, la amistad y la naturaleza humana que se han convertido en imprescindbles:

  1. “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.”

Con la combinación del estudio y la experimentación es como realmente aprendemos. Reflexión y experiencia, pensar y sentir, escuchar y participar: todo forma parte del camino.

  1. “Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades.”

Pese a su visión idealista de la vida, Don Quijote hace en esta frase una reflexión muy terrenal sobre la naturaleza del sufrimiento humano y la importancia de tener paciencia.

  1. “Más vale una palabra a tiempo que cien a destiempo.”

Sancho Panza es quien pronuncia esta frase sobre cómo comunicarse bien, una muestra de su inagotable repertorio de refranes populares.

  1. “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se pasa.”

Una frase que nos recuerda la importancia de disfrutar el momento y apreciar todas aquellas pequeñas cosas que hacen nuestro día más feliz.

  1. “No hay en la tierra, conforme a mi parecer, contento que se iguale al alcanzar la libertad perdida.”

No hay mayor alegría que recuperar aquello que más nos pertenece: la libertad.

6.”Un buen amigo vale más que cien parientes.”

Otro refrán pronunciado por Sancho Panza, esta vez sobre la amistad sincera y verdadera, que vale más que cualquier vínculo de sangre.

  1. “La verdad adelgaza y no quiebra, y siempre nada sobre la mentira como el aceite sobre el agua.”

Aunque pueda ser atacada, la verdad siempre prevalece sobre la mentira.

  1. “Come poco y cena más poco, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago.”

Tal y como afirma Don Quijote, una dieta equilibrada y la moderación son la base para mantener una buena salud.

  1. “Cada uno es artífice de su propia ventura.”

De acuerdo con Don Quijote, todas las personas tienen la capacidad de elegir el rumbo de su vida.

  1. “En las desventuras comunes se reconcilian los ánimos y se estrechan las amistades.”

Las experiencias compartidas sirven para fortalecer el vínculo entre las personas.

  1. “LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS.”

Para Don Quijote, la libertad es un regalo divino, algo sagrado y esencial para la dignidad humana.2.

  1. “LA PLUMA ES LA LENGUA DEL ALMA.”

La escritura es una de las expresiones más profundas de nuestra alma y nuestros sentimientos.

  1. “AMISTADES QUE SON CIERTAS NADIE LAS PUEDE TURBAR.”

Las amistades basadas en la sinceridad, la confianza y el afecto perduran y resisten a lo que pase.

  1. “POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y SE DEBE AVENTURAR LA VIDA.”

Para Don Quijote, la libertad y la honra son dos valores tan importantes que justifican arriesgar o incluso perder la vida.

  1. “LA MISERICORDIA BRILLA MÁS QUE LA JUSTICIA.”

La misericordia no es solo un acto de bondad, es un principio moral que puede sanar las heridas que la justicia podría dejar abiertas.

16.”NO HAY REFRÁN QUE NO SEA VERDADERO, PORQUE TODOS SON SENTENCIAS SACADAS DE LA EXPERIENCIA.”

Por más simples que parezcan, todos los refranes encierran una verdad.

  1. “LAS TRISTEZAS NO SE HICIERON PARA LAS BESTIAS, SINO PARA LOS HOMBRES; PERO SI LOS HOMBRES LAS SIENTEN DEMASIADO, SE VUELVEN BESTIAS.”

El sufrimiento es parte de la condición humana, pero cuando es excesivo la persona puede actuar de forma irracional, casi como un animal.

  1. “MÁS SABE EL NECIO EN SU CASA QUE EL SABIO EN LA AJENA.”

Sancho Panza defiende con este refrán el sentido común sobre la erudición.

  1. “LAS ARMAS REQUIEREN ESPÍRITU COMO LAS LETRAS.”

Don Quijote compara aquí las armas con las letras, y argumenta que ambas requieren espíritu, pasión y dedicación.

  1. “LOS AMIGOS DEBEN MOSTRARSE EN LOS PELIGROS.”

La verdadera amistad no consiste en estar presente en los momentos dulces, sino en los difíciles.

VIVIR SIN MIEDO

Noemí Martín, periodista y escritora

Rafael Narbona es el profesor de filosofía que, probablemente, hubieras querido tener. Amable, didáctico, sensible y sabio, está convencido de que la filosofía puede ser una fantástica terapia para algunos de los males que nos afectan, como la tristeza y la apatía. Él, que sufrió depresión durante mucho tiempo, es el ejemplo claro de su eficacia. Para compartir sus grandes remedios filosóficos, ha publicado “Maestros de la felicidad” (Rocaeditorial), un viaje inspirador por la historia de la filosofía, lleno de hermosas reflexiones personales.

Mantener el ego a raya

La búsqueda de la felicidad ha sido una constante en la filosofía y sus precursores. Arquíloco, un poeta lírico griego, hablaba hace más de dos mil quinientos años de “no alardear de los éxitos ni hundirse ante los fracasos”. Tal vez habría que recordarlo en esta sociedad que vive tan rápido y tan preocupada por las apariencias.

Sí, se trata de un razonamiento muy actual porque, a veces, le damos demasiada importancia a la inmediatez. Hay que saber que el éxito puede ser instantáneo, pero también efímero porque hay mucha gente que triunfa y, rápidamente, cae en el olvido. Así que, más que el éxito, es importante el reconocimiento, el llegar a los demás. Y, para eso, es preciso mantener el ego a raya; conseguir que no se convierta en un tirano y nos pida aplausos constantemente. Si hacemos caso al ego, nos volvemos esclavos de cosas que no son esenciales. Porque lo esencial es el afecto de tus amigos y seres queridos.

Otra enseñanza enormemente positiva es la que nos regala Marco Aurelio: “Cuando te levantes por la mañana piensa en el privilegio de vivir, respirar, pensar, disfrutar, amar…”. ¿Podemos elegir convertirnos en personas optimistas?

El optimismo no es simplemente un estado de ánimo. Es una construcción, una manera de afrontar la vida, una creación del ingenio. Claro que se puede elegir ser optimista, pero, eso sí, el optimismo no debe confundirse con un sentimiento pueril. Ha de ser algo elaborado y premeditado que implique una valoración positiva de la existencia.

Vivir sin miedo

Esa intención y el estudio de los grandes filósofos le hizo ver la vida de otra forma en momentos oscuros. ¿Cómo le ayudaron, por ejemplo, Platón, Epicuro o el estoicismo?

De Platón aprendí a pensar que lo sensible y lo físico no es lo único que existe; que tal vez, más allá de la muerte, hay un horizonte donde nuestra finitud se transforma en una prolongación, en otra forma de vida. Que la esperanza nunca es una mala alternativa. Con los epicúreos comencé a cultivar los placeres sencillos, a soportar con paciencia la adversidad y, sobre todo, a no vivir con miedo.

También a no avergonzarme del placer, porque los placeres moderados proporcionan mucha calidad a la vida. Finalmente, con Marco Aurelio, además de aprender a obrar de forma ética y a no herir a los demás, cultivé la búsqueda de la paz en mi interior. Creo que dentro de cada persona hay un caudal de paz que muchas veces ignoramos y que nos puede ayudar a vivir mejor.

El psiquiatra Viktor Frankl, superviviente de los campos de exterminio nazi, recordaba también la necesidad de encontrarle un sentido a la vida.

