"El principio de la educación es predicar con el ejemplo" Turgot

¿En qué postura piensas?

Nazareth Castellanos, neurocientífica: “Tumbados pensamos peor y se amplifican nuestros problemas”

Por Elisabet Silvestre – Doctora en Biología

Con una brillante carrera científica con estadías en el Kings College de Londres y el Max Planck de Frankfurt, Alemania, Nazareth Castellanos es directora de investigación del laboratorio Nikara y cátedra extraordinaria de Mindfulness y ciencias cognitivas de la Universidad complutense de Madrid.

A su labor como investigadora, se une su gran aportación a la divulgación de las neurociencias. Visita Barcelona para presentar su libro Neurociencia del cuerpo (Ed. Kairós) y aprovechamos para conocernos y hacer la entrevista.

Qué impacta en el cerebro

– ¿Que le ha aportado la neurociencia?

-Yo he ido aprendiendo mucho de mí; de hecho, era un poco lo que yo buscaba hacer: una neurociencia que me sirviese a mí en mi día a día. Las investigaciones ciertamente aportan muchas cosas bonitas, resultados que después se pueden aplicar a la práctica clínica, pero luego, yo me preguntaba cómo incorporar lo estudiado en mi día a día.

Mis estudios me han ayudado a conocerme un poco más, como vía de autoconocimiento. He aprendido mucho y me he reconciliado con el cuerpo. Antes, veía un poco el cuerpo como un instrumento que lleva la cabeza, y la cabeza era la pensante. Ahora, a través de mis investigaciones, ambos son protagonistas.

– ¿Qué ha aprendido al considerar el cuerpo?

-Mucho, sobre la postura corporal, los gestos faciales, la respiración y la alimentación, por ejemplo, y cómo impacta el cerebro en la percepción de la información y en su funcionamiento.

¿En qué postura piensas?

-Empecemos por la postura…

-En general, cuando nos vamos a descansar, es un momento en el que solemos dar vueltas a los problemas, intentamos buscar soluciones a aspectos del día a día… Pues bien, ahora sabemos que cuando nos acostamos, cuando estamos tumbados, tenemos menos recursos neuronales, y entonces no solo pensamos peor, también amplificamos los problemas.

Sabemos que la postura incide en el proceso del pensamiento, y este es un ejemplo de cómo yo he incorporado el conocimiento de la neurociencia en mi día a día. En relación a la postura, he incorporado que, para pensar, mejor estar incorporada, sentada.

-Así, el rumiar tumbado en la cama o hacer terapia en el diván activa áreas diferentes del  cerebro…

-Cuando no podemos conciliar el sueño, son comunes los momentos de rumiación, sí.

En esta situación se activa, sobre todo, la red de saliencia en el cerebro, vinculada a la atención y también a otros procesos cognitivos. En esas noches de mucho diálogo interno espontáneo, de mucha rumiación, que casi se torna en obsesiva y muy emocional, se percibe todo como muy amplificado. Después, a lo largo del día, ya relativizamos y vemos que quizás no había para tanto, y se revisan las decisiones.

El cerebro interpreta la postura y actúa en consecuencia. Al encoger los hombros, por ejemplo, el cerebro lo interpreta como estresante y en ese momento ya está activando estructuras cerebrales en mí diferentes de si están relajados; o si estamos más encorvados, se activan áreas de la tristeza. En el día a día, cuando practicas con la postura, estás haciendo que el cerebro se crea que estás más relajado, con menos estrés. Y, no solo la postura, también influye la cara, sus gestos.

La cara te revela cómo estás

-Cuéntenos, ¿qué dice la cara de nosotros?

-Darse cuenta de cómo está mi cara es algo a lo que también he aprendido a prestarle atención. Nos enseñan a que hay que sonreír todo el día, y yo huyo mucho de eso. Prefiero hablar de pacificar. Hay momentos en la vida que no me piden una sonrisa y prefiero ser congruente. Sin embargo, incluso en esos momentos podemos pacificar la cara y entonces interviene mucho toda la musculatura, en especial la ocular.

-¿Se pacifica también la mirada?

-Sí, pacificar la cara es pacificar la mirada y la boca, y al pacificarla cambia mucho la percepción, y entonces la postura también. Si tomas conciencia de ello, verás que, al relajar los ojos y la boca, se dibuja una sonrisa. Por el contrario, si tengo una cara enfadada, el cerebro activa mecanismos de enfado.

– ¿Los gestos nos delatan?

-Los ojos y la boca saben antes que el cerebro. El hecho es que, antes de enviarse la información al cerebro, se proyecta en la musculatura facial. Por eso, de alguna forma, estar atentos a los gestos y tener esa conciencia de los movimientos de la cara te ayuda a conocer eso que está pasando en ti.

Conocerse antes de actuar

– ¿Podemos prepararnos para lo que vendrá?

Para que una emoción se exprese, primero tienen que suceder los mecanismos preparatorios, y el cuerpo da pistas de esos procesos que ocurren de modo inconsciente. Como indica un estudio realizado en la Universidad de Berlín, incluso hay un cierto tiempo en el que podemos abortar ese proceso.

Tener conciencia corporal permite conocer antes de que el cerebro actúe y ser ayuda ante una situación de estrés, miedo, etc… Haciendo un símil con el despegue de un avión, incluso se puede frenar y abortar el despegue, anticiparnos a ese momento de no retorno, cuando el avión ha alcanzado los 300 kilómetros por hora y ya solo puede despegar, sin posibilidad de frenar.

-De la cara, ¿la nariz sería la gran olvidada?

-Completamente. El gran descubrimiento es conocer que la respiración nasal tiene muchas ventajas frente a la bucal, empezando por el sistema inmune. Al inspirar por la nariz, el aire pasa por los filtros que lo limpian y atemperan. En cambio, cuando se inspira por la boca, esto no ocurre, no hay esos filtros, y el aire impacta directamente sobre los adenoides, que tienen que hacer de filtro de los patógenos y se empieza a inflamar.

-¿Y cómo incide respirar por la nariz en el cerebro?

-Desde el punto de vista cerebral, cuando respiramos por la nariz se activan ciertas áreas que el cerebro sincroniza y reordena, y entonces hace que tengamos mayores recursos neuronales. Por ejemplo, respirar por la nariz activa la memoria; y cuando la información que recibimos coincide con la inhalación, hay más probabilidades de ser recordada que si llega mientras soltamos el aire.

Un estudio de la Universidad de Tokio vio que había una conexión directa entre el bulbo olfativo y el hipocampo; por tanto, es el olfato el sentido que más capacidad tiene de hacernos evocar un recuerdo, mucho más que la vista.

La importancia de las caricias

-Háblenos del tacto…

-Pues, últimamente me estoy empapando de la literatura científica sobre las caricias. Desde el punto de vista neuronal no le damos mucha importancia al tacto, pero sabemos que el impacto que tiene una caricia, un tacto suave y lento, tiene un poder analgésico, y además incide sobre las estructuras que están más implicadas en la idea de uno mismo. Por ejemplo, cuando nos tocamos la cara se activan las ínsulas, las zonas del cerebro donde uno se reconoce a sí mismo, y de ese modo, ese gesto nos está dando otra visión de nosotros. Mis estudios van en la línea de humanizar la medicina, de conocer cómo afecta la caricia frente al dolor o a los nervios de afrontar una prueba diagnóstica, por ejemplo.

-La medicina precisa de este conocimiento…

-Creo que en muchos sentidos está obsoleta, muy alejada de la biología y del cuerpo, incluida la psiquiatría. Incluir los hábitos nutricionales y el ejercicio es clave para la salud física y mental.  Ambos aspectos tienen que ir de la mano para avanzar. Una vida sedentaria y una alimentación rica en procesados repercute en el deterioro de la salud mental.

-Para finalizar, un hábito de autocuidado…

-Bailar. Sin duda, bailar. Es la mejor forma de cuidar el cuerpo y la mente, una buena medicina preventiva, fortalece las conexiones neuronales y promueve un envejecimiento más saludable.

Pondría a bailar a los niños y las niñas en la escuela, a los adultos, aunque solo fuera diez minutos al día. Si además se baila en grupo, se acompasan los corazones, se favorece la comunicación y se mejora la resistencia al dolor.

Bailar y meditar unos minutos al día es una forma de cuidarnos y de conocernos mejor.  

cuerpomente

Wu Wei: el arte de no hacer

Francesc Miralles

Saber cuándo es mejor no hacer nada o cuando hay que parar es la base del wu wei y también el mejor antídoto contra la hiperactividad, el ruido mental y las malas decisiones.

En una ocasión fui invitado a un congreso de mindfulness y un médico que daba una ponencia me confesó: «El gran problema de nuestro mundo es que uno es lo que entrega. Nos miden por aquello que hacemos, no por lo que somos».

Solo cuando pasamos del «modo hacer» al «modo ser» salimos del piloto automático y recuperamos la libertad para vivir, decía Guady Ruiz-Giménez en El arte de envejecer bellamente. En sus propias palabras: «La atención del modo hacer es rápida, involuntaria, intuitiva y motivada por impulsos y emociones; mientras que el modo ser utiliza una atención voluntaria más lenta, reflexiva y esforzada. Es el asiento del autocontrol consciente, del aprendizaje y la planificación localizados en la corteza prefrontal».

Beneficios de pasar del modo hacer al modo ser

Guady también cita la guía práctica Mindfulness, en la que los profesores Williams y Penman presentan los beneficios que disfrutamos si pasamos del hacer al ser:

Dejamos de actuar automáticamente y recobramos nuestra capacidad de elección.

En vez de juicio hay aceptación.

Conseguimos cambiar la tendencia a analizar por la de sentir.

Dejamos de identificamos con nuestros pensamientos.

Reconocemos y aceptamos las emociones en lugar de evitarlas.

Recuperamos toda nuestra energía personal.

Vivimos en presente, ya no nos proyectamos al pasado o futuro.

¿Por qué tenemos miedo a no hacer nada?

En historia del arte se habla del horror vacui para referirse a nuestra tendencia a llenar todos los huecos –en el arte y en la vida–, como si los espacios en blanco fueran trampas mortales en las que pudiéramos desaparecer. En la actualidad, esto se traduce en calendarios a reventar, algo que afecta incluso a los niños, que, según la psiquiatra Marian Rojas, «tienen agendas de ministros».

¿Por qué nos da tanto miedo no hacer nada? ¿Tememos que acudan a nuestra mente preguntas incómodas? ¿De dónde viene la fiebre de aprovechar cada hueco temporal, como si la vida se nos escapara de las manos?

Wu wei: la utilidad del no hacer

En el poema XI del Tao Te King, Lao Tse explica con gran belleza la utilidad del vacío: «Treinta radios convergen en el centro de una rueda, / pero es su vacío lo que hace útil al carro. / Se moldea la arcilla para hacer la vasija, / pero de su vacío depende el uso de la vasija. // Se abren puertas y ventanas en los muros de una casa, / y es el vacío lo que permite habitarla. / En el ser centramos nuestro interés, / pero del no-ser depende la utilidad.»

Como en el cuento del maestro y la taza de té, para poder llenarnos de algo nuevo, primero tenemos que vaciarnos. Y eso implica no hablar, no decidir, no hacer: esa es la base del wu wei.

Es erróneo creer que el «no hacer» es una invitación a la pasividad, la pereza o la apatía. Al contrario, supone tener suficiente conciencia para saber cuándo actuar y cuándo no, cuándo nuestra acción puede ser contraproducente y, por tanto, conviene no forzar el curso de las cosas. Este concepto está en el corazón del taoísmo, que nos dice de forma misteriosa que el Tao nunca lleva a cabo ninguna acción, pero que tampoco deja nada por hacer.

¿En qué situaciones es mejor no hacer nada?

En su libro Tener suerte en la vida depende de ti, Xenia Vives dedica un apartado al wu wei e identifica algunas situaciones cotidianas en las que es preferible no hacer:

Cuando estalla una discusión y los nervios nos impiden reconducir la conversación, lo mejor es dejar el tema y retirarse sabiamente. Ya habrá tiempo para hablar cuando se calmen las aguas.

Si te embarga la ira o la decepción, puedes sentir la tentación de mandar un mensaje airado. Un email o un WhatsApp fuera de tono en un momento de acaloramiento puede destruir años de confianza. Un proverbio chino recomienda: «Cuando estés molesto no escribas cartas, y cuando estés feliz no prometas nada.»

En cualquier tesitura de caos y hostilidad, cuando todo está tan confuso y crispado que no se ve claro el camino a seguir, a veces actuamos a la desesperada y es cuando las cosas se estropean definitivamente. Si el sendero se ha cubierto de niebla, párate y espera. Ya retomarás la marcha cuando se aclare. De nuevo la sabiduría china nos dice: «Siéntate a la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo».

No-hacer para reponer la energía mental

En la cultura occidental, relacionamos el arte de no hacer con expresiones como el dolce far niente de los italianos. Sin embargo, también en países tan industriosos como Holanda hay una palabra para describir ese estado. En neerlandés, el niksen es algo más que «no hacer nada», sirve para recargar pilas y para abordar problemas que el fragor de la actividad nos impide resolver.

El solo hecho de descansar, sin forzar soluciones, ya crea ese vacío tan fértil del que hablaba el Tao Te Ching. Mirar por la ventana o tomarse un respiro ayuda a reponer nuestra energía mental y a superar los bloqueos propios del agotamiento. Sandi Mann, psicóloga de la universidad UCLAN, afirma: «La inactividad deja que la mente busque sus propios estímulos, es ahí que empezamos a soñar despiertos y la mente comienza a vagar, y es en ese punto cuando hay más probabilidades de que nos llegue la creatividad.»

Lógicamente, entre la hiperactividad frenética y la pausa absoluta existe una vía del medio, lo cual es también un concepto muy oriental. La sabiduría del ser humano radica, justamente, en saber cuándo hay que actuar y cuándo descansar; en qué momento conviene sintonizar el modo hacer, y en cuál, el modo ser.

Para discernirlo contamos con la ayuda del economista y político italiano Vilfredo Pareto, quien ya en 1906 sugirió que el 80% de los efectos proceden del 20% de las causas. Este cálculo fue aprovechado por teóricos como el ingeniero Joseph Juran para enunciar el famoso Principio de Pareto.

Si el 80% de los beneficios los obtenemos del 20% de nuestra actividad, ya tenemos un valioso baremo para saber cuándo conviene actuar y cuándo es mejor renunciar. Algunos ejemplos:

Un free-lance con muchos clientes puede detectar el 20% que le aporta más valor económico o satisfacción, y así liberase del 80% restante a fin de generar más espacio para clientes de calidad.

Si descubrimos el 20% de actividades de nuestro tiempo libre que nos dan más placer o realización, podemos elegir y decir no a compromisos que nos llenan la agenda, pero no el corazón.

Cómo ponerse en modo pausa

Al igual que un motor necesita de cierto tiempo para bajar de 100 a 0, para una persona hiperactiva frenar de golpe puede ser contraproducente, ya que al principio se sentirá desorientada. Es mejor introducir pequeños objetivos de descompresión, como conquistar una tarde libre a la semana e ir aumentando las pausas.

Marcelo Estráviz explica en su libro El poder de la pausa que las grandes transformaciones de su vida tuvieron lugar tras tomarse un año sabático. Un parón de este tipo requiere de preparación, empezando por la provisión de fondos para el tiempo que estemos sin trabajar, con el margen necesario hasta que vuelvan los ingresos.

«¿Por qué tienes tanta prisa?», preguntó el maestro a un discípulo muy agitado. «Busco el conocimiento», respondió, «no puedo perder tiempo». «¿Y cómo sabes que el conocimiento va por delante de ti? Quizá va detrás, y todo lo que necesitas para encontrarlo es quedarte quieto. Al apresurarte te estás alejando».

La ausencia de mensajes es casi un tabú en nuestro mundo saturado de información, sobre todo si estamos en compañía. En lugar de decir cualquier cosa porque estamos con alguien, podemos compartir el silencio hasta sentirnos cómodos con ello. Eso revela un grado de intimidad mayor que «hablar por hablar».

Mañanas sustentables

Por Damian R Natalichio

Dicen que todo viaje comienza con un solo paso, y crear un mañana más verde no es diferente. Las decisiones que tomamos hoy—cómo vivimos, compramos y gastamos—moldean el futuro de nuestro planeta. A veces puede parecer abrumador, pero la verdad es que incluso pequeños cambios pueden tener un gran impacto.

Ya sea reduciendo los desechos, conservando energía o adoptando hábitos ecológicos, hay mucho que podemos hacer para proteger el medio ambiente. ¿La mejor parte? Estos cambios suelen ser simples y fáciles de implementar.

¿Te interesa saber cómo puedes marcar la diferencia? Sigue leyendo para descubrir consejos prácticos y efectivos para hacer tu rutina diaria más sostenible.

Adopta una mentalidad de “Compra menos, compra mejor”

La moda rápida y los productos desechables son grandes contribuyentes a la contaminación y el desperdicio. Por eso, tus hábitos de compra juegan un papel importante en la sostenibilidad.

En lugar de comprar más, céntrate en comprar mejor. Invierte en artículos de alta calidad que duren más tiempo, incluso si cuestan un poco más al principio. Esto aplica a todo, desde ropa hasta artículos para el hogar.

Además, considera apoyar marcas que prioricen la sostenibilidad. Muchas empresas ahora ofrecen productos ecológicos fabricados con materiales reciclados o sostenibles. Busca certificaciones como Comercio Justo (Fair Trade) u Orgánico, que garantizan prácticas éticas y respetuosas con el medio ambiente.

Al ser consciente de lo que compras, no solo reduces el desperdicio, sino que también fomentas que las industrias adopten prácticas más sostenibles.

Realiza transferencias internacionales de dinero en línea

Quizás no lo pienses, pero la forma en que envías dinero puede tener un impacto en el medio ambiente. Los métodos tradicionales a menudo requieren formularios en papel, visitas presenciales y procesos que consumen mucha energía, dejando una huella de carbono significativa.

Las transferencias de dinero en línea son una alternativa más ecológica. Esto elimina la necesidad de papeleo y reduce los viajes frecuentes a bancos u oficinas.

Al optar por transferencias en línea, ahorras tiempo, reduces desperdicios y das un paso hacia prácticas financieras más sostenibles.

Adopta artículos reutilizables para reducir los desechos de un solo uso

Los productos de un solo uso son convenientes, pero generan una montaña de residuos. Cambiar a alternativas reutilizables es una de las formas más sencillas de marcar la diferencia.

 

Empieza con lo básico: lleva una botella de agua reutilizable, usa tus propias bolsas de compra y guarda tus comidas en recipientes reutilizables. Si eres amante del café, invierte en un termo y evita los vasos desechables.

También puedes reemplazar el plástico de envolver con envolturas de cera de abeja y usar bolsas de silicona en lugar de bolsas tipo zip-lock. Estos pequeños cambios no solo reducen los desechos, sino que también te ahorran dinero a largo plazo. Además, son una excelente manera de inspirar a otros a adoptar hábitos más ecológicos.

Crea una biblioteca digital

Pasarte a una biblioteca digital es una forma sencilla de reducir residuos y ahorrar espacio. En lugar de comprar libros o revistas físicas, prueba con libros electrónicos o audiolibros. Muchas bibliotecas ofrecen acceso gratuito a recursos digitales, para que puedas tomar prestados títulos sin salir de casa.

Los libros digitales no requieren papel, impresión ni envío, lo que ayuda al medio ambiente. Además, son portátiles: puedes llevar cientos de títulos en tu teléfono o lector electrónico. Y lo mejor es que ahorras dinero al pedir prestado en lugar de comprar.

Explora aplicaciones y plataformas como OverDrive o Libby para acceder a la colección de tu biblioteca local. Al crear una biblioteca digital, disfrutas de infinitas opciones de lectura mientras reduces tu huella ambiental. Es un pequeño cambio con un gran impacto.

Practica los Lunes sin Carne (¡o más días!)

Optar por comidas a base de plantas incluso un día a la semana puede marcar una gran diferencia para el planeta. La producción de carne consume grandes cantidades de agua, energía y tierra, además de contribuir a las emisiones de gases de efecto invernadero. Al evitar la carne los lunes—o cualquier día—ayudas a reducir este impacto ambiental.