Efectivamente. Viktor Frankl cita en su obra una frase de Nietzsche: “Quién tiene un porqué para vivir, encontrará casi siempre el cómo”. Cada uno encuentra el sentido de la vida en cosas distintas. Y, a veces, hay que aceptar que la muerte es necesaria, que es una fuente de renovación, pero ello sin que la muerte física vaya a representar la muerte definitiva; sin que vaya a hacer que desaparezca ese universo brillante que hay dentro de nosotros. La trascendencia hay que buscarla en la compasión, en la solidaridad y la fraternidad. Martin Buber decía que “Dios aparece cuando dos personas se miran a la cara y una de ellas nota que la otra está sufriendo y experimenta la necesidad de aliviar ese sufrimiento”. La trascendencia hay que encontrarla en ese precioso milagro, no poniéndose de rodillas delante de un altar.

busca tu comunidad

Reconoce la necesidad de actualizar esa espiritualidad que inaugura Platón, ¿Habría que hacer lo mismo con el significado de la vida contemplativa como fuente de bienestar que han defendido muchos filósofos?

La vida contemplativa no es la vida ociosa. La vida contemplativa de la que hablaban los pitagóricos es la dedicada al estudio, la meditación y la reflexión. El problema es que llevamos unas vidas en las que no tenemos tiempo para leer, escribir o hablar con la familia y amigos. El capitalismo es un pésimo modelo cultural: convierte a las personas en mercancías, pone el trabajo en el centro, invadiéndolo todo, y genera una sociedad desigual. Con más aislamiento y soledad.

Y el hombre es un animal social. Aristóteles mantenía que “la amistad es lo más necesario para la vida”.

Sí, nos hace falta vivir en grupo. No volver a la familia tradicional de la mujer en casa, sino buscar nuevas fórmulas. Es muy sano que los niños y los abuelos convivan. Incluso, tener relaciones comunitarias, como sucede en un pueblo de Extremadura que se llama Pescueza, donde se ha llevado a cabo un proyecto para que los mayores no estén solos. Deberíamos volver a esa dimensión comunitaria en la que las personas se cuidan unas a otras, donde hay espacios de encuentro y las puertas de las casas están abiertas a los demás.

Hábitos que destruyen tu autoestima

Cintia de la Paz

Descalificarse: pensar que una misma no vale para algo o no se le da bien, si es un pensamiento que se da de forma constante, hará que te sientas inútil, y al mismo tiempo provocará que no puedas cumplir con aquellas cosas que te propones. Es importante valorar la lista de habilidades de forma positiva, no exigirse tanto a una misma y darse tiempo para aprender.

Compararse con otros: otro hábito que hace que se destruya la autoestima es compararse constantemente con otras personas. Si se hace, siempre debe realizarse con un enfoque positivo, para tratar de motivarse y no para destruirse. Por lo general, el hábito de compararse sólo para resaltar defectos, complejos y seguridad, es la manera más rápida de acabar con la autoestima.

Exigirse demasiado: otro error habitual es el de ponerse metas excesivamente altas, ya sea por ambición o por lo aprendido en el seno familiar, ya que esto hace que habitualmente se conduzca hacia la frustración. Trata de hacer menos caso a lo que dicen los demás y fija objetivos realistas que puedas ir consiguiendo poco a poco.

Mentalidad negativa: tener una mentalidad negativa, llena de inseguridades y siempre pensando que algo va a salir mal, no te ayudará a tener una alta autoestima, sino todo lo contrario.

Auto compadecerse: también es un error hacerse la víctima y autocompadecerse, ya que es un hábito que no te lleva a ninguna parte. Todo el mundo tiene problemas de diferente tipo y no se victimiza. Es necesario afrontar los problemas con positividad y energía para reafirmar la imagen que tienes de ti misma.

El impacto silencioso de la parentificación

Esta conducta, que puede transmitirse de una generación a otra, puede afectar el desarrollo infantil y producir dificultades emocionales 

Por Lic. Sonia Almada

La parentificación es un fenómeno en el que los roles familiares se invierten, y los niños y niñas asumen responsabilidades que normalmente corresponden a los adultos, como cuidar a los padres, gestionar problemas familiares o proporcionar apoyo emocional desproporcionado. Este proceso puede interferir profundamente en el desarrollo de la subjetividad del niño y sus capacidades emocionales, afectivas y relacionales.

La palabra “parentificación” es posiblemente una adaptación del término inglés parentification. Por su parte, “parentalización” es un derivado formado a partir del verbo “parentalizar” (de parental, que significa ‘perteneciente o relativo a los padres o a los parientes’, y el sufijo -izar), al que se le ha añadido el sufijo -ción.

Y relató su infancia en Lobos. A causa de la crisis de 2001 la familia debió mudarse a esa localidad y su papá regresaba a casa solo dos veces por semana. Al tratar de dar cuenta de este padecer y de las herramientas con las que lo enfrenta, recuerda que desde pequeña quedó a cargo de una mamá con problemas depresivos, una vez que se separaran los padres.

La parentalización se clasifica en dos formas principales:

Parentalización emocional: los niños y niñas deben actuar como cuidadores emocionales de sus padres, proporcionándoles apoyo psicológico, atendiendo sus necesidades emocionales y asumiendo el papel de confidentes.

Parentalización instrumental: los niños y niñas asumen tareas prácticas y domésticas que normalmente serían responsabilidad de un adulto, como cocinar, limpiar, cuidar a hermanos menores o encargarse de asuntos financieros.

En ambos casos, los niños y niñas se ven obligados a asumir roles que no corresponden a su etapa de desarrollo, lo que puede generar sentimientos de ansiedad, culpa, y una pérdida de la infancia.

La parentalización afecta profundamente el desarrollo de los más chicos. Los vínculos tempranos con los cuidadores son fundamentales para la construcción de la identidad y el Yo. Cuando un niño debe asumir un rol parental, este proceso se interrumpe, y puede experimentar una confusión de roles, una carga excesiva y emociones que no tiene cómo metabolizar. Todo esto afecta su subjetivización y la infancia se interrumpe de algún modo.

En la parentalización, los niños y niñas se ven obligados a lidiar con ansiedades que están más allá de su capacidad para procesarlas, lo que puede llevar a defensas tempranas, como la represión, la identificación proyectiva y la disociación.

concepto de la “madre suficientemente buena” para describir un tipo de cuidado que, sin ser perfecto, satisface las necesidades esenciales del niño para su desarrollo.

En su trabajo, Winnicott resaltó la importancia de la relación entre la madre (o figura de cuidado principal) y el hijo en los primeros años de vida, subrayando que el cuidado maternal es fundamental para la construcción del sentido del self, de la continuidad del sí mismo del niño. Cuando esto se interrumpe por necesidades, crisis familiares, interrupciones del cuidado, abandono, violencia, enfermedad o muerte muchas veces los niños quedan en esta posición adultizada, donde se les exige que cumpla un rol muy difícil, cuidar de otro adulto o de otros niños.

Rocío, de 29 años, cuenta en sesión que padece ansiedad desde muy pequeña, reconoce que comenzó cuando a los 10 años debió quedarse a cargo de sus hermanos cuando su mamá los abandonó. El padre salía a trabajar y cuando regresaba por las noches se largaba a llorar a solas, pensando que sus hijos no lo escuchaban.

Los efectos en la vida de personas adultas que fueron parentalizados durante la etapa infantil han sido objeto de diversos estudios. Según una investigación realizada por Earley & Cushway (2002)), sugiere que “la parentalización durante la niñez tiene un impacto en el desarrollo de la identidad y la personalidad del individuo, en las relaciones interpersonales y en las relaciones con los propios hijos durante la edad adulta”.

En otra investigación realizada en EE.UU. con una muestra de 213 estudiantes universitarios, se comprobó la hipótesis de que los individuos que fueron parentalizados cuando eran niños eran más propensos a reportar síndrome del impostor en la adultez. “Estas son aquellas personas parentalizadas que, al llegar a la adultez, se sienten convencidas de que son un fraude y no merecen el éxito que han conseguido en sus estudios o trabajo” (Castro, Jones & Mirsalimi, 2004).

Una investigación Suiza (Dessoy 2005) reportó un análisis intergeneracional de historias de parentificación en una familia. El investigador describe una serie de configuraciones en las que se asocia la parentificación con el infantilismo, es decir, se hace referencia a la persistencia en el adulto, de características psicológicas de la infancia a causa de la vivencia de experiencias de parentalización.

Una estudiosa clave del tema de la parentalización es Lisa M. Hooper, profesora destacada en el campo de la educación, con una especialización en sistemas familiares, examinó la parentificación en familias disfuncionales y concluyó que la parentificación se asocia con una serie de problemas psicológicos a largo plazo, como la depresión, la ansiedad, el perfeccionismo y dificultades en las relaciones interpersonales en la adultez.

Gabor Maté, un médico y autor especializado en trauma y desarrollo infantil, ha escrito extensamente sobre el impacto de la adversidad temprana en el cerebro en desarrollo y el psiquismo infantil. Maté explica cómo las dinámicas familiares disfuncionales y las expectativas desproporcionadas pueden causar estrés crónico en los niños, lo que a su vez se refleja en problemas de salud física y mental en la adultez. Maté sostiene que los niños parentificados o parentalizados a menudo desarrollan patrones de comportamiento de complacencia y autoanulación, lo que puede llevar a enfermedades crónicas como resultado de la desconexión entre el cuerpo y las emociones reprimidas.

Al asumir roles adultos, estos niños aprenden a valorarse a sí mismos solo en función de su capacidad para cuidar, sanar, proteger a los demás, en lugar de por quienes son como individuos.

En los casos de los niños y niñas que son víctimas de violencia de género intrafamiliar es común encontrar proceso de parentalización, lugar donde se ubican para cuidar a su madre. Muchas veces son escudos de protección para su madre ante la violencia del agresor.

La pérdida de la inocencia y la despreocupación por los temas de adultos hace que estos niños y niñas se vean obligados a desarrollar estrategias sobreadaptadas de funcionamiento psíquico, lo que causa trastornos y enfermedades, como la ansiedad y la depresión, debido a la presión y exigencia constantes de asumir responsabilidades que superan su capacidad. También presentan dificultades en las relaciones: al no haber tenido la oportunidad de explorar relaciones de manera adecuada en su niñez, pueden tener problemas para establecer relaciones equilibradas en la adultez, a menudo cayendo en roles de cuidador o codependencia, así como en malestar y disconformidad consigo mismos.

Una de las sensaciones más frecuentes es la de insuficiencia, sentir que hicieron o son poco para el otro y la deuda perpetua de haber debido hacer más, y por ello desarrollan una autoexigencia que puede llegar puntos extremos.

Rocío, lo explica de esta forma: “Yo, hasta que no me sale perfecto, no puedo parar”.

La parentalización es una forma de abuso emocional y de maltrato infantil, si bien puede no ser siempre intencionada, deja cicatrices profundas en la estructura psíquica del niño.

Muchas veces, la parentalización se repite de una generación a otra, como un patrón inconsciente, y se producen procesos de parentalización que pueden afectar a sus hijos, esto debido a que ellos mismos pueden haber sido hijos parentalizados.

Es importante que, si las familias y cuidadores primarios sienten que sus experiencias infantiles aún generan dolor, puedan pedir ayuda en espacios terapéuticos para revisitar su historia y buscar una nueva posición subjetiva ante el dolor. Esto dará la posibilidad de sanar y de no repetir el ciclo de violencias.

* Sonia Almada: es Lic. en Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Magíster Internacional en Derechos Humanos para la mujer y el niño, violencia de género e intrafamiliar (UNESCO). Se especializó en infancias y juventudes en Latinoamérica (CLACSO). Fundó en 2003 la asociación civil Aralma que impulsa acciones para la erradicación de todo tipo de violencias hacia infancias y juventudes y familias. Es autora de tres libros: La niña deshilachada, Me gusta como soy y La niña del campanario.

Infobae Salud

¿Quisquilloso con la comida? Podría estar en los genes de tu hijo

Por HealthDay News – NYT

¿Se tira de los pelos por la frustración con su hijo quisquilloso con la comida? No culpes a tu estilo de crianza: es probable que la genética haya jugado un papel importante en sus hábitos alimenticios, según un nuevo estudio de gemelos.

La alimentación quisquillosa está influenciada principalmente por los genes, según los hallazgos, que se publicaron en la edición del 19 de septiembre de la revista Journal of Child Psychology & Psychiatry. Además, la alimentación quisquillosa es un rasgo estable que dura desde la niñez hasta la adolescencia temprana, añadieron los investigadores.

Los niveles promedio de irritabilidad alimentaria se mantienen relativamente estables entre los 16 meses y los 13 años de edad, alcanzando su punto máximo alrededor de los 7 años y disminuyendo ligeramente después de eso, encontraron los investigadores.

Las diferencias genéticas explican el 60 por ciento de la variación en la irritabilidad alimentaria a los 16 meses, y su influencia aumentó a un 74 por ciento o más a medida que los niños pequeños se convertían en preadolescentes, mostraron los resultados.

“La irritabilidad alimentaria es común entre los niños, y puede ser una fuente importante de ansiedad para los padres y cuidadores, que con frecuencia se culpan a sí mismos por este comportamiento o son culpados por otros”, señaló la investigadora principal, Zeynep Nas, investigadora postdoctoral del Colegio Universitario de Londres (UCL).

 “Esperamos que nuestro hallazgo de que comer quisquilloso es en gran medida innato pueda ayudar a aliviar la culpa de los padres. Esta conducta no es el resultado de la paternidad”, añadió Nas en un comunicado de prensa de la UCL. “Nuestro estudio también muestra que comer quisquilloso no es necesariamente solo una ‘fase’, sino que puede seguir una trayectoria persistente”.

En el estudio, los investigadores siguieron a 2.400 pares de gemelos hasta los 13 años. Los padres llenaban regularmente cuestionarios sobre las conductas alimentarias de sus hijos. La alimentación quisquillosa se define como una tendencia a comer solo una pequeña variedad de alimentos debido a la aversión a ciertas texturas o sabores, y a la renuencia a probar nuevos alimentos.

Para ayudar a desentrañar las influencias genéticas, los investigadores compararon gemelos fraternos, que comparten el 50% de sus genes, con gemelos idénticos que comparten el 100% de sus genes.

Resultó que los gemelos fraternos eran mucho menos similares en su alimentación quisquillosa que los gemelos idénticos, lo que apunta a una gran influencia genética en el comportamiento.

Los patrones de alimentación quisquillosos entre los gemelos idénticos también comenzaron a ser más diferentes a medida que los niños crecían, lo que indica que los factores ambientales comienzan a moldear las conductas alimentarias de los preadolescentes y adolescentes.