Además, es más fácil de lo que piensas disfrutar de una comida sin carne. Cambia los tacos de carne por tacos de frijoles negros o prueba un salteado de vegetales en lugar de pollo. Experimentar con recetas basadas en plantas también puede ser divertido y te permitirá descubrir nuevos sabores.

Con el tiempo, podrías incorporar más comidas sin carne a tu rutina. Cada pequeño paso cuenta, y practicar los Lunes sin Carne es una manera sencilla y deliciosa de comenzar a construir un estilo de vida más sostenible.

Conclusión

Crear rutinas ecológicas no requiere un cambio radical en tu estilo de vida. Se trata de hacer pequeños cambios significativos que, con el tiempo, suman un gran impacto. Recuerda, las decisiones que tomas hoy importan. ¿Por qué no empezar ahora? Elige uno de estos consejos y hazlo parte de tu rutina diaria. Juntos, podemos crear un futuro más brillante y saludable para nosotros y para el planeta.

Lactancia y regreso al trabajo

Por Paola de los Santos*

Durante agosto, Mes de la Lactancia, conversé con mi comunidad de seguidores en Instagram acerca de sus experiencias con la lactancia, el apoyo que habían recibido, si se habían sentido contenidas por su entorno y si habían podido lactar tras su regreso al trabajo, ya sea una vez terminada su licencia o cuando retornaron, en el caso del trabajo informal o independiente, situación sumamente frecuente en nuestro país.

 “Respecto de mi camino con la lactancia, sobre todo recibí críticas, opiniones no pedidas y comentarios hirientes”. “Sobre la extracción de leche en mi trabajo, pedí un lugar higiénico, pero no me lo dieron, me sacaba en el baño”. “Sobre la licencia por maternidad, solo tuve lo que establece la ley: un mes y medio antes y un mes y medio después”. Estos son solo algunos de los testimonios compartidos en redes sociales sobre este tema durante este mes de la lactancia.

Me relataron experiencias de las más variadas, muchas valorando el rol de su pareja y de sus colegas de trabajo, aunque se presentó un factor común, un aspecto sobre el que debemos poner particular atención: la mayoría no encontró en sus lugares de trabajo contención y un espacio preparado para extraerse leche y conservarla, lo que se llama formalmente un lactario.

En esta misma línea, una encuesta que llevó adelante la consultora Voices unos años atrás arrojó que 8 de cada 10 mujeres manifestaron que les resultó difícil combinar lactancia y trabajo. De hecho, 2 de cada 10 sintieron que su trabajo estuvo en riesgo si continuaban dando de mamar o extrayéndose leche y el 65% de las mujeres que se extraían leche debía hacerlo en el baño. Además, el 46,4% de las empresas en Argentina afirma realizar acciones para facilitar la lactancia, pero solo el 9,8 % cuenta con salas de lactancia, de acuerdo con información del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación a través de la Encuesta de Indicadores Laborales, “La agenda de género en las empresas privadas” (2022).

Para sostener la lactancia, pero también para que toda la experiencia en forma integral sea satisfactoria para la mujer, es indispensable el apoyo de su pareja, si tiene, de su círculo directo (padres, hermanos, vecinos, amigos), y de todas aquellas personas que podrían conformar una red de cuidado que pueda dar sostén y facilitar que todo siga funcionando cuando la mujer vuelva a trabajar.

En muchos casos, la mujer es sostén económico del hogar, pero también es sobre quien recaen todas las tareas domésticas y el acompañamiento del resto de los miembros de la familia, por lo que es sumamente agobiante intentar llevar adelante todo esto, con la carga emocional y física que la mujer está atravesando, sin contar con el soporte mínimo indispensable.

La buena noticia es que, a diferencia de lo que sucede en otros países de la región, la tasa de lactancia exclusiva hasta los seis meses en Argentina viene creciendo en forma sostenida y se incrementó un 50 por ciento en la última década, habiendo pasado de 30 a 45%. Esta cifra muestra los grandes esfuerzos que vienen llevándose adelante, aunque quede camino por delante para seguir mejorando.

La enorme mayoría de las mujeres que maternan y trabajan debe volver al trabajo antes de tiempo, por trabajo informal o independiente. La legislación establece 45 días antes de dar a luz y 45 días después. Pero aquí aparece la primera de las contradicciones porque la lactancia está recomendada en forma exclusiva durante seis meses y como complemento de otros alimentos hasta los dos años o hasta que madre y bebé negocien.

El derecho a la lactancia está incluido dentro del derecho a la alimentación, en el cual el Estado tiene rol de garante y también existen legislaciones específicas como la ley de 1000 días y la ley de lactancia materna, entre otras, que aportan más elementos para establecer el marco adecuado que fomente la lactancia. La legislación prevé que las empresas destinen un espacio cómodo, higiénico y preparado para que la mujer se saque leche y la pueda refrigerar hasta que regrese a su casa.

La mujer que vuelve a trabajar estará muchas horas fuera de su casa y la producción de leche no se frena porque una llegue a la oficina, la escuela o donde sea. Pero, si no amamantás ni te extraés leche durante varias horas, involuntariamente estás ordenándole a tu organismo que reduzca la producción y pueden producirse obstrucciones o mastitis, por eso es vital poder extraerse leche con frecuencia, para que el cuerpo siga produciendo, para poder almacenar lo suficiente para que el bebé tome mientras la mujer está en el trabajo y para no tener que pasar por ningún cuadro doloroso en el pecho.

En el mundo ideal, la mujer puede tomarse un año de licencia, vuelve al trabajo y tiene horarios flexibles, posibilidad de teletrabajo, espacios preparados para extraerse y conservar leche, colegas y superiores que la comprenden y apoyan.

El mundo real es, en cambio, como es, el que te toca, mejorable, pero sobre el que hay que hacer lo que se pueda, mientras entre todos contribuimos a concientizar sobre la importancia de que se garanticen los derechos de las mujeres que amamantan y las de sus hijos e hijas.

Cada experiencia es única y cómo cada madre atraviesa los primeros meses de maternidad también lo es. Lo que se puede hacer es contribuir a la concientización para que esté dado todo el marco que permita el mejor contexto posible para el desarrollo de un nuevo ser humano en las primeras etapas de su vida, y que se respete todo lo que prevé la legislación vigente.

Seguiremos trabajando, mucho más allá del mes de la lactancia, para que esté garantizado ese derecho, porque, a la luz de lo que experimentan muchas mujeres y de lo que veo a diario en el consultorio con mi equipo, todavía tenemos una cuenta pendiente como país en lo que respecta a la lactancia.

*Paola de los Santos es puericultora universitaria y psicóloga Social, autora de los libros “Yo doy la teta y Destete”.

Infobae salud

Mosquitos, ¿Dónde se esconden ?

Por Víctor Ingrassia

En los últimos días respecto al tema del dengue se ha hablado mucho de la vacuna como forma preventiva de combatirlo, dónde aplicársela y qué personas están en condiciones de recibirla. Pero muy poco se menciona la forma más eficaz de prevenir esta enfermedad que tocó un récord histórico de infectados y muertos en el país la temporada pasada.

Es que la mejor forma de disminuir los casos de dengue es combatir al mosquito vector de la enfermedad, llamado Aedes aegypti y sus larvas, que pueden sobrevivir hasta un año en lugares poco frecuentes, y que con una lluvia y días cálidos, eclosionan y se transforman en un verdadero problema con la circulación viral autóctona que generan.

La acción preventiva que todo podemos hacer en nuestros hogares y lugares de trabajo busca evitar el mal antecedente del cual partimos: Argentina cerró la última temporada de dengue 2023-2024 con números récord en su historia: 583.297 casos confirmados y 419 fallecidos.

Por eso, en el día que comienza la primavera y comienzan a sentirse temperaturas cada vez más agradables y calurosas, es clave actuar en los lugares más comunes y también los más impensados donde se pueden hallar huevos de mosquitos hibernando y esperando eclosionar.

“El mosquito Aedes aegypti vive en nuestras casas y alrededores. Es decir: no se cría en charcos, zanjas, lagos, lagunas o ríos. En esos lugares se crían otras especies de mosquitos que no transmiten estas enfermedades. No te olvides que a mayor cantidad de mosquitos, aumenta el riesgo de transmisión en la comunidad. Para poder combatirlo, es importante conocer su comportamiento”, destacan desde Fundación Huésped.

 “El mosquito se crea en el exterior de la casa, ya sea en el jardín o balcón. Elige lugares frescos y oscuros. Los objetos que contengan agua limpia como canaletas, botellas, baldes, palanganas, baldes, bebederos, lonas o bolsas arrugadas, tambores, cubiertas de automóviles o tanques de agua, pueden ser utilizados por la hembra para depositar sus huevos. Por eso es importante mantenerlos limpios y secos. También en el interior de tu casa se esconde en lugares oscuros, bajo las camas, los muebles, cortinas, etc. Por eso, cuando se usa insecticidas, es importante rociar esas zonas de la casa y no hacerlo al aire”, ampliaron.

En pleno azote del dengue en marzo de este año, el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, describió el comportamiento domiciliario que tiene el Aedes aegypti y lo nombró como “mosquito mascotero”.

El mosquito Aedes aegypti que transmite el dengue pica fundamentalmente durante el día y vive en las zonas urbanas, en las casas y en sus alrededores. El Aedes aegypti es un mosquito que se llama ´mosquito mascota´ porque típicamente vive alrededor nuestro, alrededor de nuestra casa o alrededor de nuestro trabajo”, detalló Quirós en ese momento.

 

En relación a los huevos que deja este mosquito, hay que saber que pone entre 300 y 500 huevos en su vida, que son tres semanas. Entonces, vos te la agarras con el mosquito adulto, pero hay 300 huevos en el mismo lugar donde estaba ese simple mosquito. Así que primero hay que recordar siempre que cuando uno quiere poner energía para prevenir el dengue, la acción más importante es la búsqueda de los criaderos de larvas”, apuntó Quirós.

Y agregó: “Si bien la gente se cansa del mensaje, es muy importante tenerlo presente. Necesitamos que la sociedad, dedique su energía a combatir al mosquito y los lugares donde pueda poner sus huevos. Cada uno de nosotros debe hacerlo en el lugar donde vive, donde trabaja. Lo primero que veo en el mostrador cuando me reciben en un lugar es un frasquito con agua y un potus adentro. Y cuando lo miro encuentro larvas”.

Buscar en el techo, en nuestro balcón, en nuestro fondo, en el trabajo, adentro de la casa, en el agua del perro, del gato, o en cualquier lugar se acumula agua cuando llueve. Ahí es donde están los huevos, que es el lugar donde tenemos que ir, sacar el agua o tirarle agua hirviendo. El mosquito no va a poner los huevos en la pileta, los va a poner en una tapita de gaseosa, en una cubierta de auto, en una maceta o en su plato que colocamos debajo para retener el agua después de regar”, remarcó.

Este mosquito también se puede criar en departamentos, oficinas, escuelas y hospitales. No necesariamente las casas con patio son las únicas en las que habita este mosquito. Por ejemplo, un balcón que tenga macetas, floreros y plantas, o frascos con agua también son espacios propicios para que la hembra deposite sus huevos. ¿Cómo puedo adecuar mi casa? Incorporando mosquiteros en puertas y ventanas. Tapando tanques de agua y aljibes. Reemplazando el agua de los floreros por arena húmeda. También, usar repelentes sobre la piel expuesta y la ropa, utilizar mangas largas y pantalones largos, son buenas medidas para evitar picaduras”, completaron desde Fundación Huésped.

En diálogo con Infobae, la médica infectóloga y jefa del Departamento de Medicina Interna del Hospital Alemán de Buenos Aires, Cristina Freuler, precisó que “las vacunas nunca son 100% efectivas y la del dengue obviamente tampoco. Con lo cual, dentro de las estrategias para combatir la epidemia no tenemos que solamente confiar en la vacuna, sino también en tratar de eliminar a los mosquitos”.

La fumigación, que es una de las medidas más conocidas y a las que todos apelan o piden, implica matar a mosquitos que están volando, con lo cual, obviamente algún mosquito se nos va a escapar. Si en base a esto calculamos que cada mosquito pone alrededor de 200 huevos que tardan unas 72 horas en desarrollarse, digamos que por mosquito por semana podemos tener unos 500 huevos. Quiere decir que la fumigación sola tampoco nos sirve”, apuntó Freuler.

Y remarcó: “Hay que recordar que el dengue tiene transmisión trans-ovárica, es decir, la hembra infectada que pone un huevito, esa cría que va a nacer ya estará infectada con dengue al picar. Lo más prudente y efectivo es tratar de combatir huevitos y larvas, porque a eso sí podemos pensar que podemos llegar a erradicarlos en un 100%. Entonces lo que hay que hacer es ir a buscar todos los reservorios de huevos y larvas para limpiarlos en este momento antes de que nazcan los mosquitos”.

 

La especialista enfatizó: “Sabemos que el Aedes aegypti es muy peculiar en el sentido de que necesita aguas relativamente limpias, tranquilas, con sombra, y entonces las podemos encontrar en muchísimos lugares, tales como ser platos de mascotas, lugares este donde se ha juntado agua de lluvia, cortezas de árboles, piletas que no estén bien mantenidas y que son todos lugares donde realmente el gobierno, por más campaña que haga, difícilmente puede entrar”.

Y no son solo los jardines, también pensemos en los departamentos donde el portero o el vigilante que está en la puerta tiene una macetita con un platito debajo en el que se junta agua y ahí puede haber mosquitos o larvas de mosquitos, los charcos en los estacionamientos de los departamentos. Es decir, no solo pensemos en casas con jardines. El mosquito vuela poco, con lo cual si tenemos muchos mosquitos en una casa, posiblemente en esa manzana exista algún criadero. Creo que lo más importante es hacer consciente a toda la gente de esta situación”, enfatizó Freuler.

Y concluyó: “La fumigación, como decía antes, tiene un efecto muy a corto plazo. Sirve si yo voy a hacer una fiesta en mi jardín, entonces fumigo y posiblemente por dos o tres días no voy a tener mosquitos. Pero si no logré limpiar los lugares donde puede haber huevecitos o donde el mosquito que se escapó a la fumigación puso un huevo, Voy a volver a tener mosquitos. Creo que lo más importante en la prevención es fundamentalmente el que la población sea consciente de los lugares donde puede el mosquito reproducirse y tratar de hacer de que estos desaparezcan”.

En coincidencia, el médico infectólogo, epidemiólogo y magister en Salud Pública Hugo Pizzi (MP 54.101), precisó a Infobae que “con el tema de la aparición de la vacuna, mucha gente creyó de que el problema se terminaba, pero la realidad es de que la vacuna ni siquiera se la han entregado en su totalidad a todos los que han pagado. La mayoría de las jurisdicciones tienen entregas totalmente equivalentes a un 20%, un 30%. De ahí la preocupación que tienen de no saber si van a conseguir en tiempo y forma la segunda dosis. Mucha demanda, poca producción. Entonces hay que valorar todas las otras herramientas, porque la vacuna inclusive es una herramienta más”.

En Córdoba se está haciendo una cosa muy interesante. Hay camiones de la Municipalidad que van por distintos barrios recolectando basura de las casas y ya llevan 50 toneladas de cacharros y porquería de patio de casas juntadas, y fundamentalmente de sitios baldíos. Otra cosa importante es las aberturas. Como ahora estamos preconizando el uso de una tela plástica que es maleable y les enseñamos a las señoras que coloquen en cada una de las extremidades luego de cortarla según medida. También alentamos el uso de tules en moisés para bebés”, apuntó Pizzi como estrategia para combatir al mosquito.

Y concluyó: “La fumigación por parte del gobierno tiene que ser continua, si no, no tiene valor. Si tengo continuidad por lo menos tres pasajes en 15 días aproximadamente, rompo el ciclo biológico. Eso es muy efectivo, de lo contrario hasta corro el riesgo de hacerlos resistentes a la permetrina, que es lo que se utiliza en este caso para fumigar. Y por último el tema de los repelentes, que ya está faltando y ya está aumentando de precio. Hemos citado a los centros vecinales y les aconsejamos que con algo de asesoramiento compren en droguerías la droga madre que es el DIT. Nosotros desde los hospitales lo podemos ayudar. Hacemos la dilución al 10% y ahí tenemos cuatro horas de protección. Hay que usar todas las herramientas porque estamos arrinconados por un mosquito africano y por una enfermedad tropical”.

 

Lugares recónditos con huevos de mosquitos

Existen lugares más difíciles o impensados donde el mosquito puede depositar sus huevos, y son sitios donde muchas veces, escapan de nuestra imaginación, pero que pueden convertirse en verdaderos.

Algunos de estos lugares impensados donde se pueden hallar las larvas que pueden sobrevivir varios meses son: descargas de aire acondicionado, rejillas, canaletas, sillas o mesas de jardín, marcos de ventanas, tejas rotas, baldes, frascos, botellas, calzados, estanques artificiales o naturales, cáscaras de huevos, huecos de árboles, lonas de piletas mal dobladas, tachos de basura abiertos, bebederos de animales domésticos y de pájaros, y cualquier lugar que pueda acumular agua caída.

Para que la hembra de mosquito deposite sus huevos, necesita agua estancada y un borde liso. Por eso, los huevos y larvas pueden estar en floreros, macetas, cubiertas de goma, platitos debajo de las macetas, entre otros objetos, que generalmente están a la sombra.

También los huevos y las larvas de mosquitos pueden estar en lugares con agua sucia. Históricamente, se decía que el insecto se criaba solo en agua limpia.

Pero el equipo de científicos liderado por Sylvia Fischer, investigadora del Grupo de Estudio de Mosquitos (GEM) del Instituto de Ecología, Genética y Evolución, perteneciente a la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y al Conicet, demostró que también el Aedes aegypti usa agua con materia orgánica y en recipientes muy sucios. Lo publicaron en la revista Journal of Vector Ecology.

El GIMA o Grupo de Investigación sobre Mosquitos en Argentina es un equipo de investigadores/as que desarrollan sus actividades de investigación, docencia y divulgación en diferentes Laboratorios, Centros, Instituto y Universidades de Argentina.

 “El Aedes aegypti vive dentro y alrededor de nuestros hogares y las hembras prácticamente no se alejan, o lo hacen muy poco, para colocar sus huevos de los cuales nacen las larvas (etapa inmadura que se desarrollará dentro del agua hasta convertirse en un mosquito adulto). Lo que sí debiéramos exigirnos a nosotros mismos, que somos también el estado, es mantener nuestros espacios sin objetos a la intemperie ni basura, ya que cualquier recipiente (juguetes, tapa de botella, vaso de yogur, botella abollada, etc.) que pueda acumular agua de lluvia es un potencial sitio para que la hembra coloque sus huevos y se desarrollen las larvas. Es tarea de nuestros gobernantes que tanto cursos de agua como vías del tren y terrenos baldíos se mantengan desmalezados y sin basura”, explican desde el GIMA en su página web.

Y agregan: “Si bien yo puedo ser cuidadoso y no tener recipientes en donde se puedan criar las larvas de Aedes aegypti (tanque de agua tapado, techo sin cosas que acumulen agua, canaletas limpias, y ningún recipiente que junte agua), si mis vecinos no son igual de cuidadosos, voy a seguir teniendo mosquitos en mi casa, aunque no se estén criando en ella. Es por eso que debemos mirar más allá de las paredes de nuestro patio y pensar en nuestra manzana como una unidad que se debe mantener sin mosquitos. Entre todos, tenemos que aspirar a vivir en un ambiente saludable. Esto se logra trabajando entre todos los vecinos de la manzana como si ésta fuera nuestra propia casa”. Infobae salud

 

Qué es el autocuidado en las niñas y niños

Por Valeria González

Inculcar hábitos de autocuidado desde la niñez fortalece la autonomía y prepara a las niñas y niños para enfrentar desafíos futuros con mayor resiliencia

Parte del bienestar integral de una persona se encuentra en la forma que tiene cuidado de sí misma. Cuidar a alguien es visto como un acto de amor y aprecio por los otros, sin embargo, es poco común considerarlo como una práctica de autogestión. Pese a ello, cuidarse a uno mismo tiene grandes impactos en la salud mental y física de las personas, por lo que es importante fomentar estas prácticas.