“Aunque los factores genéticos son la influencia predominante de la irritabilidad alimentaria, el ambiente también tiene un rol de apoyo”, señaló la investigadora sénior, Clare Lewellyn, profesora asociada de obesidad de la UCL. “Los factores ambientales compartidos, como sentarse juntos como familia para comer, pueden ser solo significativos en la niñez”.

“Esto sugiere que las intervenciones para ayudar a los niños a comer una gama más amplia de alimentos, como exponer repetidamente a los niños a los mismos alimentos con regularidad y ofrecer una variedad de frutas y verduras, podrían ser más efectivas en los primeros años”, añadió Lewellyn.

Los factores ambientales explicaron alrededor de una cuarta parte de las diferencias individuales entre los niños en lo que respecta a la alimentación quisquillosa, estimaron los investigadores.

“Aunque la alimentación quisquillosa tiene un fuerte componente genético y puede extenderse más allá de la primera infancia, esto no significa que sea fija”, señaló la investigadora sénior, Alison Fildes, académica de la Universidad de Leeds. “Los padres pueden seguir apoyando a sus hijos para que coman una amplia variedad de alimentos durante la niñez y la adolescencia, pero los compañeros y amigos podrían convertirse en una influencia más importante en las dietas de los niños a medida que llegan a la adolescencia”.

Más información: El Children’s Hospital of Philadelphia ofrece más información sobre cómo alimentar a un niño quisquilloso con la comida.

FUENTE: University College London,

*HealthDay Reporters © The New York Times 2024

¿ Cómo y qué elegimos comer en invierno?

Por Valeria Chavez

Guiso de lentejas, polenta, locro, no queda plato típico por probar si de levantar la temperatura corporal se trata. Pero, ¿es real que el organismo necesita más calorías? ¿Cuánto hay de mito en eso de que “el cuerpo pide” ese tipo de comidas?

La médica especialista en Nutrición, directora del Centro Dra. Katz y de la diplomatura de Obesidad en Universidad Favaloro y miembro de la Comisión Directiva de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), Mónica Katz (MN 60164) consideró que “es probable que un poco más de calorías se necesiten en invierno, pero es muy relativo, sobre todo en países como Argentina”.

Es que, según ella, “la mayor parte de la gente no trabaja todo el tiempo al aire libre”. “Con temperaturas como las de esta semana en Buenos Aires, por debajo de los diez grados, las personas en general se trasladan en colectivo, auto, subte, con lo cual en realidad en un país como el nuestro el requerimiento mayor calórico en invierno es un mito”, aseguró.

Dicho esto, agregó que “no quiere decir que en el invierno y con frío, con menos horas de sol, no haya mayor tendencia a quedarse adentro y comer, pero no es verdad que sea una necesidad calórica del organismo”.

Es más, de su conocimiento se desprende que “contrario a lo que se cree, en invierno es más fácil quemar calorías si se está expuesto al frío”. “Si se camina en la calle en días de frío como los de esta semana, el cuerpo tiene que hacer termogénesis, es decir, generación de calor para no hacer hipotermia”, explicó.

Y que sucede con las pocas horas de sol en el día.

“El acortamiento de las horas de sol afecta el llamado reloj biológico, que regula las funciones hormonales, metabólicas y conductuales, como el sueño y la alimentación, de manera particular en cada persona”, comenzó a explicar en este punto la médica integrante de los grupos de trabajo de Obesidad y de Cirugía Bariátrica de la SAN y directora de posgrados en la Universidad Favaloro Ana Cappelletti (MN 76523).

Según ella, “las variaciones en la producción de neurotransmisores como la melatonina y la serotonina influyen en el estado de ánimo”, y es por eso que “hacia el principio del invierno, muchas personas se sienten decaídas, sin ánimo, con falta de energía que recuperan cuando los días se alargan”.

En el mismo sentido opinó la médica especialista en Medicina Interna y Nutrición Marianela Aguirre Ackermann (MN 151.867), integrante del Grupo de Obesidad de la SAN y del Comité de Obesidad de la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD), para quien “la menor cantidad de horas de sol en invierno puede influir significativamente en la alimentación y en la tendencia a comer más. Este fenómeno se debe a varios factores biológicos, psicológicos y sociales que afectan el comportamiento alimentario”.

Para ella, “tener menor cantidad de luz solar tiene su efecto sobre el ritmo circadiano, lo que puede alterar los patrones de sueño”. Asimismo, y en consecuencia, la falta de sueño adecuada “puede aumentar los niveles de grelina (hormona del hambre) y disminuir los niveles de leptina (hormona de la saciedad), lo que puede llevar a la sensación de mayor apetito”.

Y tras asegurar que “el estrés relacionado con el clima frío y la menor cantidad de luz puede aumentar los niveles de cortisol”, la especialista destacó: “El cortisol elevado está asociado con un aumento del apetito, sobre todo de ‘carbograsas’, como chocolates, facturas, panificados, galletitas y el almacenamiento de grasa, especialmente en la región abdominal”.

Además, hay evidencia acerca de que la menor luz solar también puede aumentar la producción de melatonina, lo que puede provocar letargo y una tendencia a buscar alimentos reconfortantes para mejorar el estado de ánimo.

En algunos casos, el llamado trastorno afectivo estacional “se caracteriza por un estado de ánimo deprimido, necesidad de dormir aún durante el día, sedentarismo, aumento de la ingesta y del peso corporal -ahondó Cappelletti-. La consulta médica puede ayudar a generar estrategias conductuales para pasar mejor el invierno y, en ciertos casos, puede ser necesaria la terapia psicológica y/o una medicación”.

Recomendaciones para dar respuesta a las necesidades del organismo sin ganar kilos

De todo lo dicho, se deduce que las ensaladas son menos aceptadas en esta época. Sin embargo, es importante no reducir el consumo de verduras de todos los colores para fortalecer el sistema inmunológico para prevenir resfríos, gripes y cuadros respiratorios.

Y dado que como se vio, en general, el frío invita a pasar más tiempo en casa y a consumir comidas calientes para reconfortarse, este medio pidió a las especialistas algunas ideas para poner en práctica.

En ese sentido, Aguirre Ackermann recomendó que “las verduras también pueden emplearse en preparaciones tibias o calientes. Conviene elegir formas de cocción sencillas y evitar el agregado de grasas. En este sentido, una opción son las hortalizas y legumbres de la temporada que pueden consumirse en preparaciones como cazuelas o woks”.

“Se puede, por ejemplo, hacer un budín o un soufflé con huevos y claras y queso descremado, salseado o gratinado con verduras cortadas en concassé”, sugirió.

Según Cappelletti, “muchos pacientes refieren que en invierno es más difícil cuidar la alimentación, en especial el consumo de verduras, frutas y yogures”, por lo que aconsejó que “la sopa puede resultar una gran aliada y convertirse en una comida completa si tiene verduras, algún carbohidrato como papa, batata, choclo, legumbres, avena, arroz o fideos y una proteína como huevo o queso”. Infobae

También es posible sumarle beneficios para la salud si se le agregan “unas semillas procesadas y un poco de cúrcuma y pimienta”. Las combinaciones son infinitas y para todos los gustos”, resaltó la experta.

Asimismo, sostuvo que “la comida de olla, como los guisos, con alguna carne magra y verduras, o en su versión vegetariana, con vegetales, legumbres y algún cereal como arroz, quinoa o cebada perlada, también son una buena opción para el invierno”. Siempre prestando especial atención a que las verduras ocupen la mitad del volumen servido en el plato.