Cuando una persona tiene autocuidado se mejora la percepción personal de cada individuo, ya que se logra una mejor valoración propia y, por ende, existe una mayor satisfacción con su apariencia y bienestar general, lo que refuerza la autoestima, la confianza y la autocompasión.

El bienestar emocional y social también es clave para el éxito académico y profesional. De acuerdo con la Universidad La Salle, múltiples investigaciones afirman que los estudiantes que practican el autocuidado son más resilientes, manejan mejor el estrés y están más preparados para enfrentar los desafíos de la vida adulta. De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que entre el 10 y el 20% de los adolescentes tienen problemas de salud mental, pero la mayoría no son diagnosticados ni tratados adecuadamente.

Qué es el autocuidado

Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el autocuidado es una práctica esencial que promueve la salud física y mental, permitiendo a las personas manejar adecuadamente el estrés y mantener un equilibrio en sus vidas. En el caso de las niñas y niños, inculcar hábitos de autocuidado desde temprana edad puede tener beneficios duraderos, ayudándoles a desarrollar una mayor conciencia sobre sus propias necesidades y bienestar a medida que crecen.

El organismo internacional señala en su Guía práctica de autocuidado que fomentar el autocuidado desde la infancia no solo contribuye a la formación de hábitos saludables, sino que también fortalece la autoestima y la capacidad de resiliencia. “Los niños que aprenden a cuidar de sí mismos desde pequeños son más propensos a desarrollar una actitud positiva hacia la vida, lo que puede prevenir problemas emocionales y físicos en la edad adulta”.

Además, enseñar a los menores sobre la importancia del autocuidado puede crear una generación más consciente y responsable. Los hábitos aprendidos en la niñez tienden a perdurar, y al promover el autocuidado, se estará invirtiendo en un futuro con individuos más equilibrados y capaces de enfrentar los desafíos con mayor fortaleza y optimismo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que este concepto incluye varias dimensiones, cada una con componentes específicos que ayudan a lograr un equilibrio diario.

En el ámbito físico, se involucran hábitos como tener una alimentación saludable, realizar ejercicio de manera regular, asegurar un descanso adecuado, y programar visitas preventivas al médico. El autocuidado mental implica actividades que estimulan la mente, como la lectura, la meditación y el aprendizaje continuo. Además, es importante practicar técnicas de manejo del estrés para enfrentar los desafíos diarios de manera efectiva.

En cuanto al cuidado emocional, implicar tener la capacidad de reconocer y gestionar las emociones. En este sentido, es necesario expresar los sentimientos y buscar apoyo social cuando sea necesario para fortalecer este componente del bienestar. Iniciativas como la que Ticmas propone sobre la Huela Emocional permiten a los niños reconocer cuáles son sus emociones y cómo gestionarlas.

En el ámbito social, el autocuidado se centra en mantener relaciones saludables y significativas. Esto puede lograrse pasando tiempo con amigos y familiares, participando en actividades comunitarias y cultivando redes de apoyo que contribuyan al bienestar emocional.

Cómo fomentar el autocuidado en niños y niñas

El autocuidado es fundamental en la prevención de enfermedades y el fomento del bienestar general. Al integrar estas prácticas en la vida diaria, se mejora la calidad de vida y la productividad, y se reduce el estrés y la ansiedad. De acuerdo con un artículo de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el autocuidado permite mejorar la autoimagen, refuerza la confianza y permite reducir la autocrítica.

De la misma forma, cuando una persona tiene autocuidado logra establecer límites saludables que, a su vez, le permiten priorizar sus necesidades, lo que resulta esencial para desarrollar una autoestima sólida. Esta autopráctica está vinculada a una mayor resiliencia emocional, ya que al atender la salud mental y emocional, las personas se vuelven más capaces de enfrentar y superar desafíos.

Para lograr un hábito de autocuidado es necesario comenzar a tener prácticas saludables, dedicar tiempo a la reflexión personal y cambiar pensamientos negativos por afirmaciones positivas, así como mantener relaciones positivas y rodearse de personas que brinden apoyo y valoración. Promover el autocuidado desde la niñez es esencial para un desarrollo integral y a largo plazo

A continuación, se desglosan algunas prácticas de autocuidado, recomendadas por el Unicef, para comenzar a fomentar desde la niñez

Salud Física

Rutinas de Higiene Personal: Enseñar a los niños la importancia de hábitos como lavarse las manos y cepillarse los dientes de forma divertida.

Alimentación Saludable: Involucrar a los niños en la elección y preparación de alimentos nutritivos.

Actividad Física: Fomentar la participación en juegos y deportes que disfruten.

Salud Emocional

Fortalecimiento de la Autoestima: Elogiar los logros y esfuerzos, ayudando a los niños a reconocer sus fortalezas.

Manejo de Emociones: Enseñar a identificar y expresar sentimientos de manera apropiada.

Fomento de la Resiliencia: Ayudar a ver los obstáculos como oportunidades para el crecimiento.

Autonomía y Responsabilidad

Gradual Autonomía: Dar responsabilidades acordes a su edad.

Establecimiento de Límites: Enseñar a decir “no” en situaciones que les incomodan.

Ejemplo a Seguir: Modelar prácticas de autocuidado.

Si se habla de autocuidado desde una etapa temprana, se sientan las bases para un estilo de vida saludable y resiliente. Infobae

Actitudes que nos impiden vivir con mayor plenitud

CRISTINA LARRAONDO

Desde hace 20 años Mario Alonso Puig, dedica su vida a ayudar a miles de personas “a superar las limitaciones mentales, emocionales y anímicas que nos impiden avanzar”.

“TENGO LA INTENCIÓN REAL DE MEJORAR CADA DÍA”

“Todo lo que me ha sucedido, explica, no lo he buscado directamente, no tengo una habilidad especial para diseñar una campaña de marketing. Me dejo guiar por la vida y la vida me va llevando. Esto es algo que ha ocurrido cuando he compartido lo que creía que podía ayudar a tener una vida más sana, con mayor bienestar y felicidad. Un día me enseñaron una fotografía de un misionero que se había entusiasmado con mi libro Vivir es un asunto urgente, leyéndoles algunos párrafos a una tribu de pigmeos. Esto implica una gran responsabilidad que me obliga a ser muy honesto. Para ello tengo que estar dispuesto a reconocer mis momentos de incoherencia y a aceptar mi fragilidad humana y, en vez de enfadarme y sentirme culpable, debo fomentar una intención real y auténtica de mejorar cada día. Esa es mi norma. Cuando me dirijo a una audiencia tengo una enorme responsabilidad: no puedo pensar lo que me conviene sacar de ahí, si va a ser un éxito o no. Debo pensar en lo que puedo dar y tengo que enfocarme completamente en eso, porque ha habido personas que estaban pensando suicidarse y después de escuchar una conferencia decidieron no hacerlo”.

“SE PUEDE CURAR POR MEDIO DE LAS PALABRAS”

Cuenta Mario Alonso que “en mi vida hay tres puntos de inflexión que me han traído hasta aquí. De adolescente sentía pasión por la conducta animal porque Félix Rodríguez de la Fuente era mi héroe. Jamás me había planteado estudiar Medicina. Hasta que un día, viendo en televisión imágenes de un terremoto en América Latina, escuché a alguien que comentaba: Los médicos hacen lo que pueden para salvar la vida de las personas. Algo se abrió en mi interior y entendí que mi misión era reducir el sufrimiento humano, y el camino que se me mostraba era la medicina. El segundo punto de inflexión sucedió un día que entré en la Casa del Libro de la Gran Vía de Madrid buscando algún libro que me orientara, porque tenía escasas nociones sobre los estudios de medicina. Me topé con una Historia de la medicina de Pedro Laín Entralgo que me llevé como lectura de vacaciones. Allí leí que 25 siglos atrás los médicos griegos habían descubierto que se podía curar por medio de las palabras y que a eso lo llamaron el arte médico. Se me quedó grabado, soy de la opinión de que uno no encuentra libros sino que los libros le encuentran a uno. Cuando entré en la facultad vi que el tratamiento de las enfermedades se centraba principalmente en la anatomía, la fisiología o la bioquímica, pero faltaba emoción y comunicación. Siendo cirujano hablaba a mis pacientes de cómo hacer frente a sus enfermedades con más ilusión, energía y confianza, pensando que eso les podía ayudar. Comenzaron a decirme que esas palabras les hacían afrontar su enfermedad de manera distinta y más favorable, que les cambiaba la vida y que yo debería difundir ese conocimiento más allá de los hospitales. Fue mi tercer punto de inflexión, comencé a estudiar, investigar y dar conferencias con cierto éxito, hasta que llegó un momento en el que tuve que tomar una de las decisiones más difíciles de mi vida: abandonar mi profesión de cirujano para enfocarme como conferenciante y escritor”.

LOS CONSEJOS DE MARIO ALONSO PUIG: ACTITUDES QUE CAMBIAN

Son las decisiones las que dan un rumbo u otro a nuestras vidas; sea cual sea nuestro pasado y nuestros errores, siempre podemos empezar de nuevo. (El camino del despertar. Ed. Espasa).

En cada momento puedes decidir entre ser amable o no serlo.

En cada momento puedes decidir entre ser el protagonista de lo que haces o víctima de lo que te sucede.

En cada momento puedes elegir entre ser valiente o ser cobarde.

En cada momento puedes decidir entre ayudar a otros a salir adelante o dificultarles que lo hagan.

En cada momento puedes elegir entre tratarte bien o mal.

En cada momento puedes decidir entre tener una actuación extraordinaria o tener una mediocre.

En cada momento puedes elegir entre ver una oportunidad o un problema.

En su último libro va un paso más allá y propone un camino de transformación personal para ayudar a superar las limitaciones que nos impiden vivir con plenitud.

Como explico en las primeras páginas de El camino del despertar, todos podemos reconocer de forma inmediata que hay ciertas limitaciones en nuestra forma de percibir las cosas, de pensar, sentir y actuar que no nos ayudan a alcanzar eso que anhelamos. Trato de ofrecer un camino para superar esas limitaciones. Entre otros elementos, me baso en los descubrimientos que se han hecho acerca de la estructura física en la que se asienta nuestro mundo consciente, el hemisferio izquierdo del cerebro, y sobre esa otra estructura en la que se localiza el mundo inconsciente, compuesta por el sistema límbico y el hemisferio derecho del cerebro.

Usted asegura que el inconsciente dirige nuestras vidas mucho más de lo que nos imaginamos.

Para entender de lo que estamos hablando pensemos en un iceberg: el mundo consciente sería lo que se ve (una décima parte del total) y el inconsciente lo que no se ve (las nueve partes restantes). Lo que hundió al Titanic fue la parte del iceberg que no se veía. Nuestro inconsciente tiene la capacidad de ayudarnos o anularnos, y hay que conectar con él para que se ponga a nuestro favor. El inconsciente es aquello que sucede dentro de nosotros, de lo que no nos damos cuenta: maneras de hablarnos, de dirigir nuestra atención, necesidades, deseos… que van conformando nuestra forma de percibir la realidad, de vernos a nosotros mismos, de ver a los demás, de ver el mundo. Hay creencias muy profundas en el inconsciente, vividas a nivel de certeza, que determinan nuestra forma de pensar. Epicteto, uno de los grandes estoicos, decía que no vemos el mundo que es sino el que somos, cuando yo cambio todo cambia. Entender lo que ocurre en el inconsciente es importantísimo, y hasta que no llevemos a la consciencia el inconsciente, éste seguirá dirigiendo nuestras vidas y nosotros le llamaremos destino.

Pero quizás no nos guste lo que vamos a encontrar ahí.

El territorio que normalmente conocemos es el del yo: quiero esto, pienso esto, me gusta esto… En el libro te llevo al territorio del no yo donde te vas a encontrar con las sombras descritas por el psiquiatra Carl Gustav Jung. La sombra es aquello de ti que no quieres reconocer, pero si cuando conectas con ella huyes, se refuerza. Jung decía: Lo que se resiste persiste, lo que se abraza se transforma. Yo planteo que pueden ayudarnos una barbaridad para sacar a flote nuestro verdadero potencial.

¿Cómo podemos conectarnos con ese mundo desconocido y reconciliarnos con él?

Te diría dos cosas. En primer lugar, no pongamos parches a lo que no nos gusta de nosotros mismos, porque el problema volverá a emerger. En segundo lugar, creo que uno de los grandes males de nuestra sociedad es el altísimo nivel de distracción en el que nos encontramos. La pregunta es: ¿Por qué nos distraemos tanto? Posiblemente porque no queremos pararnos y mirar donde hay que mirar. Nos buscamos salidas fáciles con la cantidad de elementos atractivos que hay afuera, pero quien encuentra una salida fácil difícilmente va a encontrar una buena solución. Para moverte por dentro tienes que estar presente. El verdadero poder de una persona no se refleja en la agresividad con la que lucha, sino en la fuerza de su presencia, que es lo que refleja su verdadero poder interior.

¿Qué otras actitudes tóxicas nos impiden vivir con mayor plenitud?

Además de la distracción, mencionaría otras tres. Por un lado estaría el egocentrismo: pensar solo en lo mío, en lo que quiero, lo que siento, lo que necesito. Otra actitud tremendamente tóxica es acusar, juzgar, condenar, castigar… Es decir, estar en el mundo de los juicios, en vez de en el de las exploraciones; en el de las etiquetas, en lugar del de las comprensiones profundas. En un instante decidimos cómo es una persona y, una vez que le hemos puesto una etiqueta, ¡qué difícil es que la saquemos de ahí! Y, por supuesto, la gran soberbia de creernos que lo sabemos todo, cuando somos profundamente ignorantes en lo que respecta a muchos aspectos vitales de la realidad.

¿Piensa que somos demasiado influenciables a los mensajes de ciertos líderes o influencers?

No deberíamos idolatrar a nadie. Está muy bien seguir a una persona que tiene mensajes que te ayudan, que te inspiran, pero no renuncies a tu criterio porque no es oro todo lo que reluce. Si una persona está enfocada en servir a los demás, si el liderazgo tiene como centro ayudar a las personas, no hay problema. Pero si la capacidad de influir se utiliza exclusivamente para ganar poder, fama y fortuna, es decir para dar culto al propio ego, aunque esa persona tenga una posición relevante, para mí no es un verdadero líder al que escuchar.

La meditación es otro de sus grandes descubrimientos para reconectar con uno mismo.

Sí, porque la meditación es la ciencia y el arte de aquietar la mente. Y, ¿cómo nos beneficia esa quietud? Hay un fundamento científico en ello, que es lo que me interesa. El ruido mental está asociado a la activación de la llamada red neuronal por defecto, la de la distracción, que nos hace no estar plenamente en el presente sino que vayamos al pasado o al futuro. Los pioneros del mindfulness decían que la mente que divaga es una mente infeliz. La neurociencia contemplativa demuestra que esa red produce un deterioro de la salud y dificulta la adaptación, mientras que la quietud, que no es ausencia de pensamiento sino no ser arrastrado por esos pensamientos, activa la red ejecutiva central asociada a una mejora en las relaciones, la salud, a un mayor bienestar y a un mejor manejo de datos.

¿Por dónde van en este momento sus investigaciones?

Lo que más me importa ahora mismo es el poder transformador del amor, del verdadero amor, del gratuito, del que no pone condiciones. La doctora Elizabeth Blackburn, Premio Nobel de Medicina en 2009, descubrió que no sentirse solo en los momentos difíciles de la vida aumenta los niveles de una enzima que ella descubrió, la telomerasa, esencial para alargar unas estructuras en los cromosomas llamadas telómeros, muy significativas a la hora de determinar la longevidad de una persona. Es la primera científica en el mundo que demuestra que el afecto, el cariño, no sentirte solo, tiene un impacto en la longevidad.

 

Escritura para fortalecer la memoria

Ejercicios

La capacidad de recordar es algo que todas las personas ejercitan a diario al pensar en eventos importantes de la vida. Todo esto está estrechamente ligado al funcionamiento del cerebro, uno de los órganos más relevantes del cuerpo, que requiere entrenamiento constante para mantener sus funciones en óptimas condiciones. Para lograr esto, hay ciertos ejercicios prácticos que, al realizarlos diariamente, fortalecerán la memoria y generarán resultados significativos tanto a corto como a largo plazo.

Por lo que dieron a conocer en el medio HuffPost, escribir regularmente puede ser una herramienta poderosa para ejercitar y fortalecer la memoria. Esta práctica diaria no solo permite registrar pensamientos y experiencias, sino que también puede tener efectos positivos en la capacidad de retener información a largo plazo. Asimismo, destacaron que tomar notas a mano durante clases o sesiones de aprendizaje resulta en una mejor comprensión y recuerdo de los contenidos, en comparación con la escritura en computadora.

Este método más tradicional de escribir sobre papel involucra procesos mentales más profundos y activos, lo que facilita una conexión más sólida con el material y promueve una memoria más fuerte y duradera.

“Y precisamente lo que hace tan atractivo tomar apuntes a ordenador —la capacidad para tomarlos más rápido— es lo que provoca que disminuya el aprendizaje”, explicó el psicólogo educacional Kenneth Kiewra en Wall Street Journal. El experto afirmó que, de todas formas, es difícil liberarse de la dependencia digital en la sociedad tecnológicamente saturada. Aunque algunas personas aún prefieren escribir a mano, el uso de la caligrafía para distintos propósitos parece haber perdido relevancia.

Uno por uno, los mejores ejercicios de escritura para fortalecer la memoria

A continuación, las acciones que se recomiendan llevar adelante para prevenir el deterioro cognitivo con el paso de los años:

  1. Hacer garabatos

De acuerdo con la ciencia, escribir a mano durante una reunión puede mejorar la concentración y la atención.

  1. Realizar una lista de tareas

Tomar nota de las tareas pendientes en papel puede ser ventajoso para la memoria. En lugar de depender de aplicaciones en el celular para hacerlo, es importante intentar llevar una lista escrita a mano. Este enfoque no solo puede mejorar la capacidad de recordar, sino que también permite a quien lo intente desconectar un poco del mundo digital en el proceso.

  1. Escribir un diario

Es posible empezar escribiendo diariamente tres cosas por las cuales uno se siente agradecido. Estudios indicaron que practicar la gratitud puede promover emociones positivas y fomentar el optimismo.

  1. Crear un horario en papel

Disfrutar de un momento sin tecnología y utilizar un horario en papel puede traer beneficios adicionales. Al tomar notas a mano, no solo se podrá mejorar la capacidad de recordar las fechas de los eventos, sino que también se podrá evitar la preocupación de perder información importante en caso de quedarse sin batería.

  1. Escribe una nota de agradecimiento

La próxima vez que alguien tenga un buen gesto con uno o simplemente se quiera demostrarle a otro apoyo, se recomienda mandarle un mensaje por escrito. Este acto no solo alegrará al receptor, sino que también puede aumentar los niveles de felicidad de quien lo realiza.

Es importante mencionar que, además de fortalecer la memoria, dedicar tiempo a escribir en papel conlleva otras ventajas significativas. Según varios estudios, hacer este tipo de anotaciones sobre las preocupaciones y luego desecharlo puede clarificar las ideas. Asimismo, la práctica de la escritura creativa en papel está vinculada con la reducción del estrés.

La Nación

"Abrígate que te vas a resfriar"

Gripe en invierno: a pesar de lo que dicen nuestras madres, los científicos explican que el frío no enferma

@Nitrogonzalez

Es el mito más arraigado apenas baja la temperatura. Los científicos coinciden: lo que circula en invierno son los virus, pero el frío no los alimenta. Los datos de la pandemia lo demuestran. Ese año los casos de gripe se redujeron de más de 900.000 a 326.000.

¿Es normal tener la sensación de frío constante en invierno?