Y para saciar las ganas de algo dulce, si bien Cappelletti reconoció que “es ideal consumir las frutas crudas”, aseguró que “se pueden hacer compotas o mermeladas para consumo en el día con manzanas y/o peras de estación, para comer tibias con yogurt y algún fruto seco, tanto en el desayuno o merienda”.

Qué es el Síndrome de la Persona Rígida

Por Juan Manuel Godoy

Poco conocida y de gran complejidad, esta enfermedad autoinmune provoca rigidez y espasmos musculares, dificultando la movilidad y funcionalidad diaria de los pacientes

El síndrome de la persona rígida (SPR) es un trastorno neurológico poco común que ha suscitado un creciente interés en la comunidad médica por sus singulares manifestaciones y la dificultad que implica su diagnóstico. A menudo confundido con condiciones neurológicas más prevalentes como la esclerosis múltiple o el síndrome de Guillain-Barré, el SPR se caracteriza por síntomas que pueden imitar una variedad de enfermedades autoinmunes, lo que presenta un reto significativo tanto para pacientes como para profesionales de la salud.

Este síndrome es una enfermedad neurológica poco conocida y de gran complejidad que todavía no adquiere la relevancia merecida en el ámbito médico. Se trata de una condición cuyos síntomas progresan a lo largo del tiempo, afectando significativamente la calidad de vida de los pacientes. “De acuerdo con información de CNBC, se han reportado alrededor de 250 casos en los últimos 30 años”, lo que destaca su rareza pero también subraya la necesidad de mayor difusión y comprensión de esta enfermedad.

A diferencia de la esclerosis múltiple, que afecta predominantemente a mujeres jóvenes y es relativamente común, el SPR puede aparecer en individuos de diversas edades y presenta un patrón sintomático menos específico, lo que complica su identificación. La falta de conocimiento y la escasa prevalencia de este síndrome contribuyen a frecuentes diagnósticos erróneos, retrasando el inicio de tratamientos adecuados y afectando la calidad de vida de quienes lo padecen.

Qué es el síndrome de la persona rígida

Definido en inglés como stiff-man syndrome o SMS, y en español como SPR, esta enfermedad se distingue por sus efectos en el sistema nervioso central, aunque sus síntomas son principalmente neuromusculares. El síndrome de la persona rígida es una enfermedad autoinmune en la cual el propio sistema inmunológico del paciente ataca su cerebro y médula espinal.

Paul Bradbury explicó a CNBC, “se considera una enfermedad autoinmune ya que es el sistema inmune de la persona el que ataca su propio sistema nervioso central, al estilo de otras enfermedades como la diabetes, tiroiditis y anemia”.

Un aspecto notable es que la mayoría de los pacientes de SPR presentan anticuerpos contra la enzima ácido glutámico decarboxilasa (GAD), la cual es crucial en la producción del neurotransmisor inhibidor GABA (ácido gamma-aminobutírico). “La mayoría de los pacientes con síndrome de la persona rígida tienen anticuerpos contra la ácido glutámico decarboxilasa (GAD)”, informa CNBC. Este ataque autoinmune resulta en una sensibilización extrema al ruido y al tacto, provocando episodios de rigidez y espasmos musculares, principalmente en el tronco y extremidades.

Cuáles son los síntomas para identificarlo

Los síntomas característicos de esta enfermedad incluyen espasmos y rigidez muscular, que se manifiestan como reacciones exageradas ante estímulos como el ruido o el tacto. “Las personas con el síndrome pueden asumir posturas anormales”, afirma CNBC, incluyendo la tensión en las manos y la curvatura de la espalda. Estas manifestaciones influyen negativamente en la movilidad y funcionalidad diaria de los pacientes, exacerbando la necesidad de tratamientos adecuados.

Un dato relevante aportado por CNBC es que esta enfermedad tiende a manifestarse mayormente en mujeres y suele presentarse alrededor de los cuarenta o cincuenta años. La elección de palabras de Bradbury reitera la naturaleza progresiva de los síntomas, al enfatizar que “en todos los casos, fueron aumentando el nivel de sus síntomas de forma progresiva”.

Qué tratamientos son los más recomendados

El tratamiento del síndrome de la persona rígida suele centrarse en la inmudología e inclusión de medicamentos para gestión de los síntomas, aunque no existe una cura definitiva. Los terapias pueden incluir inmunoglobulina intravenosa, corticosterioides e inmunosupresores para reducir la respuesta autoinmune. Sin embargo, la eficacia de estos tratamientos varía considerablemente entre los pacientes, haciendo esencial el desarrollo de investigaciones adicionales y tratamientos personalizados.

Por tanto, es fundamental que la comunidad médica y el público general tomen conciencia sobre esta extraña y debilitante enfermedad. Cuanto mayor sea el conocimiento sobre el síndrome de la persona rígida, mejores serán las posibilidades de un diagnóstico temprano y un manejo más efectivo de sus síntomas.

Infobae salud

Dietas basadas en plantas

Por Marco Springman*

La contaminación del aire aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias y reduce el rendimiento tanto cognitivo como físico.

El sistema alimentario es una de las principales causas de la contaminación del aire, con impactos significativos en la salud humana. De particular importancia son las emisiones de metano y de amoníaco que se generan cuando se manipulan y aplican a los campos estiércol y otros fertilizantes. Adoptar una dieta más saludable probablemente sea una intención de muchas personas, lo que podría cambiar aquella ecuación, pero a menudo resulta difícil hacer esa transformación.

Sin embargo hay buenas razones para persistir en tomar decisiones deliberadas sobre lo que hay en el plato, porque no sólo afectan la propia salud, sino que también hacen lo propio con la del planeta.

La producción y el consumo de alimentos representan un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Si no se controlan, probablemente agregarían suficiente calentamiento adicional como para llevar la temperatura promedio de la Tierra a más de un aumento de 1,5°C en la década de 2060.

Actualmente, las investigaciones también sitúan la contaminación del aire en la lista de problemas causados por la agricultura. La cría de animales, en particular, es una fuente importante de emisiones de amoníaco que reaccionan con otros contaminantes para formar partículas finas, las que pueden causar problemas de salud como enfermedades cardiovasculares, cáncer de pulmón y diabetes.

Un estudio reciente, publicado en Nature Communications, revela que pasar de las dietas actuales a otras más saludables y basadas en plantas podría prevenir hasta 236.000 muertes prematuras en todo el mundo e impulsar el PIB global, simplemente mejorando la calidad del aire.

Dietas más saludables, aire más limpio

Según la Organización Mundial de la Salud, en 2019 hubo cuatro millones de muertes prematuras relacionadas con la contaminación del aire exterior. La agricultura es responsable de aproximadamente una quinta parte de estas muertes.

Los especialistas de este documento estudiaron qué pasaría con la calidad del aire si las personas de todo el mundo adoptaran dietas más saludables y mejores para el medio ambiente. Esto incluye opciones más flexibles con menos carne, dietas vegetarianas sin ella o veganas sin productos animales.

Los resultados muestran que cambiar hacia dietas basadas en plantas podría reducir significativamente la contaminación del aire. Las zonas con mucho ganado, como Bélgica, los Países Bajos, el norte de Italia, el sur de China y el medio oeste de Estados Unidos (en Iowa, por ejemplo, hay ocho cerdos por persona), verían reducciones particularmente pronunciadas en la concentración de partículas finas.