Las personas que creen que se engripan por no abrigarse en invierno son las mismas que, según dicen, se sienten más enamoradas porque “llegó la primavera”. Sin embargo, cada vez más expertos sostienen que ni el amor, ni sobre todo la gripe, se multiplican con las estaciones.

 “No salgas con el pelo mojado porque hace frío y te vas a enfermar”. “Llévate una campera porque a la noche refresca y después te engripás”. “No andes descalzo, el piso está frío y te vas a resfriar”. Así son nuestras madres, que escuchaban a sus madres, y así sucesivamente.

La bióloga Florencia Molinas, que estudió en Argentina y ahora vive en Francia, hace cinco años que trabaja en el complejo mundo de las vacunas y, sin embargo, pocas veces en su carrera estuvo tan expuesta a la crítica como cuando tuiteó que el frío no enfermaba. Claro: ¿cómo se atrevía a rechazar tantos años de consejos saludables de abuelas y madres y atentar contra vendedores de bufandas y guantes y campañas invernales de aspirinas y tés milagrosos?

“El frío por sí solo no enferma. Si bien hay virus, como el de la gripe, que tienen picos durante el invierno”, reconoce Molinas: “Hay otros –que producen resfríos, como el rinovirus– que tienen picos en primavera o en otoño”.

Una hipótesis: si uno se encuentra ahora en la Antártida, tratando de conseguir empleo –ahora que los rusos encontraron petróleo– y con el entusiasmo no se llevó bufanda, campera ni aspirinas, tendría frío y hasta quizás hipotermia, pero si no hay nadie allí junto a usted, algo es seguro: no se va a engripar.

Imagínese ahora, en una oficina calentita y cerrada, con un compañero estornudando. Ahí sí la posibilidad de contagio se dispara. Conclusión, ni el invierno ni el frío tienen que ver con el contagio. Molinas lo dice clarito: “Si no hay nadie que te lo contagie –y esa es la clave de esta discusión– no te vas a enfermar con estos virus que se asocian al frío”.

Cada invierno, Ernesto Resnik –biólogo molecular y biotecnólogo argentino que vive en Minnesota, Estados Unidos– discute con su mujer, que es médica, sobre este mismo tema.

“Cuando mi esposa le dice a los chicos que no salgan con el pelo mojado –cuenta el científico– yo le contesto: ‘¿Cómo el pelo mojado les va a traer enfermedades? Por tener frío no se te acercan más virus o bacterias’”.

 

Resnik, que durante la pandemia de Covid 19 tuvo un podcast donde explicaba con mucha claridad los detalles del virus y de las vacunas, aprovecha un dato de esa época de cuarentena y barbijos para apoyar la idea de que el frío no enferma. “Como no compartíamos transporte ni lugares cerrados, las otras enfermedades no circularon. Las estadísticas indican que los casos de gripe bajaron a cero”, dice Resnik y aclara: “Esto pasó tanto en invierno como en verano”.

Durante esos años –sobre todo al principio cuando todos estábamos asustados por los videos trágicos que veíamos de Europa– a nadie se le ocurrió pensar que podría contagiarse COVID por andar descalzo en su casa. La gente más bien se contagiaba por estar en un cumpleaños de 15 encerrados con un invitado con coronavirus.

El frío no enferma, pero favorece las infecciones

Hasta acá, entonces, quedó claro que el virus de la influenza es una condición sine qua non para tener gripe y que en invierno nos enfermamos más porque, por el frío, la ventilación de los lugares disminuye y los microorganismos se concentran en el aire.

Sin embargo, hay algunos puntos de encuentro entre los especialistas en microorganismos y los que piensan que abrigarse cuando hace frío es un método de profilaxis. Con las bajas temperaturas las mucosas se secan y presentan menos resistencia física para el ingreso de microorganismos. En palabras de Ernesto Resnik: “La sequedad en la mucosa es como tener un tajito en un dedo y los microorganismos pueden pasar más fácilmente al torrente sanguíneo e infectarnos”.

La bióloga Molinas agrega otro dato al respecto: “Algunos estudios demostraron que frente al frío nuestro cuerpo secreta menos moléculas a las mucosas, que son importantes para el sistema inmune” Es decir que, en este aspecto, entonces el frío nos está jugando en contra.

Hay algo más, quizás el mejor argumento de los defensores de no salir con el pelo mojado. Nosotros nos ponemos al tope de la cadena alimenticia y sin embargo, todo el tiempo hay organismos que intentan comernos. No nos damos cuenta, pero contamos con un ejército interno que nos defiende cuando alguna bacteria o virus –como el de la gripe- pasa todas las barreras y se mete en nuestro cuerpo. Se trata del sistema inmune que genera anticuerpos, unas células que atacan a lo que ingresa a nuestro organismo. Este ejército inmunológico también tiene su talón de Aquiles. En condiciones de estrés funciona peor y también es dependiente de la temperatura ambiental. “Cuando tenemos frío nuestro cuerpo tiene que gastar energía en mantener el calor interno”, dice el virólogo y exrector de la Universidad de Quilmes, Mario Lozano. “Nos quedamos sin la suficiente energía para sostener el funcionamiento correcto del sistema inmune y empieza a funcionar mal y entonces los microorganismos que ingresan en nuestro cuerpo tienen más chances de ganarnos alguna batalla”.

En conclusión, el frío por sí solo no nos enfermará, sin embargo, genera las condiciones favorables para los virus. Algo de crédito, al fin de cuentas, tenemos que darles a nuestras madres que tanto se preocuparon por nosotros.

NG/MG

"Tener un buen día en el trabajo nos deja con emociones positivas para el resto de acciones"

Por: Cristina Galafate

Daniel Goleman, el gurú de la inteligencia emocional nos lleva ahora a un estado óptimo: “Tener un buen día en el trabajo nos deja con emociones positivas para el resto de acciones”

Lanza un mensaje a las compañías centradas en los datos: los resultados suelen ser mejores en equipos inspirados que en ambientes de estrés y quemazón

El padre de la inteligencia emocional apenas necesita presentaciones. Es un conferenciante aclamado en todo el mundo. Formado en Harvard en Psicología Clínica, el Dr. Daniel Goleman (Stockton, California, Estados Unidos, 7 de marzo de 1946) nunca ejerció porque enseguida encontró su propósito de vida en el periodismo científico.

Tras teorizar, hace más de un cuarto de siglo, sobre cómo la conciencia de las emociones nos ayuda a saber qué estamos sintiendo y por qué reaccionamos de la manera en que lo hacemos, ahora revela métodos prácticos para conseguir más rendimiento, empatía y satisfacción vital en su nueva obra Óptimo (Ed. Kairós).

A este célebre defensor de que el éxito no reside tanto en la aptitud, con p, como en la actitud, con c, se le tiene en cuenta en todos los departamentos de Recursos Humanos. Su discurso, pronunciado hasta en el World Business Forum, resta importancia al coeficiente intelectual para dársela al esfuerzo, la capacidad de concentración, el aprendizaje de los errores, un trabajo en equipo o la motivación hacia los empleados.

DIFERENCIAS

Pero, ¿qué tiene que ver la inteligencia emocional con el estado óptimo? El pensador atiende a ZEN por Zoom desde California. “La conexión la vimos en una investigación en la que aquellos líderes o jefes que tenían una buena inteligencia emocional aumentaban la probabilidad de tener un día óptimo: ese momento en el que sentimos que podemos dar lo mejor de nosotros mismos. Nos sentimos bien y disfrutamos del trabajo que hacemos, nos encontramos implicados y conectados con quienes nos rodean”, explica, distinguiéndolo del estado de flujo, una superación pasajera.

“Yo he estado evaluando empresas de Madrid, Barcelona o San Sebastián y, cuando he pedido que me dijeran los directivos o jefes que caen bien, todos eran emocionalmente inteligentes. Gente que sabe gestionar sus emociones y las ajenas. Que es capaz de inspirar y guiar. Y eso no se aplica sólo a los liderazgos, sino que cualquier trabajador puede participar de ese estado”.

ANTE LA ADVERSIDAD

La pregunta es si podemos llegar a ser óptimos en circunstancias adversas. Goleman tira de filosofía clásica y el no es lo que nos pasa, sino cómo lo interpretamos. “Podemos cambiar nuestra realidad subjetiva a pesar de lo que nuestro jefe nos permita o no”. Quita hierro a los teléfonos móviles aunque, en sus propias palabras, pueden virar de nuestro mejor al peor enemigo. La mayor distracción no viene de un smartphone, contraviene, sino de la rumiación mental: “Aquella cosa que te dijo no sé quién y te molestó o por qué no me contesta esta persona y eso qué significará… Una de las formas más exitosas para entrar en estado óptimo es el proceso cerebral que facilita la concentración. Nos calma y fomenta la resiliencia”, profundiza. Todos nos enfrentamos a desafíos y obstáculos, la cuestión es “si seremos capaces de sobreponernos a ellos”.

Cuando se publicó su superventas apenas existían avales científicos, 25 años después, muchísimos datos evidencian que la corazonada de Goleman era cierta. “Los trabajadores con inteligencia emocional tienen más días óptimos y los líderes con inteligencia emocional acaban teniendo equipos más óptimos, gente que genera un mejor entorno de trabajo y no lo abandona porque a su vez aprecia a su jefe”.

El problema, continúa, es la alta rotación, síntoma de una mala gestión. “La mejor forma de obtener buenos resultados es inspirando a la gente pero, por desgracia, no todas las empresas valoran la cultura de la inteligencia emocional. No sólo es importante llegar a los objetivos, sino cómo se llega a ellos. Si es de una forma incorrecta, a la larga, perjudicará a la empresa”, reflexiona.

IMPLICACIÓN Y FELICIDAD

En el estado óptimo puede haber una cierta serenidad, pero no es pasivo, sino implicado y activo. “El peligro de la serenidad es caer en la ecuanimidad o indiferencia, que las cosas dejen de importarnos. En el estado óptimo estamos implicados con nuestros compañeros”, resume. Además, nos ayuda a alcanzar la felicidad. “Tener un buen día en el trabajo nos deja con emociones positivas para el resto de acciones, nos sentimos más conectados con todo lo que hacemos”.

¿Qué herramientas proporciona para alcanzarlo? “Una sería el mantenimiento del foco, y para eso la meditación ayuda mucho: inspirar, espirar, hacer una pausa y volver a empezar. Es algo a lo que apenas hay que dedicar cinco minutos”. Otro camino es pensar de forma diferente sobre nuestra situación, “concentrarnos en lo que está bien en lugar de en lo que está mal. Las emociones desplazadas son las que hacen que las personas terminen en terapia”, concluye.

Cuando el ser queda inundado del deber, la persona deja de ser ella misma

Por: Francesc Miralles

Afirmaba el novelista Robert Louis Stevenson que «No hay deber que descuidemos tanto como el de ser felices». Con ello se refería a la humana tendencia de poner a los demás en primer lugar, cumpliendo con todas las obligaciones y compromisos, a la vez que relegamos nuestras prioridades.

Sin embargo, la persona cuidadora que no cuida de sí misma más pronto que tarde agota sus energías, con lo que sale todo el mundo perdiendo.

Es por eso, especialmente si tienes una actitud generosa hacia los otros, que debes ponerte en primer lugar. Y eso implica reservar oasis de tiempo para ti en los que puedas hacer cosas que te hagan feliz: leer, meditar, trabajar en el jardín, pasear, cocinar o entregarte a cualquier otra actividad creativa.

TIEMPO PARA ESTAR CON QUIEN MÁS TE MERECE

Solo quien se reconoce y respeta puede hacer lo propio con los demás.

Hay un principio del ahorro cuyo lema es “págate a ti primero”. Consiste en apartar, con cada cobro, una pequeña cantidad para tus proyectos o tu bienestar futuro. Una vez fuera de tu alcance, no lo echarás de menos.

Esta misma estrategia es aplicable a tu cuidado personal. Regálate una parte de tu precioso tiempo y energías. Hecho esto, puedes entregar el resto a quien lo necesite.

Como decía en el siglo V de nuestra era el poeta indio Kalidasa: “Las grandes almas son como las nubes: recogen para verter”.

Por todo eso, para autocuidarte, reserva la mejor parte del día para mimar tu cuerpo, tu mente y tus proyectos. Si tienes una vida ajetreada, intenta levantarte cada mañana un poco antes, aunque solo sea media hora, para iniciar el día con quien más amor merece: tú.

EN ALGÚN MOMENTO APRENDISTE A SER DEMASIADO BUENO

Recientemente, el psicólogo Xavier Guix ha publicado un libro muy necesario sobre este tema: El problema de ser demasiado bueno. En él nos habla de la adicción a cuidar a los demás y a complacerlos, un comportamiento que suele terminar en una desatención hacia uno mismo.

Quien fuera actor cómico antes de formarse como terapeuta explica que «el síndrome de los niños buenos» viene de los mandatos de la infancia, cuando queríamos agradar a los mayores de los que dependíamos. De esa época, nos han quedado órdenes como estas:

Tienes que ser bueno y portarte bien con todo el mundo.

Calla y sé obediente.

Si no te gusta, te aguantas.

Digan lo que digan, tú siempre sonríe.

Si eres así, no va a quererte nadie.

La lista podría extenderse casi hasta el infinito. Son programas profundamente arraigados que condicionan nuestra conducta y realidad cotidiana.

BUENO… ¿U OBEDIENTE?

En palabras del propio Guix: «Cuando el ser queda inundado del deber, la persona deja de ser ella misma. Se convierte en una cumplidora de órdenes y deberes. Su inconsciente le ha quitado la capacidad de decidir, de ejercer la voluntad propia (…) Probablemente también le ha quitado la capacidad de gozar abiertamente (…) Cuando empieza a pasarlo bien, ella misma saca a relucir un deber que la está esperando. Sin embargo, cumplir con el deber no le hace a uno bondadoso. Solo lo hace obediente».

Volviendo al «págate a ti primero» que hemos mencionado, ninguna bondad es completa y genuina si no te incluye a ti. Tal como reza el célebre proverbio: “La caridad bien entendida empieza por uno mismo”. El sentido común aconseja que, antes de pensar en las necesidades de los demás, hay que atender las propias.

Solo así podremos ofrecernos al mundo, realizados y completos, con todo nuestro poder disponible.

La regla ‘One Touch’ para evitar la procrastinación

Rubén Andrés

La procrastinación es un comportamiento que, para quienes no lo sufren, puede parecer incluso ilógico. ¿Por qué alguien iba a querer posponer hasta el último momento una tarea que, irremediablemente, va a terminar haciendo, y además añadiendo ansiedad y frustración a la ecuación?

Sin embargo, es un mal hábito que requiere mucho esfuerzo para hacerle frente. La regla ‘One Touch’ o regla del toque, es una de las técnicas que pueden ayudarte a no caer en la tentación de procrastinar y hacer tus tareas pendientes cuando debes hacerlas.

La aplastante lógica de ‘One Touch’

La regla de un toque fue concebida por Ann Gomez, experta en productividad y CEO de la organización Clear Concept, dedicada a la consultoría. Lo que propone Gomez con esta técnica es algo que suena tan evidente, que cuesta creer que las personas no lo hagamos de forma natural: hacer las cosas una sola vez es mucho más productivo que hacerlas varias veces.

Vale, es probable que ahora pienses que acabo de descubrir la rueda con esa afirmación y que, evidentemente, hacer las cosas dos veces consume más tiempo que hacerlas a la primera. Sin embargo, he descubierto por mí mismo que, esa lógica tan aplastante, en ocasiones parece no ser tan evidente.

La regla consiste en procesar las tareas desde la primera vez que las “tocas”. De ahí su nombre de “regla del toque”. Esta regla es especialmente eficaz con las minitareas que, precisamente por tener esa percepción de menudencia, vas acumulando para luego hasta que se hace una montaña imposible de gestionar.

La productividad al primer toque

Pongamos un ejemplo: responder a un email inmediatamente después de leerlo. Esta es una técnica de la que ya hemos hablado y parece evidente, pero que, seguramente, alguna vez has abierto el correo por la mañana, has leído los correos y, en lugar de responder en el momento, has estado pensando en ello durante toda la mañana para volver a retomar esa tarea a última hora para responderlos.

Resultado: has empleado tiempo leyendo por primera vez el correo por la mañana, y has duplicado la cantidad de tiempo volviéndolos a leer por la tarde y, ahora sí, respondiéndolos. Una tarea que se podía haber completado en media hora, ha duplicado el tiempo que le has dedicado.

En cierta forma, la regla del toque es muy cercana a la técnica de los “dos minutos” ya que ambas apelan a una llamada a la acción inmediata para completar las tareas, aunque en el caso de la regla del toque no importa cuánto tiempo te ocupe la tarea siempre que la hagas a la primera.

El hecho de coger una tarea y terminarla, no solo aporta la satisfacción que provoca tachar tareas completadas de tu lista, también ayuda a mejorar la concentración al evitar la multitarea por tratar de solucionar distintas “mini tareas” a la vez.

Además, es una excelente forma de liberar carga mental al finalizar las tareas inmediatamente, evitando que ocupen espacio en el cerebro. Esta inmediatez en la acción hace que se evite caer en dinámicas de perfeccionismo tóxico.

La propia Ann Gomez afirma que, en ocasiones, podemos quedar atrapados en la zona de “dedicar más tiempo al problema” en lugar de asignarle un tiempo razonable y completarla. “Cuantos más proyectos simultáneos intentamos abordar, más diluimos nuestro impacto”, afirmaba la experta en una publicación de LinkedIn.

Efectiva en el trabajo, pero también en casa

La regla del toque también resulta muy útil en las pequeñas tareas del hogar, sobre todo a la hora de mantener el orden. Llegas a casa y, en lugar de dejar la chaqueta en el perchero, la dejas en una silla, cuando sabes que más tarde vas a tener que volver a coger la chaqueta y ponerla en el perchero: dos toques, en lugar de ir al primer toque y colgarla directamente en su sitio.

El mismo principio puede aplicarse a otros aspectos más cotidianos, como sacar algo, usarlo y volver a guardarlo tan pronto como terminas de usarlo. Lo tienes en la mano, completa la acción de un toque, no te obligues a tener que volver a tocarlo una segunda vez.

Cuando prestas atención a estas pequeñas cosas, te das cuenta que, por muy evidente que parezca a priori, a veces hacemos las cosas más de una vez sin ser verdaderamente conscientes de ello. Esa es la magia de la productividad.

Hábitos saludables a partir de los 50

Cuidarse es necesario en todas las  edades, pero conforme se van cumpliendo años es necesario ir aumentando esos cuidados personales

Existen una serie de hábitos diarios que se puede evitar para conseguir un envejecimiento más tardío. Conforme pasan los años, el cuerpo cambia y va teniendo unas necesidades diferentes. Sin embargo, cumplir años no significa tener una peor salud o forma física. Lo cierto es que no todas las personas envejecen de la misma manera, pero sí que las enfermedades se van incrementando con la edad.

Los expertos explican que existen buenos hábitos de vida que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida y también a retrasar los achaques que son más típicos del paso del tiempo. Y es que cuidarse es necesario en todo tipo de edades, pero conforme se van cumpliendo años es necesario ir aumentando esos cuidados. Tener una buena alimentación, dormir bien, practicar ejercicio físico o hacer revisiones médicas de manera periódica, son buenos hábitos que se recomiendan. También existen otros que se suelen pasar por alto y que afectan de manera negativa acelerando el envejecimiento. Te contamos cuáles son los que se tienen que evitar a partir de los 50 años.

Los hábitos comunes que envejecen a partir de los 50 años

Uno de los hábitos que se debe evitar es comer mal. El metabolismo de una persona empieza a ralentizarse a partir de los 60 años, según explicó un estudio en 2021. Esto quiere decir que el cuerpo quema las calorías de una forma más lenta. Si se sigue comiendo lo mismo y haciendo el mismo ejercicio o menos, se terminará ganando peso. Hay que tener presente que la comida basura está relacionado con un aumento del 14% de muerte por todas las causas.

Fumar y beber son otros dos hábitos que aceleran el envejecimiento a esa edad. Un estudio de Nguyen explica que no haber fumado nunca puede reducir el riesgo de muerte en un 29%. Sin embargo, fumar acorta la vida de los fumadores que son hombres en unos 12 años y en las mujeres en 11 años, tal y como aseguró la Asociación Estadounidense del Cáncer. Además, la Asociación Española contra el Cáncer dijo que el riesgo de cáncer de pulmón es entre 20 y 25 veces más superior en los fumadores que en los no fumadores.

Un estudio también ha comprobado que cuando se fuma se está acelerando el envejecimiento puesto que en una muestra de 500.000 personas se detectó el tabaco acorta fragmentos de ADN que sirven para indicar la velocidad del envejecimiento.

Vivir estresado muestra signos del paso del tiempo y potencialmente puede llegar a conducir a a tener un mayor riesgo de enfermedades crónicas. En el caso de que se empiece a notar que tener una vida estresante afecta a diario, será necesario cambiar los hábitos de sueño o de alimentación y salir a pasear a la naturaleza o meditar.

Y, por otro lado, no socializar puede suponer también un problema. La socialización es fundamental para evitar el alzhéimer y también para mantener la memoria. El aislamiento social está vinculado a un incremento del 50% del riesgo de tener demencia, pero también del aumento de sufrir enfermedades cardíacas y de accidentes cerebrovasculares.

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¿Cómo decide el cerebro que recuerdos guardar y cuáles olvidar?

Por Kevin Moreno

Un reciente estudio publicado en la revista Science reveló un intrigante mecanismo en el cerebro de mamíferos, incluidos los humanos, que selecciona experiencias vividas durante el día para almacenarlas como recuerdos a largo plazo mientras dormimos. Este descubrimiento proviene de investigaciones realizadas por el doctor György Buzsáki, profesor de neurociencia en NYU Langone Health, y su equipo, quienes emplearon modelos de roedores para explorar cómo nuestro cerebro decide qué memorias conservar y cuáles dejar desvanecer.

La investigación se centró en el estudio de patrones específicos de activación celular en el hipocampo, conocidos como “ondas agudas”, las cuales marcan experiencias significativas para su posterior almacenamiento en la memoria a largo plazo durante el sueño.

Mediante el uso de electrodos implantados en los cerebros de los ratones, los investigadores monitorizaron la actividad neuronal mientras los sujetos de estudio se desplazaban a través de un laberinto en busca de una recompensa de azúcar, observando que unas ondas particulares se repetían hasta 20 veces justo cuando los ratones hacían pausas para disfrutar su premio.

 “El cerebro decide por sí solo”, explicó Buzsáki, señalando la naturaleza inconsciente de este proceso durante las horas de vigilia. Además, el estudio sugiere que ciertas acciones podrían favorecer este mecanismo de almacenamiento de memoria. Por ejemplo, hacer una pausa después de una experiencia, similar a los ratones en el estudio, facilita la creación de recuerdos perdurables al permitir que estas ondas agudas se manifesten.

La relevancia de este estudio no solo radica en su aplicación a la neurociencia o la psicología, sino también en las implicaciones prácticas del día a día. “Si miras una película y quieres recordarla, es mejor salir a pasear después”, aconsejó Buzsáki, resaltando cómo la estructura de nuestras actividades diarias podría influir en nuestra capacidad para formar recuerdos a largo plazo.

La colaboradora Daniela Schiller, profesora de neurociencia y psiquiatría en la Escuela de Medicina Icahn, destacó la importancia de observar las ondas cerebrales en estado de reposo, lo cual sugiere que momentos de aparente inactividad podrían ser cruciales para el proceso de memorización.

Del mismo modo, Daphna Shohamy, directora del Instituto Zuckerman de la Universidad de Columbia, añadió que experiencias seguidas de pausas y ráfagas eléctricas en el cerebro son precisamente las que encontramos en la memoria a largo plazo.

Este estudio no solo subraya el papel fundamental del sueño en la consolidación de la memoria, sino también cómo las pausas conscientes durante nuestras horas de vigilia pueden optimizar nuestra capacidad para almacenar recuerdos significativos. NBC News señaló que, aunque las investigaciones se realizaron en ratones, los procesos cerebrales implicados se han mantenido casi sin cambios a lo largo de la evolución de los mamíferos, lo que sugiere fuertes paralelismos con los humanos. Infobae

10 técnicas de estudio que pueden potenciar tu aprendizaje

Por CYNTHIA PEÑA

Una técnica de estudio puede definirse como una estrategia que se incorpora a los hábitos de estudio para facilitar la adquisición del aprendizaje, de acuerdo con Minerva Cardona, líder de Mejoramiento Académico del campus Monterrey.

“Para determinar la técnica de estudio es importante reconocer qué tanto conozco de la materia que voy a aprender.

“Si es un tema que me gusta y que es sencillo para mí, puede ser que mi técnica vaya muy acompañada de algo que ya he practicado antes, si no, posiblemente voy a empezar a generar un hábito para conocer los contenidos”, recomienda la experta.

 Una técnica de estudio es una estrategia que se incorpora a los hábitos.

 Conoce cuál método de estudio se acopla mejor a ti

Estas son algunas técnicas de estudio que puedes poner en práctica para tener un mejor rendimiento académico:

  1. Técnica Pomodoro

2.Método de Cornell

  1. Mapas mentales
  2. Mnemotecnia
  3. Explicar el tema
  4. Fichas de estudio
  5. Grupos de estudio
  6. Podcast
  7. Cuadros comparativos
  8. Organización del tiempo
  9. Técnica pomodoro

La técnica pomodoro consiste en fraccionar el tiempo de estudio en intervalos de 25 minutos con un descanso de 5 minutos entre cada intervalo. Después de 4 intervalos, se hace un descanso más largo.

Esta técnica te será de gran ayuda si sabes cómo priorizar tareas y concentrarte sin distraerte fácilmente.

  1. Método de Cornell

Este método sirve para interpretar y memorizar los apuntes que tomas en las clases de manera eficiente.

Para llevarlo a cabo, es importante dividir la hoja en dos diferentes secciones: en una sección tomarás los apuntes convencionales y en la otra anotarás palabras claves o preguntas.

Finalmente, al momento de estudiar realizarás un resumen que sintetice el contenido de la clase. De esta manera podrás retener la información al consultar tus apuntes y tratar de dar respuesta a las preguntas que planteaste.

  1. Mapas mentales

Los mapas mentales representan ideas, palabras, dibujos, imágenes, entre otros elementos que se relacionan a una idea o concepto central.

Esta herramienta es de gran utilidad para ti si aprendes mejor al visualizar los contenidos de una manera organizada.

Mindmeister es un software de mapas mentales en línea que te ayudará a capturar, desarrollar y compartir ideas de forma gráfica.

 Los mapas mentales funcionan como técnica de estudio para las personas visuales.

  1. Mnemotecnia

A través de esta técnica, es posible asociar imágenes o palabras clave con el concepto que se estudia.

La mnemotecnia es útil para recordar conocimientos complejos, sin embargo, requiere de práctica para poder dominarla debido a que se requiere la habilidad de asociar elementos fácilmente.

“Funciona cuando logras entender todo lo que vas a involucrar en el concepto para poder relacionarlo, deben ser elementos propios y significativos, no te confundas por poner muchos elementos, sino selecciona los elementos básicos” agregó la Líder de Mejoramiento Académico.

  1. Explicar el tema

Explicar el tema que estás estudiando te permitirá tener un elevado nivel de comprensión debido a que formularás conclusiones propias y podrás reafirmar lo que ya sabes.

“Esto tiene que ver con una previa ya que significó que hice mío el conocimiento, que ya lo entendí y en el momento de que nosotros lo repetimos con alguien más se viene un proceso bien importante que es la metacognición” mencionó Minerva.

  1. Fichas de estudio

Esta herramienta didáctica la puedes utilizar para hacerte preguntas del contenido que estás estudiando.

Si quieres estudiar por tu cuenta, puedes utilizar la aplicación de Flashcards World y crear múltiples fichas de estudio.

También puedes utilizar flashcards en sesiones grupales y de esta manera apoyarte de otras personas para repasar y memorizar información.

  1. Grupos de estudio

Si te gusta discutir ideas con otras personas, conocer diferentes opiniones, plantear preguntas y resolver dudas, entonces los grupos de estudio son para ti.

A través de esta técnica puedes apoyarte con otras personas para comprender el tema de una manera más completa, sin embargo, es importante que exista disciplina y organización entre los miembros del grupo para realizar esta técnica efectivamente.

“El planteamiento del trabajo en grupo es muy significativo porque todos pueden aportar, pero lo más importante es colocarnos una meta en el grupo, saber el objetivo de qué queremos hacer en la sesión y en cuánto tiempo lo vamos a hacer” comentó Cardona,

Para organizar estos grupos de estudio puedes utilizar herramientas como Google Calendar para agendar las sesiones, y otras herramientas como Trello, Notion o Jamboard para delegar responsabilidades y trabajar colectivamente.

 La disciplina y organización son importantes en los grupos de estudio.

  1. Podcasts

Los podcasts son de gran utilidad para aprender información relacionada al contenido que estás estudiando.

Si aprendes mejor de manera auditiva, entonces utilizar podcasts para estudiar los contenidos de tu clase será de mucha ayuda.

Puedes encontrar podcasts del tema que estás estudiando en plataformas como Spotify o YouTube.

  1. Cuadros comparativos

Si te interesa clasificar información compleja y comparar dos o más elementos de manera gráfica y organizada, entonces los cuadros comparativos serán de gran ayuda para ti.

De acuerdo con Minerva, usar esta técnica depende mucho del estilo de cada materia y es importante reconocer qué elementos visuales nos funcionan más.

“Podemos empezar a jugar con estas técnicas que son más visuales, podemos utilizar formas o conceptos, usar colores, plumas, decidir si hacerlo en un pizarrón o en la computadora, esto nos ayudará a que vayamos incorporando el aprendizaje” agregó.

  1. Organización del tiempo

Para aprender de una manera eficiente, es necesario organizar el tiempo adecuadamente.

Para lograr esto, puedes destinar un momento específico del día para estudiar.

“El poder tener en estructura un horario fijo de estudio nos puede ayudar por mucho a generar ese hábito de constancia y de perseverancia que ocupan todos los hábitos” agregó Cardona.

Asimismo, también es importante tener en cuenta las fechas de los diferentes exámenes para organizar con anticipación las horas de estudio.

Para organizarte y tener en mente las fechas importantes, puedes utilizar la aplicación de Exam Countdown.

 Es importante agendar un tiempo específico para estudiar.

Recomendaciones para estudiar mejor

Finalmente, la líder de Mejoramiento Académico del campus Monterrey recomendó algunas acciones que son clave para mejorar tu rendimiento académico:

Poner una meta.

Planificar tus sesiones de estudio.

Usar una agenda, ya sea física o digital.

Descansar.

Destinar un área de estudio limpia y ventilada.

Dejar a un lado las distracciones al estudiar.

Aplaudirse y reconocerse el buen trabajo.

Tener buena comunicación con profesores.

Practicar para reforzar el hábito de estudiar.

“Si un día no cumpliste con tus horas de estudio, no pasa nada, al otro día puedes volver a hacerlo y empezar desde el principio, son pequeños cambios que nos ayudan a ir construyendo el hábito”, finalizó Minerva.

Conecta

¿Cuál es el motivo por el que más se arrepienten las personas al final de la vida?

MARÍA FERNÁNDEZ DE CÓRDOVA

¿Cuál es el motivo por el que más se arrepienten las personas al final de la vida? Según Robert Waldinger, director del mayor estudio sobre felicidad humana realizado en la historia, ésta es una de las preguntas que se formuló a las personas participantes en la investigación realizada por la Universidad de Harvard durante 85 años. “Cuando al final de su vida (entre los 70 y 90 años) se preguntaba a los participantes del estudio ¿Qué cosas habrías preferido hacer menos? ¿Qué cosas habrías preferido hacer más?, tanto hombres como mujeres apuntan a menudo a su mediana edad y se arrepienten de haber dedicado mucho tiempo a preocuparse y muy poco a actuar de forma que se sintieran vivos: “Ojalá no hubiera malgastando tanto el tiempo, ojalá no hubiera procrastinado tanto, ojalá no me hubiera preocupado tanto, ojalá hubiera pasado más tiempo con mi familia… “

EL MOTIVO POR EL QUE MÁS SE ARREPIENTEN LAS MUJERES, SEGÚN ROBERT WALDINGER

Un dato interesante: cuando diferenciamos entre hombres y mujeres, el arrepentimiento prioritario es diferente. Según ha explicado en varias ocasiones Robert Waldinger, psiquiatra de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, el arrepentimiento más común entre los hombres más longevos es haber pasado “demasiado tiempo en el trabajo y poco conectando con sus seres queridos”, mientras que para las mujeres, es haber pasado demasiado tiempo preocupándose por lo que pensaran otras personas”en lugar de vivir con autenticidad”. Algo similar explica Enrique Rojas en su libro Comprende tus emociones cuando, al referirse a las 6 cosas por las que más se arrepiente la gente al final de su vida cita, como una de ellas ésta: “De no haber tenido el coraje de hacer lo que realmente quería hacer y no lo que los demás esperaban de mí. “En el fondo, esto tiene mucho que ver con atreverse a ser uno mismo. Saber desarrollar la propia personalidad, puliendo y limando las aristas y puntos negativos de la misma, con la ayuda de los más cercanos y, a la vez, trabajar el programa personal diseñado previamente, teniendo claros los objetivos y luchando y batallando por irlos alcanzando”.

EL PODER DE LAS RELACIONES AUTÉNTICAS SEGÚN LA UNIVERSIDAD DE HARVARD

Según Waldinger, el estudio Una Buena vida muestra una verdad muy básica: que la calidad de nuestras relaciones no se basa en la cantidad de amigos o en la popularidad, sino en la profundidad y la autenticidad de esas conexiones. “Las relaciones no son solo esenciales como peldaños hacia otras cosas, y no son simplemente una ruta funcional hacia la salud y la felicidad. Son fines en sí mismas”, explicaba el experto recientemente en sus redes sociales.

Hacerse cargo

ENRIQUE ORCHANSKI

Siempre soñamos con que nuestro primer hijo fuera varón; no sabemos bien por qué: tal vez para mantener el apellido o porque adoramos a nuestros sobrinos varones… o porque sí.

Ojo, si nace nena, vamos a estar igual de felices. Pero desde que supimos que estaba embarazada, contactamos a una nutricionista que asegura que una dieta aumenta las posibilidades. Estamos en sus manos.

Queremos un parto ideal. Es un momento tan importante de la vida que todo estará planeado. Para eso propusimos al doctor que eligiera la fecha de la cesárea, así acomodamos las licencias, los cambios en casa y avisamos a los abuelos para que viajen con tiempo. Que él decida cuándo es la mejor fecha.

¡Qué hermosura, cómo se ríe… y recién tiene tres meses! No es por comparar con otros, pero cómo se nota la estimulación. Es que las maestras de la guardería son especiales; además de la adoración que le tienen, cada día le enseñan juegos y canciones nuevos.

Estamos felices de contar con profesionales para educar durante los primeros años, una etapa –según el libro que estamos leyendo– muy trascendente.

Optamos por un colegio con doble escolaridad, así tiene más contención. Pasa todo el día ahí y, además, aprende informática e inglés, herramientas para toda la vida. Nos sorprende que con 3 años ya me dice “mom” en lugar de “mamá”.

Y otra ventaja del cole es que almuerza allí; entonces prueba comidas que en casa ni mira. Es increíble lo obediente que es con las seños; por ellas dejó los pañales y el chupete. Son unas grossas… Y bueno, estudiaron para eso.

Por suerte, este año comienzan las clases de educación sexual. Con mi marido, esperábamos ansiosos que algún especialista le hablara sobre esos temas. Porque es importante que desde chicos aprendan sobre el cuidado de su cuerpo, las diferencias de género y todos esos temas de los que se habla ahora.

Estamos chochos: dicen que traerán expertos, y eso nos quita un peso de encima.

Muchos nos asustan con que la tecnología afecta a los chicos. Y como nosotros somos muy dependientes de las pantallas, decidimos consultar a alguien que manejara el tema.

Ya tuvimos dos entrevistas con el licenciado en tecnoadicciones; nos dejó más tranquilos, porque (según entendimos) mirar videítos en una tablet o en un “celu” no es tan malo a los 7 años.

Incluso, aseguró (yo no escuché, pero mi marido jura que lo dijo) que si se distraen con las pantallas, comen mejor, porque no se mueven tanto, no molestan, no hacen preguntas y tragan lo que sea. Problema resuelto.

No es que le falte inteligencia; al contrario, todos dicen que es una luz. Pero este año no hay caso; no arranca con quinto grado.

En los primeros meses, trajo puros “nosatis” y entonces decidimos consultar a una psicopedagoga; alguien que le despertara el interés por leer, que le contagiara ganas de estudiar.

Confiamos mucho en esta profesional; dicen que hace milagros.

No entendemos qué le pasa. Últimamente nos desafía, contesta mal, se enoja por todo. Nosotros siempre intentamos darle lo mejor que pudimos: colegios, deportes en el club, cumpleaños en salones distintos cada vez (con animadores), psicopedagoga, psicólogo, nutricionista… Y ahora, en la adolescencia, se puso en contra de nosotros.

Unos amigos nos recomendaron a un experto en constelaciones familiares, que dicen que es lo mejor para arreglar este tipo de problemas. También mi cuñada me habló sobre las flores de Bach, que funcionaron en sus mellizos. No sé, estamos perdidos.

El Estado debería pensar en editar manuales para chicos con estos problemas; o en instituciones que dicten cursos; no sé, alguna guía. Así los padres no quedamos desprotegidos.

Porque al final, en esto de criar hijos, alguien debería hacerse cargo, ¿no?

 

Recuperar lo que no brilla

Por: FR. BENJAMÍN MONROY, OFM.

 El poeta español del siglo XVI, Fray Luis de León, inicia su poema Vida Retirada con esta estrofa:

Que descansada vida

la del que huye del mundanal ruido,

y sigue la escondida senda,

por donde han ido

los pocos sabios que en el mundo han sido”.

Nuestra sociedad no sospecha de la riqueza contenida en esta “escondida senda”. Vivimos en lo que Mario Vargas Llosa ha calificado como “la civilización del espectáculo”. La avidez de aparecer y de brillar, el culto al poder y a la imagen lo invaden todo: el periodismo, la cultura, los deportes, la política, incluso la religión. Los medios de comunicación social nos han hecho creer que lo que no aparece en la televisión, la radio, los medios impresos, etc., no existe, no es real.

Paradójicamente, en este mundo sofisticado, en donde el afán de lucir se ha vuelto tan relevante, se ha estado redescubriendo el valor de lo escondido, lo sencillo, lo humilde. Envueltos por el ruido y el estrés, esclavizados por la ambición de tener y poder, asfixiados por una sociedad que da culto al dinero y la ambición, que busca, por encima de todo, la fama y el éxito, son ya muchos y muchas los que están ávidos de serenidad y armonía. Se empieza a añorar la paz, la soledad querida y perseguida, la austeridad, el gozo de una vida sencilla, el contacto directo con la naturaleza, la meditación y el silencio para aproximarse a las raíces más hondas y escondidas de nuestro ser en donde reposa nuestra verdadera identidad.

Las cosas y personas sencillas tienen la particularidad de revelar la grandeza divina.

La memoria colectiva está poblada de hombres y mujeres sencillos que cambiaron la historia. Muchos han alcanzado gran notoriedad.

Detengámonos en algunos de ellos. Un fraile bien dotado, apuesto y simpático, de finos modales y conversación elegante, le lanzó esta pregunta a Francisco de Asís: “¿Por qué todo el mundo va detrás de ti, y no parece sino que todos pugnan por verte, oírte y obedecerte? Tú no eres hermoso de cuerpo, no sobresales por la ciencia, no eres noble. Y, entonces, ¿por qué todo el mundo va en pos de ti?”.