Los especialistas descubrieron que se podrían prevenir más de 100.000 muertes prematuras en todo el mundo mediante la adopción de dietas alternativas. Los beneficios para la salud derivados del aire más limpio se suman a los obtenidos al llevar una dieta más equilibrada.

Estas ventajas para la salud aumentan a medida que la gente come menos productos animales. Por ejemplo, si la mayoría de la población adoptara una dieta basada en planas , el número de muertes prematuras por contaminación del aire podría reducirse en más de 200.000. En Europa y América del Norte, la adopción de dietas veganas podría reducir las muertes prematuras por toda la contaminación del aire en aproximadamente un 20%.

El aire limpio es un aspecto importante, pero que a menudo se pasa por alto, en el entorno laboral. Las investigaciones han encontrado que la contaminación del aire reduce la productividad de los trabajadores en muchos trabajos diferentes, desde granjas hasta fábricas. Por ejemplo, los estudios han demostrado que la contaminación del aire afecta la productividad de los recolectores de arándanos y empacadores de peras.

Nuestras estimaciones sugieren que un aire más limpio puede tener un impacto positivo en la economía. Descubrimos que un cambio hacia dietas veganas podría aumentar el PBI mundial en más del 1%, una ganancia de 1,3 billones de dólares. Mejorar la calidad del aire es sin duda beneficioso para la salud y la economía. Los especialistas sostienen que, por lo tanto, los cambios dietéticos deberían incluirse firmemente entre las políticas de los gobiernos.

Adoptar más dietas basadas en plantas es una estrategia rentable para abordar las emisiones. Pero también disminuye la necesidad de inversiones costosas en equipos de reducción de emisiones para sistemas ganaderos, como depuradores que eliminan el amoníaco del aire.

Esta transformación de la dieta ofrece una amplia gama de beneficios más allá del aire limpio. Lo que incluye un menor riesgo de enfermedades relacionadas con el tipo de ingesta, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la del uso de la tierra, el agua y los fertilizantes para la agricultura. Lograr avances ambiciosos en todas estas áreas al mismo tiempo será un desafío si se confía únicamente en soluciones tecnológicas.

*Marco Springman es el primer autor y autor correspondiente del estudio e investigador del Instituto de Cambio Ambiental de la Universidad de Oxford en el Reino Unido. De la investigación también participaron los científicos Rita Van Dingenen, Toon Vandyck, Catharina Latka, Peter Witzke, Adrian Leip. La información contenida en este artículo periodístico se desprende de la investigación denominada “Los impactos globales y regionales del cambio dietético en la calidad del aire”, publicada en Nature Communications. Además del comunicado de prensa emitido por la Universidad de Oxford.

Fascitis plantar

Ejercicios para tratar la fascitis plantar

¿Qué es la fascitis plantar?

La fascitis plantar es una patología frecuente y muy invalidante que se caracteriza por la aparición de un dolor agudo en la zona de apoyo del talón. La característica principal es la aparición del llamado “dolor de primeros pasos” que aparece tras un periodo de reposo en el momento de dar los primeros pasos. Éstos son siempre muy dolorosos y, a medida que la zona entra en movimiento, el dolor va disminuyendo.

La fascitis plantar es una patología con una alta tasa de recaída y con un dolor presente durante muchos meses.

La aparición de la fascitis se ha relacionado con una alteración de la estructura de la inserción de la fascia plantar en el hueso calcáneo, pudiendo estar asociada o no una inflamación de la zona. El hallazgo más frecuente al realizar una ecografía es el engrosamiento de la inserción.

Entre los factores de riesgo asociados a la fascitis encontramos (i) la falta de fuerza en la musculatura intrínseca del pie y del tríceps sural (gemelo y sóleo) y (ii) una disminución de la flexión dorsal del tobillo. Para disminuir estos factores de riesgo mostramos 5 sencillos ejercicios que ayudarán a mejorar el dolor y a recuperar la fuerza necesaria.

Ejercicios para la fascitis plantar

Los siguientes ejercicios pueden ayudarte a tratar y aliviar el dolor de la fascitis plantar.

  1. Elevación de talones

Este ejercicio consiste en elevar ambos talones colocando los pies paralelos y con cierta separación, buscando la máxima altura posible.

El objetivo de este ejercicio es mejorar la fuerza de los gemelos y el sóleo.

  1. Elevación de talones con extensión de los dedos

Colocando una toalla enrollada de los dedos de los pies para provocar una elevación de estos, elevar ambos talones, buscando la máxima altura posible.

El objetivo de este ejercicio es aumentar el estímulo de tracción sobre la fascia plantar durante la elevación de los talones mediante la colocación de la toalla.

  1. Fortalecimiento de la musculatura intrínseca del pie

Colocando una toalla bajo el pie, tratar de agarrarla con los dedos y levantarla del suelo.

Este ejercicio tiene como objetivo la mejora de la fuerza de la musculatura de pie, de gran importancia en la propulsión hacia delante y en la estabilidad del pie.

  1. Subida a escalón con agarre de los dedos

Colocando el pie sobre un escalón y con una toalla debajo de la planta del pie, hacer fuerza con los dedos para agarrar la toalla y, al mismo tiempo, subir el escalón elevando la rodilla contraria.

Este ejercicio genera una activación de la musculatura de la planta del pie y de la pierna en un gesto funcional del día a día, ayudando a mejorar la coordinación de las estructuras implicadas en la fascitis.

  1. Movilización de flexión dorsal del tobillo

Colocando el pie a un palmo de la pared, tratar de acercar todo lo posible la rodilla, manteniendo el talón pegado al suelo.

Realizándolo de manera repetida, ayuda a mejorar la flexión dorsal del tobillo, un movimiento que se encuentra limitado en muchos de nuestros pacientes con fascitis plantar.

Tratamientos para eliminar la fascitis plantar

En Clínica DKF creemos firmemente en el abordaje multidisciplinar de la fascitis plantar. Los tratamientos que ofrecemos a nuestros pacientes con esta patología son:

Ondas de choque focales: Este tratamiento es realizado por la Dra. Freitag y tiene una tasa de éxito de casi un 80%. Es el tratamiento más indicado para la fascitis plantar y el que mayor beneficio produce en los pacientes dado su efecto analgésico, antinflamatorio y, sobre todo, biológico que favorece la regeneración del tejido.

Órtesis plantar: Dada la importante relación entre las alteraciones de la mecánica del pie y la aparición de la fascitis plantar, la realización de un estudio de la pisada para valorar la necesidad de generar una órtesis plantar individualizada es fundamental.

Fisioterapia: La recuperación de la función completa de la zona del dolor se consigue cuando todas las estructuras funcionan de manera coordinada y la estructura de la fascia plantar ha recuperado la capacidad de soportar la tracción generada en el día a día. Para ello, nuestros fisioterapeutas basan su tratamiento en el ejercicio terapéutico y se ayudan de la terapia manual para conseguir una recuperación óptima.

Publicado en: Aparato locomotor y reumatología

El amor en la madurez

Joan Garriga

Déjenme imaginar la vida como una danza continua, en la que todos sus movimientos sean creaciones y refinamientos de dos notas básicas: expansión y contracción, avance y retroceso, conquista y rendición, ganancia y pérdida, ascenso y descenso, vida y muerte. Permítanme además imaginar una vida como la mía o como la suya, como un viaje completo en el que, evolutivamente, en cada momento, nos toca encarar y vivir distintos deseos, temores, voluntades y tareas. Aunque sea obvio, recordemos que no es el mismo corolario de vida el que tenemos con veinte años que con sesenta, por ejemplo. Nos impulsan fuerzas y necesidades diferentes. Si a los 20 años nos estimula el futuro y el deseo de construir, a los sesenta la necesidad de dar sentido al pasado vivido y vivir gozosamente el discurrir de los días.