La pregunta sigue en pie, ¿cómo es posible que un hombre que vivió en plena Edad Media, que se definía a sí mismo como pequeño, simple, menor continúe siendo tan actual, admirado por propios y extraños, y ejerciendo un influjo nada despreciable en tantos hombres y mujeres? ¿A qué se debe que este hombrecillo sea haya convertido en un ícono de sabiduría? La respuesta es simple: se hizo pequeño. En Francisco advertimos el valor, la magia, la fascinación de lo sencillo, lo escondido, lo humilde, lo que no cuenta.

Y es que Dios tiene predilección por lo pequeño. La Biblia nos habla de esta predilección de Dios. Él se manifiesta en la brisa suave, los vientres estériles, la zarza ardiendo, los pobres, la debilidad del niño de Belén, el fracaso de la cruz. Las cosas y personas sencillas tienen la particularidad de revelar la grandeza divina.

Tendemos a dar poca importancia a los detalles y a las cosas pequeñas. Nos dejamos encandilar por las cosas complejas y espectaculares, corremos tras de ellas frenéticamente y terminamos agotados, incapaces de disfrutar lo que tenemos. Benjamín Franklin decía: “La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días”.

Estamos rodeados por cosas sencillas que se esconden a nuestra mirada distraída. No tenemos tiempo para mirar las estrellas. Sería bueno que un día de estos contemplemos un amanecer: los rayos del sol que acarician lo que tocan, el canto de los pájaros que saludan el nuevo día, la multitud de pequeños animales que hacen sentir que en la tierra estalla la vida por doquier. Pongamos atención a este ritual que generalmente nos pasa inadvertido y observemos lo que sucede en nuestro ánimo. Las cosas sencillas de la vida nos hacen sentir vivos. Si cada día pudiéramos detenernos en esas pequeñas cosas que nos rodean, tal vez nuestro día se llenaría de armonía y paz interior.

La contemplación de las cosas pequeñas y humildes nos lleva a descubrirnos a nosotros mismos desde lo sencillo. Si nos detenemos unos minutos en nuestro propio ser, descubrimos la grandeza de la vida que nos envuelve, nos acoge, nos invita a vivirla y sentirla. Entonces nos percatamos de la fuerza escondida en nuestro interior y nos sentimos grandes en nuestra pequeñez, seguros en nuestra debilidad. Entonces nos amamos con nuestras virtudes y defectos, nuestra grandeza y fragilidad.

No esperemos el día en que extrañaremos las cosas simples que no supimos y no quisimos valorar.

Quizá hemos asociado humildad y sencillez con mediocridad y apocamiento. Pensamos que una persona simple es una persona tonta. Jack Trout, escribe: “A lo largo de los años, ser llamado „simple‟ nunca ha sido un halago. Y ser llamado „simplista‟ o „simplón‟ de plano ha sido ofensivo, ya que significa ser estúpido, bobo o débil mental. No es de extrañar que las personas teman ser simples”. Estamos ante una apreciación equivocada de la simplicidad.

La sabiduría de la naturaleza nos muestra que los seres más humildes y despreciados son más valiosos de lo que imaginamos. Pensemos en las lombrices de tierra. ¿Quién puede interesarse por ellas? Los niños que todavía están abiertos a la novedad de la vida, los científicos que las estudian y los pescadores que las usan de carnada.

Aparentemente, estos pequeños animalitos son los seres más atrasados e inferiores del reino animal. No tienen ojos, ni patas, ni manos, ni huesos, ni cerebro. Pero son una bendición para los jardines y los prados. Con su incesante comer y digerir tierra, van cavando túneles subterráneos por donde circula el aire y penetra el calor del sol que fecunda la tierra.

Mientras excavan para hacer sus túneles, ingieren partículas de suelo y digieren los restos orgánicos transformándolo en abono. En épocas húmedas, arrastran hojas al interior de la tierra para alimentarse. Al hacer todo esto, remueven, airean y enriquecen el suelo, contribuyendo a que se mantenga fértil. Así, van transformando los suelos de pobres en ricos.

Miremos a nuestro alrededor. Existen muchos seres humanos que son despreciados: los pobres, los iletrados, los discapacitados, los vulgares… No tienen fuerza económica ni política.

Pensemos en las empleadas domésticas, en los indígenas, en los campesinos y pescadores pobres, en los obreros. Esas personas tan humildes tienen un gran valor. Aunque a muchos les parezca que no sirven, son como las lombrices de la sociedad que la enriquecen y transforman.

Desde el punto de vista espiritual, son moradas de Dios, templos del Espíritu. Su dignidad es grande.

Albert Camus, en su obra Los justos, pone en boca de uno de los personajes, Yanek Kaliayew, la leyenda de San Dimitri: “Tenía una cita con Dios en la soledad; pero de camino se detuvo en ayudar a un campesino; cuando llegó al lugar de la cita, Dios ya no estaba allí”.

Yanek comenta: “Hoy son muchos los que llegarían tarde a la cita con Dios, porque hay muchas miserias en el mundo”.

La primera vez que escuche está leyenda sufrí un shock. Pensé que Dios era impaciente, exigente, insensible, injusto. Ahora entiendo que la cita con Dios se realiza en el encuentro con el hombre sencillo. Dios no esperaba a Dimitri -por ahora- en la soledad, sino en el campesino necesitado. Ahí nos sigue esperando.

CONCLUSIÓN

Urge regresar a un estilo de vida sencillo. Lo pide la ecología humana y la ecología ambiental. Nuestro estilo de vida sofisticado amenaza con extinguirnos como especie. En un mundo donde hemos perdido sensibilidad para lo sencillo, Mahatma Gandhi nos recuerda:

 “Necesitamos vivir simplemente para que otros puedan simplemente vivir”

Una propuesta innovadora para revertir la crisis de lectura

Por Silvana Cataldo

Los chicos son curiosos, inquietos. Entonces, ¿Por qué no comprenden? ¿Qué leen? ¿Qué los invitamos a leer? ¿Cómo leen? O mejor, ¿Cómo les enseñamos a leer?

Para encontrar resultados distintos hay que innovar. La idea es sencilla, aunque ponerla en práctica, descubrir dónde es que debemos producir un cambio, no es tan fácil. Por ejemplo, ya se escurrió (en términos de modernidad líquida) un cuarto del nuevo siglo y todavía estamos perplejos ante problemas que vislumbrábamos desde antes de que termine el siglo pasado. Las “nuevas” tecnologías han arrasado ya con varios paradigmas y prácticas relacionadas con la circulación y el consumo de información; la velocidad con que circula; el acceso al decir y hacer en distintos espacios; la diversidad de lenguajes y formatos en los que podemos comunicarnos.

Nuestros estudiantes, que nacieron en una realidad atravesada por estas nuevas prácticas, comprenden el mundo de otro modo. Pero entonces, ¿por qué conservamos los mismos modos de enseñar?

Los chicos son curiosos, inquietos. Entonces, ¿por qué no comprendan? ¿Qué leen? ¿Qué los invitamos a leer? ¿Cómo leen? O mejor, ¿cómo les enseñamos a leer?

Puntualmente en relación con las habilidades de lectura y comprensión sabemos y nos preocupa (y nos ocupa) que los chicos no comprenden lo que leen. La comprensión es un proceso personal e involucra el pensamiento de una manera flexible y creativa. Para comprender, construimos un nuevo sentido a partir de lo que ya conocemos. Y para que esto suceda es clave el interés, la curiosidad. Los chicos son curiosos, inquietos. Entonces, ¿por qué no comprendan? ¿Qué leen? ¿Qué los invitamos a leer? ¿Cómo leen? O mejor, ¿cómo les enseñamos a leer?

Nuevas narrativas y nuevos modos de leer

Vivimos un momento donde para casi nada hay una sola opción. ¿Dónde ver una película? En el cine o elegir entre cantidad de opciones de plataformas en distintos dispositivos y con diversas modalidades, que incluyen la interactividad como opción. El espectador ha cambiado y demanda otro ritmo y otros tiempos a la hora de consumir producciones audiovisuales. Más allá del soporte, el modo en que se presentan las historias ha cambiado. Ruptura de la linealidad, velocidad, escenas desafiantes, construcción de sentido a partir de informaciones implícitas. Es decir, el espectador ha cambiado con el tiempo. Elige lo que quiere mirar y cómo quiere hacerlo.

Con la lectura sucede algo similar. El libro es una de las opciones, pero no es la única. Y no es una cuestión de soporte (papel vs pantalla) sino de un modo de leer. Las nuevas narrativas provocan al lector. Son dinámicas, multimodales, fragmentadas y se nutren de las participaciones de quienes las transitan. Niños y jóvenes ven natural estos espacios de lectura: acceden a ellos, los intervienen, los copian en sus muros, los editan, les toman foto, aprueban o desaprueban sus contenidos, los recomiendan a sus amigos. Los soportes digitales que son parte de su cotidianeidad han transformado los modos de leer y están transformando las formas de creación literaria y artística. O tal vez, cambia la lectura porque han cambiado los textos.

De todos modos, ¿cómo debería impactar esto en la enseñanza de la lectura para la comprensión?

Pensamiento creativo y comprensión

Volviendo al punto de partida para estas reflexiones, comprender es promover el pensamiento creativo. Y la creatividad se despierta, desarrolla y fortalece cuando estamos involucrados en lo que estamos haciendo. Leer sin estar involucrado con aquello que se lee sin dudas no va a conducir a buenos resultados en relación con la comprensión. ¿Quién puede ser creativo cuando no se siente atraído por la tarea? Por tanto, es clave considerar que, para favorecer la comprensión, debemos invitar a leer a partir de buenos interrogantes. Despertar la curiosidad es el punto de partida para provocar una lectura comprensiva. Pero, además, dar la opción de elegir lo que se va a leer y el formato, es necesario. Que los lectores de nuestro curso tengan distintos recursos para leer sobre el tema que les dará respuestas: lecturas lineales y no lineales; textuales y multimodales; en papel y en pantalla. Multialfabetizar. Que puedan elegir qué quieren leer para responder.

Acercarlos a la lectura como una actividad que les permite tomar decisiones, interactuar con el texto, participar, producir. La lectura como medio para conocer, imaginar y hacerse más preguntas. Pensar en un plan de fomento de la lectura y desarrollo de habilidades de comprensión debe partir de estrategias para formar lectores que quieran comprender aquello que leen porque tienen preguntas genuinas que responder. Infobae

 

La presión de la maternidad

Cuando ser madre es una obligación

Natalia Menéndez, Pol Bertran

¿Qué es la presión de la maternidad?

El mundo va progresando y conquistando avances en materia de igualdad, pero lo cierto es que aún queda mucho por hacer al respecto. Uno de los ámbitos donde más se hace evidente que hay trabajo pendiente es en el referente a la maternidad. A día de hoy, las mujeres siguen soportando una enorme presión para ser madres, algo que los hombres no experimentan en su piel.

Lo cierto es que las niñas siempre han sido educadas para la maternidad desde la más temprana infancia. Los juegos de muñecas han empezado a normalizarse también en los niños hace no mucho, pues siempre se ha asumido que cuidar es una tarea femenina.

Muestra de ello es que en la tienda de juguetes las secciones están claramente diferenciadas por género, siendo el de ellas enteramente color de rosa y con juegos enfocados a la belleza, la moda, la limpieza, la cocina y la atención a los bebés. Esto no es una casualidad, sino una señal de hasta qué punto nos inculcan que ser madre es un paso indispensable en la vida de cualquier mujer.

Aunque el sexismo va yendo a menos, aún está muy presente. Cuando ellas se aproximan a los treinta años, edad en la que se suele ampliar la familia, enseguida aparece una losa invisible sobre sus hombros. Comentarios, preguntas inoportunas y sutiles indicios de que la sociedad espera de ellas que decidan tener hijos. Con independencia de si la mujer desea o no vivir la maternidad, se trata de una experiencia difícil que no debería suceder.

Aquellas que no incluyen tener hijos en su proyecto vital son a menudo tachadas como egoístas. Por su parte, las que sí lo hacen pueden sentirse abrumadas en el proceso de búsqueda de gestación. Incluso, aquellas que ya han tenido su primer hijo pueden sentirse agobiadas por la demanda constante de los demás para darle un hermano al primogénito. En cualquier caso, hablamos de una intromisión en su derecho a elegir la vida que desean, asumiendo que además este paso sólo les concierne a ellas y excluyendo a los hombres de la ecuación.

Los roles de género son una herencia pegajosa de la que cuesta deshacerse. Se sigue fomentando el estereotipo de madre entregada que da todo por sus hijos, ignorando que las mujeres poseen otras muchas facetas. Aunque no todas las mujeres gestionan la presión de la misma forma, lo que es obvio es que se trata de un problema social que está aún sin resolver.

Lo cierto es que cambiar la sociedad de golpe parece complicado. Por eso, en el camino es importante que ellas puedan bajar el ruido de la opinión ajena y enfocarse en la vida que realmente desean construir. Ante todo, la maternidad debe ser una decisión meditada y consensuada con la pareja, de manera que el hijo sea deseado y por ende querido y cuidado como merece. Ser madre no hace a una mujer mejor que el resto, tampoco la dota de propiedades especiales que la hagan superior (bondad, generosidad, entrega…). Sencillamente, ser madre es un paso que no debe ser obligatorio para nadie y que nutre a la persona en la medida en que ha deseado de verdad llevarlo a cabo.

Añadido a todo lo que hemos comentado, no podemos olvidar que la maternidad no es algo que se materialice en base únicamente a nuestros deseos. En dicha vivencia entran en juego variables que muchas veces no dependen de nuestro control, como los problemas de fertilidad, las dificultades económicas o la ausencia de un compañero sentimental con el que se desee vivir esta experiencia (aunque cada vez es más frecuente el caso de aquellas mujeres que desean ser madres en solitario). Por ello, respetar la vida privada de las mujeres debería ser tan natural como sucede con los hombres.

 

carreras universitarias

Cuando los padres eligen por los hijos. Por Ricardo Parada

¿Los hijos terminan escogiendo la carrera universitaria por influencia de los padres?

La influencia de los padres juega un papel fundamental al momento de elegir la carrera universitaria, marcando el futuro profesional de muchos jóvenes.

 

¿Y ahora qué? Esta es la pregunta que muchos jóvenes se hacen al terminar el colegio o preparatoria, y marca el comienzo de una nueva etapa, llena de decisiones que afectan, y en muchos casos determinan el futuro no solo educativo sino también económico o familiar. Una de las decisiones más relevantes en este punto es la elección de la carrera universitaria, una decisión que afecta a las personas por el resto de la vida, se invierte dinero y tiempo, además que, en teoría, esta determinaría la profesión a ejercer por el resto de la vida.

Sin embargo, esta elección es una decisión que no se toma totalmente solo, sino que está influenciada por diversos factores externos como la influencia de los amigos, recomendaciones de los docentes, pruebas vocacionales, y por supuesto, una de las más destacadas en esta decisión es la recomendación o influencia de los padres de familia.

Los progenitores son los primeros referentes que tienen los niños y niñas, por consiguiente, la opinión de ellos, las expectativas, valores y experiencias que han vivido se convierten en un marco de referencia y tienen un gran impacto en la orientación vocacional de los jóvenes.

Eliana Cuadro Morillo, conferencista en gestión personal y productividad laboral, señaló en El Universal, que los padres de familia tienen un papel fundamental cuando los hijos van a escoger la carrera universitaria. La experta agrega que es esencial el acompañamiento de los padres en este proceso ya que los jóvenes no están preparados para autoanalizarse e identificar los recursos necesarios para tomar esa decisión.

¿Cómo influyen los padres de familia?

Es importante señalar que los padres de familia pueden ejercer una influencia tanto positiva como negativa en la elección de la carrera de sus hijos, dependiendo de cómo se involucren en este proceso.

Por ejemplo: apoyar, orientar y motivar a que los jóvenes descubran sus propios intereses basándose en sus gustos y habilidades sin que los padres de familia impongan sus preferencias, sueños o frustraciones, es una influencia positiva. Así fomentan o ayudan el desarrollo de la autonomía y la capacidad de tomar decisiones basándose en el respeto de la identidad y vocación de los hijos.

Por el contrario, una influencia negativa se da cuando los padres presionan, manipulan, critican o simplemente ignoran a sus hijos en la elección de la carrera universitaria y se basan en sus propios criterios, vivencias o tradiciones familiares. No es de extrañar las frases como: “No estudie eso que no le va a dar plata” o “¿Por qué no estudia algo que le sirva?”. Con este comportamiento, los padres generan en los hijos ansiedad, culpa o conflicto, afectando así el desarrollo personal y por consiguiente, pueden afectar la elección de la carrera o generar frustración en el desarrollo de la misma.

La advertencia contra la imposición de carreras

Según un artículo de la Universidad de Piura, de Perú, los hijos agradecerán que no los presionen por estudiar una carrera que no quieren. Por lo tanto, los padres deberían brindar apoyo en lugar de aprobación, permitiendo así que el estudiante se haga cargo de su futuro educativo y profesional con pleno conocimiento de sus implicaciones.

Además, se advierte sobre los riesgos de imponer carreras basadas en tradiciones familiares o en aspiraciones no cumplidas de los padres. Tales prácticas no solo pueden generar conflictos, sino también derivar en la elección de una carrera que no es del agrado del estudiante, llevando posiblemente a su eventual abandono o a una trayectoria profesional insatisfactoria. La orientación proporcionada subraya la importancia de una elección educativa informada y apasionada, fundamentada en los intereses personales del estudiante y en una comprensión clara de lo que cada campo de estudio implica. Infobae

 

La adicción a las redes sociales

Por:  Natalia Menéndez, Pol Bertran

Desde que las redes sociales han llegado a nuestra vida, no cabe duda de que las relaciones interpersonales han vivido una enorme transformación. Es indiscutible que desde hace unos años hasta hoy el contacto con los demás se ha facilitado.

Con un simple clic, es posible enviar un mensaje o hacer una videollamada incluso cuando el otro se encuentra a miles de kilómetros de nosotros. Aunque esta conexión rápida e inmediata ha permitido cambios muy positivos, no podemos ignorar la otra cara de la moneda.

En los últimos años, ha quedado al descubierto esa faceta más oscura de las redes sociales. Así, hoy sabemos que poseen una gran capacidad para generar adicción, lo que ha llevado a muchos usuarios a sufrir problemas de salud mental considerables.

Todo ello ha hecho que nuestros dispositivos móviles hayan pasado de ser un simple accesorio a convertirse en un apéndice de nuestra persona. Y es que a todos nos pasa que, cuando salimos sin nuestro teléfono (lo cual hoy es algo cada vez más improbable), nos sentimos desnudos, como si nos faltara algo.

Aunque todos tenemos una cierta dependencia de nuestros móviles, hablar de una adicción a las redes son palabras mayores. Cuando esto ocurre, la persona es incapaz de dejar de usar su dispositivo, presentando un malestar muy intenso si no logra conectarse. Incluso, parece que a nivel cerebral el circuito de recompensa se activa de manera similar a cuando alguien existe una adicción a sustancias.

La dependencia psicológica hace que el individuo se convierta en un esclavo de los likes, necesitando cada vez más dosis de interacciones en la red para sentirse saciado. Todo ello repercute seriamente en su calidad de vida, ya que el tiempo se destina en su mayoría a este fin, dejando completamente de lado otras esferas como el trabajo o los estudios, las relaciones sociales, etc. Además, esta situación merma el equilibrio emocional e incrementa la impulsividad.

Paradójicamente, esta intensa necesidad de conexión acaba por desconectar a la persona de su propio mundo. El abuso de plataformas como Instagram o TikTok se ha disparado de forma brutal desde la pandemia, un evento que condujo al confinamiento forzado y, por consiguiente, nos obligó a establecer lazos virtuales con nuestro entorno social.

Así, la adicción tecnológica se ha posicionado como un problema notable no sólo entre niños y jóvenes, sino también entre los usuarios de mayor edad. Si tú o alguien de tu entorno está sufriendo un problema así con el uso de las redes, puede que te sirvan de ayuda algunas pautas:

Analiza qué te dan las redes: Cuando una persona se vuelca de forma adictiva en las redes sociales, generalmente es porque hay algún vacío que se intenta llenar. Puede que estés pasando por un mal momento emocional, que necesites demasiada aprobación de los demás o que simplemente sientas un vacío interior que no sabes cómo resolver. Las redes nos dan un refuerzo inmediato muy potente, pero sólo son un parche que cubre el problema de fondo.