A veces, he imaginado a la vida, como un viaje de ascenso a lo alto de una montaña que culmina en la fase media de la vida, y luego nos queda el descenso. La primera es el tiempo joven de la conquista, en la que fecundamos la vida para que encaje con nuestros planes y deseos: fortalecemos nuestra identidad, edificamos un recorrido profesional, nos las vemos con los asuntos de pareja y criamos hijos o no, aportamos lo que tenemos a la vida, nos arrastra nuestra pasión por conocer y realizar, y seguimos con todas nuestras fuerzas los caminos por los que somos movidos. Con suerte, llegamos a lo alto de la montaña y gritamos a los cuatro vientos nuestros logros y éxitos, e invariablemente se nos devuelve un eco que nos dice que en verdad no tiene tanta importancia, que éste que llamamos Yo y al que consideramos el centro de todo, ahora se las va a ver con el descenso y con las perdidas, con la comprensión de que la vida es efímera y tiene un final, con la imagen dibujada en el horizonte de la propia muerte como estación de destino. Empieza el descenso y, con fortuna, si hemos cultivado un cierta sabiduría, entramos en una extraña paradoja: la de que perder y descender es suave y produce una sorprendente suerte de alegría y felicidad; la que viene de que ya no tenemos que preocuparnos tanto, y podemos exponernos al flujo espontáneo y confiado de la vida. Ya no tenemos que luchar y defender, y experimentamos la dulzura del desapego y una entrega mayor a la soberanía de la vida como es, por encima de nuestra voluntad personal.

Leonard Cohen dice que “Los pesimistas están muy preocupados porque quizá vaya a llover. Yo, en cambio ya estoy mojado”. A continuación añade: “Lo único que se acerca a un consuelo es el ‘Hágase tu voluntad’. Uno debe preguntarse hasta qué punto quiero convertir esto en el principio regidor de su vida: la idea de que todo se despliega en un mecanismo que te resulta imposible de entender. Y que lo tomas o lo dejas”.

Se suele decir que el amor joven es impulsado por la tiranía de la sexualidad con su imperativo certero de que disparemos nuestras flechas de vida hacia el futuro, que el encuentro de los amantes arde; que el amor de los adultos se convierte en un amor cuidado, que los amantes se han hecho padres y cuidan de su prole y del sostén; que el amor maduro es un amor que busca la compañía, el compartir y el cuidado, y goza de tranquilidad. Sin duda, la pasión, el cuidado y la compañía pueden estar siempre presentes en distinto grados en cualquier fase de la vida. También en el amor maduro importa, y mucho, el roce de los cuerpos, los cariños y la vivencia del placer. Y ya sería hora, además, de que pensáramos abiertamente que la sexualidad termina con la vida y que, incluso en la ancianidad, tiene su presencia en su forma particular y distinta del disloque hormonal juvenil.

El amor de pareja en la madurez encaja con el descenso de la montaña y cuando se ha ascendido con sentido, el descenso supone mayor libertad, tranquilidad, ligereza, desapego y entrega al presente… Los grandes planes ya fueron trazados, los grandes logros ya fueron realizados, los hijos ya fueron criados, y ahora podemos ser de nuevo un poco niños y vivir de nuevo lo que hay y lo que cada día nos trae “con un nuevo corazón tembloroso” como diría Neruda. Por otro lado las adversidades naturales de la vida han limado las aristas de nuestras pasiones y nuestro carácter, las desdichas nos han sensibilizado a una luz que la prosperidad estricta nos mantenía velada, y empezamos a entender el lenguaje del ser y no sólo de tener, el sabor del misterio y no sólo el de la propia voluntad, el gozo de lo incierto y no sólo su temor.

Surge una perspectiva madura, sabia, ondulada del amor. La mayoría de estudios coinciden en reconocer que el índice de felicidad es mayor en persona de entre cincuenta y setenta años. ¿A qué se debe? A un cambio de actitud más que a un cambio de las circunstancias. Y esto impacta en el ámbito de la pareja de manera que la rellena con frutos nuevos. Veámoslos:

Mayor pertenencia y fusión. A las parejas que acumulan muchas millas de amor logrado se les premia con una gracia especial, la de “ser un solo cuerpo”. Así lo expresaba un matrimonio mayor, tocados ambos por un evidente gozo de estar juntos: “a veces no sé si su pierna es mi pierna o la suya”, decía él. Una antigua fábula asiática explica que, cuando Dios hizo al hombre y a la mujer, al principio les dio un único cuerpo, lo cual satisfacía su deseo de fusión pero no el de autonomía, y reclamaron pidiendo dos cuerpos, y Dios se los concedió. A él un cuerpo de hombre, a ella uno de mujer. Se cuenta que, desde entonces, experimentan un profundo anhelo de volver a ser uno, dando incansables bandazos entre libertad y simbiosis. Sea como sea, el anhelo de pertenecer, formar parte y estar vinculado profundamente, es el mayor instinto de los seres humanos. Al principio a nuestros padres, después a nuestras parejas y a las familias que creamos, y por supuesto a nuestra pareja en la madurez.

Mayor entendimiento, comprensión y respeto. Si el viaje propio y también el común, ha sido verdadero y se han aprestado a desarrollarse como personas auténticas, ambos han aprendido el código de la tolerancia y el aprecio de lo ajeno, a sentir tan importante al otro como a uno mismo. Han flexibilizado sus creencias y sus mapas de la realidad y abierto el corazón a lo distinto. Si además acumulan muchas millas de amor logrado disfrutan de un gran almacén de actos comunicativos fértiles y esquemas de relación previsibles, que les dan reconocimiento y la seguridad de sentirse nuevamente en casa una y otra vez.

Mayor alegría, gozo y sentido del presente. Una progresiva relajación de nuestras pasiones, responsabilidades y objetivos, franquea la entrada a un progresivo e inesperado regreso a la tierra prometida del “presente”, que nos hace resonar con el viejo paraíso perdido del “presente” de nuestra niñez, cuando vivíamos más en el vivir y menos en nuestros pensamientos sobre el vivir. Con suerte, en la madurez, la mente se vuelve más silenciosa y más abierta a la alegría por nada de cada momento, que la vida tal como decide ser, nos sigue regalando. En la pareja empieza a edificarse una dimensión del amor, en la que amamos al otro no tanto por lo que nos produce, nos mueve o nos satisface, sino por ser como es y por estar ahí. Y los días se llenan de una actitud más gozosa.

“Inclinado en las tardes tiro mis tristes reddes a tus ojos oceánicos”, reza un poema de amor de Neruda. Quizá el amor maduro sea también un amor trascendente. En este amor, a través de los ojos oceánicos del otro, vamos más allá de él y abrimos esperanza, alma y corazón a un amor más amplio que abarca a todo y a todos. Y nos volvemos más y más altruistas y generosos. Y cerca del final sonreímos y seguimos plantando árboles de cuyos frutos otros comerán en nuestro lugar.

Esto es lo que hoy he imaginado, que no vivido, pues aún no siento que haya reunido méritos y años suficientes como para ingresar en plenitud en las filas de la madurez. Por lo que hace al ámbito de la pareja, sí que acumulo cicatrices propias suficientes, y miles de horas con las luces y sombras de otras parejas, como para entender un poco las bravuras de estos oleajes y desear, eso sí, las aguas tranquilas. Por eso lo he imaginado con optimismo, y tal y como lo he visto en algunas parejas afortunadas, con muchas o pocas millas de recorrido, con muchos hijos e historia detrás de sí, o con poca. He preferido obviar, en este relato, a los que se compactan con los años en lugar de algodonarse, a los que siguen conquistando en lugar de saber declinar con dignidad, a los que se imponen en la madurez y la vejez en lugar de saber morir un poco antes de morir del todo, y ganar en vida un poco de vida eterna –el presente maravilloso-, antes de que la eternidad nos engulla y acoja a todos por igual, con sus enormes brazos, como una gran madre.

Ciencia y salud

La importancia de los análisis genéticos para la detección de enfermedades poco frecuentes

Ocho de cada diez EPOF son de origen genético y pueden hallarse mediante biomarcadores presentes en el ADN. Por qué se debe realizar un seguimiento familiar y cómo son los nuevos análisis

Las enfermedades poco frecuentes, también denominadas como EPOF o EPF, suelen ser afecciones crónicas, complejas, progresivas, discapacitantes e, incluso, potencialmente mortales. En ese sentido, se estima que ocho de cada 10, es decir un 80%, son de origen genético. De este total, el 70% se manifiesta al nacer o durante la niñez. Incluso, se calcula que tres de cada 10 niños morirán antes de cumplir los 5 años. Ante estas cifras, la importancia de realizar análisis genéticos para la identificación de algunas de estas patologías es esencial.

 “El 80% de las enfermedades poco frecuentes posee un origen genético identificado, con implicación de uno o varios genes”, señalaron desde el Ministerio de Salud argentino, al tiempo que advirtieron que “los estudios de genética son múltiples y la elección de un estudio debe ser realizada por un médico genetista”, quien según “los antecedentes familiares, personales y el examen físico, elegirá en el marco de una consulta el estudio oportuno para cada paciente y/o familia”.

“Los análisis genéticos tienen por objetivo examinar el ADN, es decir la base de datos química que contiene instrucciones para el funcionamiento del cuerpo, para poder identificar cambios (mutaciones) en los genes que pueden ocasionar enfermedades y afecciones”, según explican desde la Clínica Mayo, al tiempo que resaltan que estos procedimientos pueden “aportar información importante para el diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades”.

Aunque este puede ser un primer paso muy importante, lo cierto es que la presencia de algún gen específico no se traduce, inmediatamente, en el desarrollo de la enfermedad, de la misma manera que un resultado negativo “no garantiza que no tendrás un determinado trastorno”, agregaron los expertos. En ese tono, indicaron que existe un amplio abanico de objetivos cuando se realizan estos procedimientos.

Son trastornos que afectan a 1 de cada 2.000 personas. En el Día Mundial de las Enfermedades Poco Frecuentes (EPOF), desde CAEME señalaron que existen 600 tratamientos para tratarlas, pero aún persisten las dificultades para acceder al diagnóstico

Los análisis de diagnóstico buscan confirmar la presencia de una enfermedad tras la aparición de síntomas relacionados con alguna patología genética y, en este caso, los expertos buscan determinar la presencia de “genes mutados”. Algunas de las patologías para las que se usan estos estudios son: fibrosis quística o la enfermedad de Huntington. Los presintomáticos y predictivos se realizan como respuesta a un antecedente familiar ante alguna enfermedad y evalúa las chances de desarrollarla.

Asimismo, los de detección de portadores se utilizan cuando existen antecedentes familiares de un trastorno genético (como anemia de células falciformes o fibrosis quística) o si se pertenece a un grupo étnico con riesgo alto. Los prenatales se efectúan durante la gestación y busca identificar anomalías en los genes del bebé. En el recién nacido se realiza un examen, una pesquisa como se la llama en la Argentina, para identificar anomalías genéticas y metabólicas que causan enfermedades específicas. Por último, están los preimplantacionales, que se realizan cuando se busca concebir mediante fertilización in vitro y se efectúa sobre los embriones.

En la actualidad, el laboratorio genético GENERA anunció que, desde el 15 de febrero, se incorporaron tres enfermedades a sus pruebas genéticas. Se trata de melanoma, leucemia linfocítica crónica y carcinoma de células basales.

Según detallaron, los expertos investigaron sobre las mutaciones genéticas relacionadas con seis nuevas condiciones y patologías: hipercolesterolemia familiar, abetalipoproteinemia, retinitis pigmentosa autosómica recesiva, tirosinemia tipo I, hiperinsulinismo familiar y síndrome de Pendred. Al tiempo que identificaron que la combinación de genes específicos puede influir en la predisposición ante ciertas enfermedades.

Las Enfermedades Poco Frecuentes afectan a 300 millones de personas en todo el mundo

Debido a que el origen de muchas de ellas aún se desconoce y los síntomas suelen ser similares a otras patologías comunes, en la mayoría de los casos llegar al diagnóstico puede llevar entre cinco y diez años

 “El carcinoma basocelular es el tipo más frecuente de cáncer de piel. A pesar de presentar baja letalidad, es una lesión de difícil cicatrización que aparece en las células basales y se encuentra en la capa más externa de la piel, especialmente en las zonas del cuerpo más expuestas a la radiación solar, como cara, cuello, cuero cabelludo y hombros”, señalaron desde el laboratorio genético.

En tanto, en lo respecta a la leucemia linfocítica crónica, también conocida como LLC, indicaron que se trata de “un tipo de cáncer causado por el crecimiento incontrolado de linfocitos, células producidas en la médula ósea cuyo objetivo es defender al organismo. La enfermedad afecta principalmente a personas de edad avanzada, sobre todo mayores de 70 años, y es poco frecuente entre niños y adolescentes”.

Por último, el “melanoma es un tipo de cáncer que se origina en las células que producen melanina, sustancia que determina el color de la piel. Puede aparecer en forma de granitos, manchas o lunares por el cuerpo, principalmente en el pecho, la espalda, el cuello y la cara y, con menor frecuencia”, siendo que “su incidencia aumenta a partir de los 15 años”.

Por otra parte, vale destacar que desde el Ministerio de Salud argentino destacaron la importancia de realizar análisis genéticos en los familiares de aquellos pacientes con EPOF. “Como el 80% de las enfermedades poco frecuentes son de causa genética, este cambio puede ser heredado de alguno de sus padres (madre o padre), de ambos padres, o bien presentarse como un evento nuevo (lo que llamamos “de novo”), es decir, el primer afectado en la familia”.

“Que la enfermedad sea rara no significa que la familia no está en riesgo de que el evento se vuelva a repetir”, señalaron desde la cartera sanitaria y destacaron que “es necesario identificar la causa genética, generalmente a través de estudios específicos indicados por un médico genetista”. Gracias a este proceso, indicaron, se puede diagnosticar la enfermedad y asesorar al individuo y su familia. “Un asesoramiento adecuado atenúa los sentimientos negativos que caracterizan estas situaciones y permite orientar las decisiones de forma consciente, optimizando los recursos disponibles para cada caso, evitando los costos de un curso errático basado en la desinformación, tanto desde el punto de vista afectivo como sanitario”, concluyeron.

Infobae