Nutre tu vida real: Muchas veces, las redes se convierten en nuestras aliadas porque no tenemos otras cosas más interesantes que hacer. Si disfrutamos de una vida satisfactoria y completa, estas quedarán en un plano mucho más secundario. Revisa qué está pasando y empieza a alimentar las distintas facetas de tu vida: busca una pasión, practica actividades que te gusten, comparte tiempo con tus seres queridos, haz planes fuera de casa, etc.

Control de estímulos: Obviamente, poner freno a la adicción implica hacer un control de estímulos adecuado, es decir, alejar de nosotros las tentaciones y soltar el móvil en algunos momentos del día. Si te cuesta mucho, puedes empezar por reducir el número de apps que usas y marcar pausas cada vez más largas.

Ve a terapia: Si tu adicción a las redes está condicionando seriamente tu vida y crees que en solitario no puedes superarla, no dudes en pedir ayuda a un profesional de la psicología.

 Phubbing: una molesta consecuencia de la adicción a las redes

Seguramente te hayas encontrado en una situación donde la persona con la que te encuentras te ignora abiertamente por prestar atención a su móvil. Este gesto es siempre molesto, ya que nos hace sentir ignorados.

La frecuencia de esta conducta desde la llegada de las redes ha sido tal, que se le ha puesto un nombre propio: phubbing, que en castellano se traduce como ningufoneo. Como te podrás imaginar, este fenómeno tiene enorme relación con el abuso de las redes y esa necesidad constante de estar conectados.

Generalmente, quienes muestran mayor tendencia al phubbing se sienten inseguros sin su móvil cerca, hasta el punto de tenerlo en la mano en eventos familiares, reuniones de trabajo, citas con amigos o espacios públicos de cualquier tipo. Este comportamiento no es más que otra consecuencia de esa hiperconexión que, cada vez más, fomenta la desconexión cara a cara con quienes nos rodean.

Psicología y mente

Los beneficios de trabajar cuatro días por semana

Reduce el estrés y mantiene la productividad

El tiempo extra de descanso permite mantener la mente más despejada y, en consecuencia, incrementar la concentración y la productividad. Los resultados de la implementación.

Un estudio realizado en el Reino Unido, el mayor hasta la fecha sobre los efectos que tendría en las empresas y en los trabajadores si la semana laboral fuera de 4 días, reveló que la productividad aumentó y que crecieron los ingresos de las entidades. Además, se redujeron las enfermedades en los empleados.

El experimento fue realizado por científicos de la universidad británica de Cambridge y la estadounidense de Boston y, entre otros resultados, reveló también que hubo una reducción significativa de los índices de estrés entre los trabajadores:

El 71% de los empleados declaró tener menos “agotamiento”.

El 39% afirmó estar menos estresado que al inicio de la prueba.

Trabajar 4 días a la semana no significó ni cobrar menos ni tener ninguna otra desventaja. El estudio se basó en el modelo conocido como 100-80-100, es decir, mantener el 100% del salario, reducir al 80% la jornada laboral y mantener el 100% de la productividad. Se hizo con 2.900 trabajadores de 61 empresas.

La semana laboral de cuatro días y el testeo en Reino Unido

Las empresas se comprometieron a una reducción del 20% de las horas de trabajo para todo el personal, sin disminución de los salarios, durante un periodo de seis meses a partir de junio de 2022 y, la gran mayoría de las entidades, también mantuvo los objetivos de productividad a tiempo completo.

En comparación con el mismo periodo del año anterior, se redujo en un 57% el número de empleados que abandonaban la empresa, mientras que los ingresos de las compañías apenas variaron durante el periodo de prueba e, incluso, aumentaron marginalmente un 1,4% de media.

En un informe sobre los resultados presentado a los legisladores británicos, alrededor del 92% de las empresas que participaron en el programa piloto del Reino Unido (56 de 61) afirmó que tiene intención de continuar con la semana laboral de cuatro días y 18 entidades confirmaron que el cambio será permanente.

Del estudio participaron empresas de todo el Reino Unido, con unos 2.900 empleados que renunciaron a un día de trabajo. Entre las organizaciones que formaron parte del ensayo, había desde minoristas en línea y proveedores de servicios financieros hasta estudios de animación y una pescadería local, pasando por sectores como la consultoría, la vivienda, el cuidado de la piel, el hotelería, el marketing y la sanidad.

Sobre la ansiedad y la fatiga

Los investigadores encuestaron a los empleados a lo largo del ensayo para evaluar los efectos de disponer de un día extra de tiempo libre. Los niveles de ansiedad y fatiga declarados por los propios empleados disminuyeron en todos los sectores, mientras que la salud mental y física mejoró. Entre los resultados. se destacó que el 60% de los encuestados consideró que era más fácil compaginar el trabajo remunerado con las responsabilidades familiares y el 62% que era mejor organizarse entre lo laboral y la vida social.

El sociólogo Brendan Burchell, quien dirigió la parte de la investigación realizada por la Universidad de Cambridge. indicó: “Muchos empleados estaban muy interesados en mejorar ellos mismos su eficiencia. Las reuniones largas con demasiada gente se acortaban o se abandonaban por completo. Los trabajadores estaban mucho menos dispuestos a perder el tiempo y buscaban activamente tecnologías que mejoraran su productividad”.

Por su lado, el doctor David Frayne, investigador asociado de la Universidad de Cambridge, dijo que los resultados “mostraron las muchas maneras en que las empresas estaban convirtiendo la semana de cuatro días en una política realista, con múltiples beneficios”.

Jornadas laborales más eficientes

Además de la encuesta, diseñada en colaboración con la profesora Juliet Schor, del Boston College, el equipo de Cambridge realizó un gran número de entrevistas exhaustivas a empleados y directores generales de empresas antes, durante y después de la prueba de seis meses.

En las mismas, se documentó cómo las empresas reducían la jornada laboral sin comprometer los objetivos. Entre los métodos más comunes estaban las reuniones más cortas con órdenes del día más claras, la introducción de “periodos de concentración” sin interrupciones y la reforma de la etiqueta del correo electrónico para reducir las largas cadenas.

Cuando se les preguntó a los empleados cómo utilizaban el tiempo libre adicional, la respuesta más popular fue que “administraban mejor su vida”. Muchos explicaron que trabajar un día menos les permitía hacer las compras o las tareas domésticas, pero también tener un descanso adecuado para actividades de ocio los sábados y domingos.

“Los empleados solían describir una reducción significativa del estrés. Muchos describieron que podían desconectar o respirar más fácilmente en casa”, expresó Niamh Bridson Hubbard, investigadora doctorada en Cambridge.

No somos enfermos, somos Niños

Por María José Muñoz

Desde la más tierna infancia, cuando comienzan la guardería, los padres ya reciben informes en los que, si el pequeño no se comporta de una determinada manera, se les va a remarcar los fallos del niño, aconsejándoles la visita a un especialista, si no son los mismos educadores emiten un diagnóstico de lo que le pasa al niño.

Otras veces serán los propios padres los que se quejen de que su hija o hijo son tal o cual cosa. La cuestión es siempre que el niño falla y hay que repararlo. Todo el mundo se siente con derecho a valorar psicológicamente la infancia.

Así, si el niño habla muy poco, será un TEA (Trastorno de Espectro Autista); si además juega siempre con el mismo juguete, será un TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo); si se mueve mucho y molesta a sus compañeros, será un TDAH; si es desobediente es un TDN (Trastorno Negativo Desafiante), que tiene como subtítulo “ansias de libertad”…

Y así un número incalculable de etiquetas, a las que se le añaden todas las combinaciones posibles, incluido el apartado de Trastornos no especificados.

Se está produciendo una estigmatización infanto-juvenil generalizada, frente a la cual, después, paradójicamente, se hacen campañas publicitarias de desestigmatización para compensar la discriminación que comporta ese etiquetaje.

Pero resulta que el daño ya está hecho. Ninguna etiqueta diferenciadora es inocente y arrastrará consigo toda una serie de consecuencias negativas académicas, personales y sociales.

Por si fuera poco, estas valoraciones van acompañadas de sus correspondientes medicaciones, basadas en sustancias principalmente anfetamínicas y que se dirigen a cerebros que están en formación y desarrollo.

QUIÉN ES EL ENFERMO, ¿EL NIÑO O LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA?

Pero es que la industria farmacéutica mueve millones, y con el mundo infantil y juvenil y los psicofármacos se les ha abierto un campo inmenso y siempre en regeneración.

Las inversiones en financiar asociaciones de familias de afectados por tal o cual trastorno se multiplican, así como el apoyo de todo tipo que reciben muchos profesionales de la salud mental, juntamente con campañas publicitarias, más o menos encubiertas, dibujan un panorama en que todo son ventajas para quienes tienen acceso a sus fármacos.

 

Así aprovechan eventos nacionales o internacionales para presentar vídeos en los que las familias están la mar de felices desde que su hijo fue medicado con tal o cual sustancia, los hermanos y los padres están la mar de contentos, porque ahora el niño está muy tranquilo.

De esta manera se vende que la solución para ser felices es la de que el chiquito tome su dosis correspondiente, que el acceso a estas medicaciones debe ser un derecho y que ningún niño tiene que quedarse sin estos compuestos.

¿QUÉ PASA CON LOS QUE DECIDEN DEJAR LA MEDICACIÓN?

Sin embargo, no es eso lo que transmiten las personas que son sensibles al estado emocional de estos pequeños o chicos etiquetados y medicados. Ellos hablan del cambio tan drástico que se produce en ellos. De que, cuando llegan al colegio con sus dosis matinales correspondientes, se quedan aislados, tan quietos que parecen muebles.

Son zombis que no interactúan o les cuesta mucho hacerlo. Eso sí, se centran en la tarea escolar, pero su vitalidad desaparece.

Algunos, si por algún motivo dejan de estar medicados un tiempo, son capaces de expresar:

“¡Profe, profe, estos días estoy muy contento y creo que es porque no tomo medicación!”.

La misma resistencia muestran todos aquellos que se les olvida tomar la pastillita, la tiran o la esconden. Ellos y ellas saben internamente que eso los paraliza y los entristece.

A medida que crecen van siendo más conscientes de todo lo que supone de incapacitación, frente a ellos mismos y frente a sus colegas, haberlos estigmatizado y hechos dependientes de sustancias externas. Su normalidad siempre estuvo en entredicho y ahora todo es juzgado bajo el prisma de lo patológico.

Nunca fue, ni será una persona normal, lleva un cartel puesto en la espalda, visible para todo el mundo y con él también un dilema interno frente a la vida: o sustancias psicotrópicas o inseguridad y angustia.

En generaciones pasadas nadie se interesaba por su vida mental o emocional. A los niños se les consideraba como una especie de setas que nacían, estaban allí, se los cuidaba físicamente y se les implementaban los conocimientos básicos.

Nadie les preguntaba por su mundo interior. Nadie se interesaba en cuáles eran sus inquietudes, sus contradicciones o sus sentimientos. Solamente se apreciaba su aspecto externo. Si estaban limpios, saludables, bien vestidos y si su comportamiento general era bueno o malo, tímido o movido.

No existían muchas más categorías que se vieran desde el exterior y esto recubría la inmensa diversidad de personalidades de cada uno de los niños o niñas. Había una gran represión hacia todo lo que tenía que ver con el mundo íntimo, emocional, sentimental o psicológico.

Hoy en día lo psicológico sí tiene mucha importancia. Sin embargo, ¿no se está diagnosticando como si la niñez fuera una enfermedad? Se sigue observando su exterior, clasificando y etiquetando sin preguntar las razones o pensamientos que subyacen en sus comportamientos.

 

Estamos viviendo un nuevo desprecio del mundo interior de los niños, pero ahora catalogándolos como enfermas y pretendiendo convertirlos en puros robots obedientes.

No hacemos sino volver a reprimir lo más esencialmente humano: los sentimientos y los pensamientos que les acompañan, aunque estos sean imperceptibles.

CuerpoMente

Neurociencias

Como influye nuestra postura y expresiones en nuestras emociones

Recientemente, desde la neurociencia se estuvo señalando la importancia de la relación entre el cuerpo y el estado anímico. Existe un vínculo sumamente estrecho entre factores como la postura, la respiración y la expresión facial, por un lado, y las emociones que experimentamos, por el otro.

Para explicar esta relación, la neurocientífica española Nazareth Castellanos resaltó que ya no se considera que tengamos cinco sentidos, sino siete. Más allá del olfato, la vista, el tacto, el gusto y el oído, más relacionados con percibir los estímulos “de afuera”, se habla de otros dos sentidos que serían “los más importantes” para el cerebro: la interocepción y la propiocepción. Mientras que la interocepción es la información que el cerebro recibe sobre lo que pasa en los órganos, la propiocepción consiste en “la información que le llega al cerebro de cómo está mi cuerpo por fuera, la postura, los gestos y las sensaciones que yo tengo a lo largo de mi cuerpo”

Así, cosas como la postura del cuerpo y la expresión del rostro envían señales a las que el cerebro debe responder: “Ya se conocía que el cerebro tiene que saber cómo está todo el cuerpo, pero antes se pensaba que era una información pasiva, el cambio ahora es que esto es un sentido”, explicó Castellanos en diálogo con BBC. “Es decir, un sentido es aquella información que el cerebro recibe y a la que debe responder”, detalló.

La neurocientífica explicó que el cuerpo está representado en la zona cerebral llamada corteza somatosensorial, y que el cerebro da más importancia a ciertas partes del cuerpo que a otras: “A lo que el cerebro da más importancia de todo el cuerpo es a la cara, a las manos y a la curvatura del cuerpo”.

De esta manera, las personas que fruncen el ceño, cosa que, resaltó, hacemos mucho al usar el celular, “están activando una zona relacionada con la amígdala” que “es una parte del cerebro que está en zonas profundas y que está más involucrada en la emoción”. Por lo tanto, según Castellanos, “si llega una situación que es estresante me voy a excitar más, voy a reaccionar más, porque yo ya tengo esa zona preparada”.

El cerebro busca siempre lo que se llama la congruencia mente – cuerpo”, estableció la neurocientífica, y agregó que el órgano intenta adaptar las emociones a la expresión de la cara: “Si yo tengo una cara enfadada, el cerebro interpreta ‘esta cara es propia de enfado por tanto activo mecanismos de enfado’, o ‘esta cara es propia de estar tranquila y por tanto activo mecanismos de estar tranquila’”, ejemplificó.

Además, la científica reveló que existe una zona del cerebro dedicada a la postura del cuerpo. “Cuando el cuerpo tiene una postura propia de estar triste el cerebro empieza a activar los mecanismos neuronales propios de estar triste”, sostuvo. “Estar encorvado es algo propio de estar triste”, ilustró Castellanos y alertó: “Últimamente todos adquirimos posturas encorvadas, porque pasamos ocho horas al día frente a un ordenador, entre otras cosas”.

Por último, la neurocientífica resaltó el rol de la respiración en la determinación de las emociones: apuntó a que “no sabemos respirar” y a que este proceso está íntimamente relacionado con la postura. “Si cuidas la postura cuidas la respiración”, sostuvo, y agregó que “la respiración influye en la memoria, en la atención y la gestión de las emociones”.

Además, advirtió que la respiración es efectiva cuando es por la nariz, resaltó que es importante ejercitar la respiración lenta y reveló que el momento de la inspiración es cuando más memoria tenemos: “Si a ti te dicen algo, una palabra, en el momento que ha coincidido con la inspiración, tiene más probabilidad de ser recordada que si te la dicen cuando estabas echando el aire, en la exhalación”, expresó.

Diario con Vos

Cómo la jardinería puede ayudar a los niños a crecer más saludables y felices

La investigación científica afirma que estar en contacto con el barro y la tierra puede mejorar la salud mental y física de los niños. La jardinería puede ayudar a los niños a quemar energía extra y a controlar sus impulsos, desarrollar sistemas inmunológicos fuertes y consumir voluntariamente más frutas y verduras.

A pesar de las noticias negativas de los estudios que muestran que los adolescentes pasan un promedio de seis a nueve horas frente a las pantallas, más familias con niños se centran en la jardinería, mucho más que hace diez años. Según la Asociación Nacional de Jardinería, esta práctica con los más pequeños aumentó en un 25 por ciento de 2008 a 2013, ya que las familias conocen los beneficios ocultos de este pasatiempo antiguo.

Cuando mi hijo de cuatro años está jugando afuera, se le ve visiblemente relajado al aire libre. Pero también tiene autoconciencia para evitar pisar las plantas más delicadas. Del mismo modo, mi hijo de un año deja de lloriquear y pasa el rato dibujando en la tierra.

Mis hijos no están solos. La estimulación natural de estar afuera parece reponer las mentes agotadas mediante la autodisciplina, la parte del cerebro que controla la concentración, urge a las verificaciones y retrasa la gratificación.

Unas investigaciones realizadas a 169 jóvenes de Chicago, encontraron que los chicos que tenían una vista más verde desde sus apartamentos hicieron mucho mejor la prueba de autodisciplina. De esos resultados, una quinta parte de la variación podría explicarse por las diferencias del “verdor” de su ambiente.

Esos beneficiosos pueden ser aún mayores para los niños que padecen un trastorno por déficit de atención. Una encuesta realizada a 96 familias en el medio oeste preguntó a los padres qué actividades parecían disminuir los síntomas de sus hijas y aquellas que, según ellos, hacían aumentar el déficit. Los padres eligieron, de forma constante, las actividades “verdes” explicando que tenían un efecto positivo en los síntomas del niño.

“La mayoría de nosotros tiene un déficit de naturaleza bastante significativo y sería más saludable si pudiéramos hacer frente a ese déficit gastando un poco más de nuestro tiempo en un escenario al aire libre”, argumentó Robert Zarr, fundador de Park Rx America y un pediatra de Washington. Park Rx America anima a los médicos y a otros proveedores de salud a “pre-escribir” el tiempo en la naturaleza.

Ese tiempo puede incluso permitirnos usar nuestros sentidos de nuevas maneras, según los expertos.

“Se trata de hacer la plantación y ver cómo crece, pero también se trata de otras cosas”, comenta Richard Louv, autor de Last Child in the Woods y cofundador de Children and Nature Network. “Se trata de volcar las rocas, se trata de tener las manos sucias y los pies mojados, de usar más los sentidos y de estar en el mundo”, comentó.

La jardinería combina los beneficios generales de estar fuera con la oportunidad de abordar un proyecto. Mi hijo de cuatro años riega orgulloso los arbustos de arándanos y las malas hierbas que hay alrededor de la valla del jardín. Él está construyendo su capacidad de concentración, así como su función ejecutiva y la capacidad de gestionar la información y su reacción ante distintas situaciones. Por ejemplo, él aprendió rápidamente que su regadera se podría desbordar de agua si no prestaba atención.

“Si el chico tiene una experiencia solitaria creando su propio jardín, hay magia especial para eso”, explica Louv.

Mi hijo de un año no tiene edad para hacer nada en el jardín, pero él se une a nosotros de todas formas. Él pasa la mayor parte del tiempo jugando con la tierra y con el barro. Y también trata de metérselo en la boca. Cuando lo agarro, él levanta la vista con una expresión vagamente culpable y con manchas alrededor de sus labios. Suena grosero, pero esas cosas pueden ser buenas para él.

Las investigaciones señalan que es esencial que los más pequeños desarrollen un “microbioma” saludable o un ecosistema microbiano personal. Aunque hay algunos microbios –bacterias, hongos y virus- que hacen que nos enfermemos, muchos más son esenciales para nuestra salud.

“El sistema inmunológico está ahí para actuar como un jardinero o como un guardián del parque nacional”, explica Jack Gilbert, microbiólogo de la Universidad de Chicago y coautor del nuevo libro Dirt is Good. “Está ahí para promover la abundancia y el crecimiento de las bacterias buenas, así como actuar como una barrera para la generación de bacterias malas”, subraya.

No estar expuesto a suficientes microbios durante la edad infantil puede provocar un sistema inmunológico subdesarrollado, que puede causar una serie de problemas, según cuenta Gilbert. También se refiere a enfermedades autoinmunes, trastornos inflamatorios intestinales y alergias. Estar cerca de la tierra, en el jardín o de cualquier otra forma, puede ayudar a los niños a desarrollar ese microbioma saludable que ayuda a prevenir estos problemas.

“Recogiendo el suelo y poniéndolo en la cara. No hay nada de malo en eso”, puntualiza Gilbert.

Fuente: Ecoportal.net

¿La batalla de los sexos?

Regina Freyman .

Maestra en Letras Modernas por la Universidad Iberoamericana y profesora del ITESM.

Vamos en el coche y discutimos sobre el aborto. Una nota en el periódico nos pone a argumentar sobre el derecho que tiene un hombre o una mujer, o ambos, para disponer sobre conservar o no un bebé de un embarazo no deseado. No nos ponemos de acuerdo, pero el tema queda ahí, centellante como una luciérnaga que nos alerta, ha quedado encendida, pendiente. Varios días después en una comida dos amigas, madres de adolescentes comentan, mi hijo está desorientado, tiene 18 años y no consigue novia, es un chico gentil, heterosexual pero sensible (un pero que más que una virtud parece una disculpa). La otra comenta que su hijo tiene 13 años y se declara bisexual. Un amigo más comenta que existe una tendencia popular en Estados Unidos de educar a los hijos de forma neutra con relación al género, con el fin de permitirles que elijan, a su tiempo, la inclinación que mejor les plazca. Las luciérnagas revolotean en mi mente, proliferantes…

Llego a casa y me llega al correo un boletín sobre un congreso de micromachismo en Sevilla. La segunda palabra suena bien, es más, muy bien, no conozco Sevilla así que me pongo a leer sobre el vocablo desconocido: “Micromachismo”. ¿Un machismo chiquito?

 

Mil dudas me surgen sin respuesta, y eso que mi vida sexual a mi edad es un divertimento puesto que estoy en edad de ser abuela. Una potencial abuela muy desconcertada: ¿Se pasó mí tiempo y ya no entiendo? Y las lucecitas se encienden intermitentes. ¿Existe un derecho patrimonial sobre el óvulo o el esperma? ¿Es pertinente tener una vida sexual a los 13? ¿Tienes las experiencias suficientes a los 13 como para declararte bisexual? ¿Cómo educar neutralmente a un hijo escapando de la propia visión de mundo, de los propios valores y prejuicios? ¿Qué demonios es el Micromachismo? Sin intención de responder cada pregunta, escribo mis hallazgos e impresiones, más para apagar estas luciérnagas que se meten hasta en mi almohada, que para dar lecciones o encontrar respuestas.

Micromachismo y pseudopoder

Resulta que el término “micromachismo” no es un machismo chiquito como aquellos cochecitos que se llamaban Micromachines, es una respuesta velada, una forma de poder disimulado que nace como respuesta a la nueva posición femenina. Un modo masculino de “reafirmar” o recuperar dicho dominio ante la mujer que se “rebela” de “su lugar” en el vínculo; un estado de resistencia al aumento de poder personal o interpersonal de la mujer. La propuesta pertenece al psicólogo Luis Bonino Méndez quien describe y da nombre a la presión social que se ejerce sobre la mujer para “ejecutar” el rol tradicional, una forma de manipulación de baja intensidad que presiona a que no nos alejemos del redil de nuestras presuntas obligaciones. Como toda práctica dominante, proviene más de la fuerza de la tradición que de una cofradía satánica de hombres que “controlan al mundo”. Nuestro cerebro tiene la tendencia de ejecutar patrones de conducta conocidos, así que aunque Bonino especifica que el micromachismo femenino no es tal, se trata de una especie de pseudopoder, puesto que es una salida femenina para contrarrestar el poder masculino, no podemos negar que la tiranía de “cuadrar” con los roles conocidos es una tendencia de todos los que hemos sido educados bajo esos patrones.

“[…]la violencia de género es toda acción que coacciona, limita o restringe la libertad y dignidad de las mujeres, podemos comprobar que quedan ignoradas múltiples prácticas de violencia y dominación masculina en lo cotidiano, algunas consideradas normales, algunas invisibilidades y otras legitimadas, y que por ello se ejecutan impunemente”… Mi propósito en estas líneas es poner en evidencia estas prácticas, a las que algunos autores llaman pequeñas tiranías, terrorismo íntimo o violencia “blanda” y yo, desde 1991, he denominado “micromachismos” (Bonino).

 

La mayoría de nuestras narrativas tiene un protagonista masculino, de modo que las mujeres hemos aprendido a interiorizar un narrador y no una narradora. Nos enseñaron a mirarnos al espejo con ojos de hombre ¿Le gustaré? Y es por ello que no es fácil advertir estas conductas de dominación. Como anécdota y para completar la alusión al congreso, se nos ocurre (somos dos autores, mi pareja y yo) revisar la presencia de las diversas formas de machismo en las comedias de situación estadounidense. La sorpresa es que ninguna se escapa. Lo cierto es que, al conocer las categorías, los mismos autores nos miramos sorprendidos, somos partícipes de más de una.

 

Perpetuación

¿Puedes resolver este acertijo?

Un padre y un hijo viajan en coche. Tienen un accidente grave, el padre muere y al hijo se lo llevan al hospital porque necesita una compleja operación de emergencia. Llaman a una eminencia médica pero cuando llega y ve al paciente dice: “No puedo operarlo. Es mi hijo”

¿Cómo se explica esto?

Mis respuestas fueron todas excepto la correcta, se trata de la MADRE del joven.

Así de interiorizado tengo el poder masculino. Nos dice Bonino que el micromachismo es perpetuado de forma automática por “Su naturalización y su inscripción axiomática en las mentes de mujeres y varones”. Mea culpa. Poco a poco y con asombro descubro que las categorías están o han estado aquí, en mi vida cotidiana de diversos modos.

Estos comportamientos se dividen en:
a) Coercitivos (o directos)
b) los encubiertos (de control oculto o indirecto)
c) los de crisis.

Y estas son sus variantes:

Coercitivos

  • Control del dinero: no información sobre usos del dinero común, control de gastos y exigencia de detalles, retención que obliga a la mujer a pedir. Negación del valor económico que supone el trabajo doméstico y la crianza y el cuidado de los niños.
  • Monopolio de la intimidad: acción unidireccional de acercamiento cuando el varón desea, el varón no se molesta en negociar movimientos hacia la intimidad. Ejemplo de esto es la seducción forzada cuando él quiere sexo.
  • No participación en lo doméstico.
  • Uso expansivo-abusivo del espacio físico y del tiempo para sí, idea de que el espacio y el tiempo son posesión masculina.
  • Insistencia abusiva “ganar por cansancio” la mujer que se cansa de mantener su propia opinión, y al final acepta lo impuesto a cambio de un poco de paz.
  • Apelación a la “superioridad” de la “lógica” varonil.
  • Toma o abandono repentinos del mando de la situación: decidir sin consultar, anular o no tener en cuenta las decisiones de la mujer.

 

Encubiertos o indirectos

  • Abuso de la capacidad femenina de cuidado:
    1. Maternalización de la mujer. La inducción a que la mujer sea como una madre tradicional: cuidadosa y comprensiva, es una práctica que impregna el comportamiento masculino.
    2. Delegación del trabajo de cuidado de los vínculos y las personas.
    3. Requerimientos abusivos solapados: pedidos “mudos”, que apelan a activar automáticamente los aspectos “cuidadores” del rol femenino tradicional y hacer que la mujer cumpla ese pedido sin percatarse que lo está haciendo por coacción.
  • Creación de falta de intimidad: Intentan controlar las reglas del diálogo a través de la distancia y están sostenidas en la creencia varonil de su derecho a apartarse sin negociar y a disponer de sí sin limitaciones (sin permitir ese derecho a la mujer).
    1. Silencio.
    2. Avaricia de reconocimiento y disponibilidad: escatimar el reconocimiento hacia la mujer como persona y de sus necesidades, valores, aportes y derechos. Provocan además la sobrevaloración de lo poco que brinda el varón. Una frase ejemplificadora: “Si sabes que te quiero ¿para qué quieres que te lo diga?”.
    3. Seudointimidad: el varón dialoga, pero manipulando el diálogo, de modo de favorecer el control y el ocultamiento, dejando a la mujer con menos poder al retacearle sinceridad.
    4. Comunicación defensiva-ofensiva.
    5. Engaños y mentiras.
  • Desautorización: basadas en la creencia que el varón tiene el monopolio de la razón, lo correcto y el derecho a juzgar las actitudes ajenas desde un lugar superior.
  1. Descalificaciones.
    2. Autoalabanzas y auto adjudicaciones.
    3. Manipulación emocional.
    4. Culpabilización-Inocentización.
    5. Dobles mensajes afectivos: el varón emite mensajes de afecto con un fin manipulativo oculto y que dejan a la mujer sin posibilidad de reacción: si los acepta, es manipulada, si no los acepta es culpabilizada por no ser afectuosa.
    6. Enfurruñamiento: Acusación culposa no verbal frente a acciones que no le gustan al varón, pero a las cuales no se puede oponer con argumentos “racionales”.
  • Autoindulgencia y autojustificación:
  1. Hacerse el tonto.
    2. Impericias y olvidos selectivos.
    3. Comparaciones ventajosas: el varón intenta acallar los reclamos de la mujer apelando a que hay varones peores que él, y que entonces no debería quejarse.
  • Seudoimplicación doméstica. El varón actúa sólo como “ayudante” de la mujer, sobrecargándola y asumiendo además las tareas menos engorrosas.
  • Minusvaloración de los propios errores.

De crisis

  • Resistencia pasiva y distanciamiento utilizar diversas formas de oposición pasiva y abandono: falta de apoyo o colaboración, desconexión, conducta al acecho (no toma la iniciativa, espera y luego critica. “Yo lo hubiera hecho mejor”), distanciamiento, amenazas de abandono o abandono real (refugiándose en el trabajo o en otra mujer “más comprensiva”), etcétera.
  1. Rehuir la crítica y la negociación.
    2. Promesas y hacer méritos.
    3. Victimismo, el varón se declara víctima inocente de los cambios y “locuras” de la mujer.
    4. Darse tiempo.
    5. Dar lástima.

Pseudopoderes

Dijimos entonces que la forma femenina de perpetuar su poder a partir del rol tradicional son los que Bonino también llama “poderes ocultos”, modo de manipulación que se ejerce a partir de los afectos, el cuidado erótico y maternal.

Esfuerzos de influencia sobre el poder masculino, dice Bonino, que nos “hacen expertas en leer las necesidades y en satisfacer los requerimientos del varón, logrando ser valorada por su eficiencia y exigiendo algunas ventajas a cambio. Sus necesidades y reclamos no pueden expresarse directamente, y por ello se hacen por vías ‘ocultas”.

Fuente: etcétera

“Leer es el nuevo sexy” adelanta la nueva app para intercambiar libros y reseñas

Por Rosario Bernasconi

“Voy a poner mil libros de regalo de mi libro La llave maestra a quienes lo pidan vía la app”, anticipó el escritor y psicólogo forense, Mariano Marquevich, creador de Librología, una aplicación que apunta a que los libros circulen y que se abra un diálogo comunitario sobre los textos leídos. “Se trata de una app 100% gratuita, sustentable y ecológica (ya que, al dar una circulación eficiente a los libros que ya existen, se evita estar innecesariamente reimprimiendo)”, señala su ideólogo.

 Librología se puede descargar fácilmente, es necesario crearse un perfil que no demanda demasiada información y, a partir de ahí, compartir libros leídos, puntuar propios y ajenos, sumar opiniones y, también, dialogar con otros usuarios con intereses comunes.

 Mariano Marquevich siempre tuvo un vínculo cercano con los libros, incluso escribió varios, y desarrolló esa actividad en paralelo con su profesión de psicólogo forense. “Librología es el último eslabón de muchas indagaciones con los libros -en calidad de objeto- que vengo realizando a lo largo de los años a partir del surgimiento de internet. Me resulta contracultural y necesario en los tiempos veloces y digitales que vivimos. Me atrae su duración, su usabilidad, su distribución y su inserción en múltiples formatos”, detalló el autor en diálogo con PERFIL.

 Lo que lo apasiona es “darle vueltas al asunto”, reconoce el autor ante la pregunta de cómo relaciona la psicología forense, la escritura y el desarrollo de innovaciones en el mundo editorial, pero lo que fue central en su vínculo con los libros fue una afección que modificó su vida a los 13 años.

 “Tengo escoliosis muy grave en mi espalda y me iban a operar, y entre los posibles efectos adversos estaba que quedara cuadripléjico, entonces ahí empecé a pensar cómo podía articular en una filosofía lo que me estaba ocurriendo y ahí comenzaron los gérmenes de los que después fue mi libro La llave maestra que propone una espiritualidad racional, o sea no es un salto místico, son conceptos que están en todas las religiones, pero abordado desde la razón”, relató. “Paralelamente surgió una afinidad muy grande por tomarme muy seriamente la literatura, porque en ese momento me pregunté ‘¿si quedó cuadripléjico qué es lo que puedo seguir haciendo?’ y ahí decidí que iba a escribir”, detalló.

Finalmente, tras varias consultas, la operación se descartó y en su lugar debió usar un corset Milwaukee durante dos años y medio, y eso también generó un efecto en él en esos años tan significativos de la pre adolescencia. “A partir de eso se hizo un click en mi cabeza y empecé a tomarme la escritura de una manera muy profesional, sin ningún tipo de obligación externa, porque quería vivir y no estar en la cama mirando el techo”, contó.

“Leer es el nuevo sexy”

El slogan elegido por Marquevich: “Leer es el nuevo sexy”, tiene muchas acepciones, pero una de ellas se explica en la posibilidad de que, a través de Librología, se establezcan vínculos afectivos. “Con los libros, en la aplicación, tenés una articulación mucho más aceitada y eficiente con otros usuarios, es como sofisticar las relaciones sociales”, señaló y agregó: “este elemento que intercede en la comunicación, que vendría a ser el libro, es lo que te permite desplegar una comunicación que vaya más allá de ‘cómo estás’, ‘qué onda’ o ‘qué hiciste’”.

 Marquevich contó que al desarrollar la aplicación también tuvo en cuenta la necesidad de poder encontrar en un lugar valoraciones de materiales de lectura: “Quería crear un lugar donde converjan las apreciaciones de los libros, los favoriteos, los likes o no likes y donde uno encuentre una opinión un poco más democrática”.

Un libro enlatado y un pendrive sumergible

Antes de Librología, Mariano Marquevich tuvo otras iniciativas creativas como enlatar (literalmente) Las cosas como no, son, novela que fue publicada herméticamente cerrada en 2013. Luego sacó a la venta el primer libro en pendrive en 2016 que además era sumergible 100 metros. Realizó un festival de arte interdisciplinario basado en las ideas de La llave maestra. “La Llave Maestra Fest” ya lleva cuatro ediciones (el último fue en 2020).

“La Llave Maestra”, el festival que abre los sentidos a la música, la pintura, la moda y la literatura

Además, es uno de los fundadores de la Asociación Civil de Trabajadores del Arte (ACTA), de la que forman parte Gastón Soffritti, Peter Lanzani, Julieta Nair Calvo, el “Chino” Darín, Candela Vetrano, Lali Espósito y muchísimos más. “Tenemos un proyecto digital que se llama Liberarte, que es para ampliar las oportunidades en Argentina, queremos crear dispositivos que amplíen las posibilidades para los trabajadores del arte”, destacó.

  “En Librología podés tener tu perfil de lector, donde tenés los libros que leíste, los libros que vas a leer, los favoritos y los que tenés, y a ellos los podés regalar, intercambiar o vender”, explicó. “Este modelo busca comunidad, esta aplicación es libre, no hay mediación entre usuarios que es lo que pasa en otras plataformas de intercambio de productos, es totalmente gratuita”, destacó.

“A mí me interesa la revolución, pero me refiero a la Re- evolución, volver a evolucionar, eso es lo que me interesa y siendo consecuente con la propuesta de la app -como puntapié inicial- ya subí La Llave Maestra en la categoría de para regalar y se los ofrezco a los primeros mil usuarios que me lo soliciten vía la app”. Librología ya está a disposición para descargar y que los libros comiencen a circular. La reseña va por cuenta de cada uno de los usuarias y usuarios y de eso dependerá la comunidad.

 Fuente: Perfil

 

¿Es posible pensar ciudades con perspectiva de género?

Cómo podemos generar espacios más inclusivos.

 

Siete mujeres especialistas y referentes en urbanismo, movilidad e innovación conversaron sobre el abordaje actual de las ciudades y las políticas públicas para determinar cómo podemos generar espacios más inclusivos. 

Ualabee, la startup argentina de movilidad, realizó un Espacio de Twitter donde mujeres especialistas y referentes en urbanismo, movilidad e innovación conversaron sobre el abordaje actual de las ciudades y las políticas públicas para determinar cómo podemos generar espacios más inclusivos.

Bajo las palabras de Jimena Pérez Marchetta (Alcaldesa de la Bicicleta de Salta, Argentina), Florencia Rodriguez Touron (Experta en movilidad urbana. CEO y Co-founder de Bondit app), Lucía Bellocchio (Fundadora y Directora de Trend Smart Cities), Mariana Salvador (Movilidad Activa en el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la provincia de Santa Fe, Argentina), Daiana Suligoy (Desarrolladora de negocios en Smod), Micaela Favaro Leuci (Asesora Técnica en Movilidad Urbana para la Municipalidad de Córdoba, Argentina) y Romina Mazzieri (Asesora en Gobiernos) el debate comenzó con la declaración de que las ciudades están pensadas, planificadas y diseñadas para el género masculino, considerando el desarrollo histórico de la urbanización, en una época donde las mujeres no trabajan ni se movían por fuera de la esfera de su hogar.

Al respecto, las especialistas explicaron que, para un abordaje igualitario, es necesario tener en cuenta las necesidades de las mujeres a la hora de desarrollar planes urbanos, entendiendo y afirmando que el modelo actual es un modelo de exclusión de las mayorías, y que no contempla que la mitad de la población, hoy, son mujeres. 

Entre necesidades particulares, éstas tienen, por ejemplo, una movilidad poligonal y no pendular (casa-trabajo-casa), realizando una multiplicidad de traslados que complejizan su situación y hacen presente la necesidad de un transporte público más flexible y seguro. 

Además, para las referentes resulta imprescindible contar con profesionales del género en cargos jerárquicos para tomar decisiones políticas, involucrando su mirada en cualquier planificación que se lleve a cabo. El planteo también apoya la idea de sumar mujeres en tecnología, ya que hoy las ciudades evolucionan gracias a ésta, pero si no hay mujeres detrás, no se eliminan ciertos estereotipos que se reproducen constantemente.  

Las soluciones presentadas también señalaron la necesidad de entender la perspectiva de género desde la experiencia, configurando planes con participación ciudadana en forma igualitaria y no perdiendo de vista a otras personas vulneradas como las infancias, que son los adultos del mañana.

En la misma línea, las panelistas invitaron a crear urbanizaciones más accesibles, en términos de equidad de transporte, teniendo en cuenta que el público femenino motorizado es minoría en comparación con el masculino. La brecha salarial impacta en la movilidad de género y el acceso a un automóvil privado, entre otras cuestiones. Asimismo, el uso de la bicicleta es evitado por la inseguridad urbana. 

En este punto, aparece un nuevo desafío para las ciudades grandes: construir comunidad y poner en jaque el anonimato de sus habitantes. Con más personas circulando en las calles a toda hora, se generan espacios más concurridos y, por tanto, seguros.

Por último, las invitadas concluyeron que lograremos ciudades más igualitarias el día que las mujeres no tengan que reprogramar un trayecto por temor a ser violentadas, o desistir del uso de la bicicleta, y principalmente, cuando las necesidades de género sean realmente plasmadas en presupuestos y no más una expresión de deseos. Falta mucho camino por recorrer, pero hoy se puede celebrar tratar este tema en agenda.